El ingenioso juego de espacios de las pinturas de Larsen resalta las tensiones de la vida diaria
Autoridad, jerarquía e incluso el aburrimiento son algunas de las situaciones que podemos ver en los cuadros de Mernet Larsen (Estados Unidos, 1940). La artista, profesora emérita de la Universidad del Sur de Florida, empieza su producción en los años setenta y hace a lo largo de su carrera un camino desde la figuración hacia la abstracción.
Actualmente Larsen pinta escenas del día a día que van desde un encuentro en una cafetería, un paseo en el centro comercial a una reunión del departamento de la Universidad. Desea, como dice en su statement, representar un sentido de permanencia, de peso, pues una vez solidificadas, las esencias de estos eventos tan ordinarios se hacen tangibles. A eso le tenemos que sumar las proporciones que utiliza y una paletas de colores que suaviza la tensión que aquellas son capaces de generar.
Mernet Larsen se inspira en el Renacimiento en lo que se refiere a la narrativa, y en el Constructivismo ruso, sobre todo en la obra de El Lissitsky. Las pinturas del Palacio de Udaipur en India, la narrativa japonesa del siglo XII y la pintura de paisajes de China han contribuido también en esta búsqueda de interacciones a través de perspectivas reversas.
“Quiero puntos de vistas no específicos, una sensación de vértigo, en la que estás agarrando cada situación en tu mente como si la vistieras”, dice. La pintura de Larsen es estructural, sus objetos se someten al nuevo espacio que ella determina. Su intención es precisamente conseguir que estos los eventos se conviertan en entidades muy cercanas al objeto, más allá de cómo las formas se organicen e independientemente del tipo de situación que pinte.
Eso es lo que hace que el resultado sea extraordinario. Mernet Larsen trae una relación novedosa entre objetos y perspectivas en la narrativa pictórica. Hace que sus sujetos, objetificados, lleguen a expresarse aún cuando no muestran ningún tipo de emoción. A la vez, hace que valoremos cada situación que pinta como una cosa. Eso sí, con historias muy concretas por detrás.
Puedes ver otras obras de Mernet Larsen en su página web.