Jon Rafman: las aventuras de un viajero mental

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
7 Min lectura
Videojuegos y comunidades online sirven de base para contundentes reflexiones sobre la tecnología

Simulación, realidad y virtualidad son los ejes inmediatos de muchas de las obras de Jon Rafman (Montreal, 1981). Su trabajo audiovisual reciente reflexiona sobre los límites de la memoria, la nostalgia tecnológica y la influencia de la tecnología actual en quienes somos.

Es el caso de Poor Magic (2017), un homenaje al cuerpo y la consciencia humana en la que llega a utilizar imágenes endoscópicas, o el de la Trilogía Betamale (2013-15) donde la exploración de las imágenes bizarras exponen la disolución del sujeto en la virtualidad.

El artista da mucho de sí y sabe explotar su versatilidad. Excursiones por simulaciones como Second Life o videojuegos como Max Payne 3 han servido de recursos para proyectos como A Man Digging (2013) y Kold-Aid Man (2011).

Pero ha sido por su serie de 2008, 9-Eyes, por la que Jon Rafman se hizo conocido. En ella el artista rescata imágenes «decisivas» y «únicas» de Google Street View.

 

 

 

Jon Rafman, 9-Eyes, 2008-presente. Cortesía del artista

 

 

 

El objetivo del trabajo tiene un claro trasfondo filosófico: afirmar, a través del encuadre del artista, la individualidad de los sujetos pillados por las cameras, y a la vez reflexionar si ese tipo de representación es un símil de como percibimos el mundo. ¿Es posible que seamos tan indiferentes?

9-Eyes hace referencia al número de cámaras del coche de Google. Las imágenes han sido elegidas precisamente por su capacidad de expresar algo único en una época donde este tipo de representación de los individuos con su entorno ha cambiado drásticamente si comparado con otras épocas históricas.

Para Rafman, estas cámaras automatizadas son testigos pero no actúan en la historia. Son indiferentes y desapegadas de las interacciones humanas.

Rafman se pregunta si esta manera de registrar lo que hay alrededor por parte de Google no es a la vez un manifiesto de cómo tenemos estructurada nuestra percepción del mundo. Considera que ser conscientes de este modo de representación puede hacer posible otros tipos alternativos de percepción. Sobre todo por el hecho de que los individuos, una vez señalados por el artista, se afirman en su individualidad y se resisten a ser meros objetos de cameras automáticas.

 

 

 

Jon Rafman, 9-Eyes, 2008-presente. Cortesía del artista

 

 

 

El viaje de la comprensión de nuestra subjetividad a través de las imágenes hechas por Google pasa a otro nivel cuando el artista se sienta a explorar las simulaciones virtuales. En sus andanzas por Second Life su objetivo es entender qué sucede cuando esta «segunda vida» entra en la «primera vida».

Entender el «mundo virtual» como una dicotomía del «mundo real» ya no tiene cabida. Tiempo que pasamos allí, tanto construyendo estos mundos como creando historias, momentos y recuerdos, hace que la barrera se desvanezca.

El resultado de proyectos como Kold-Aid Man (2011), un personaje que viaja por diferentes escenarios, enseña las posibilidades de la plataforma para darle alas a las fantasías sexuales más exóticas, y pone de manifiesto el poder del deseo en este tipo de dominio.

 

 

 

 

 

 

 

Ya en la Trilogía Betamale (2013–15), compuesta por Still Life (Betamale), Mainsqueeze e Erysichthon, la relación del deseo y la tecnología son todavía más explotadas.

Las imágenes, muchas veces inquietantes, muestran la contradicción entre la libertad prometida por los espacios virtuales, donde el sujeto prefiere desaparecer en detrimento de su propia vida, y donde realmente acaba atrapado.

 

 

 

 

 

 

 

Bien es cierto que algunos de sus videos rozan el surrealismo, pero siempre hay trasfondo reflexivo contundente. Es el caso de A Man Digging (2013), una reflexión sobre la memoria con imágenes del videojuego Max Payne 3.

La memoria ya no se entiende no como una manera de explorar el pasado, sino como medio de experiencia, una especie de lugar, como lo es la Tierra para las ciudades.

 

 

 

 

 

 

 

Los videos de Jon Rafman traspasan lo meramente abstracto y experimental. La utilización de comunidades online y videojuegos combinados con la literatura, invita a todo tipo de cuestionamientos.

¿Hasta qué punto nos hemos dejado llevar por la tecnología? ¿Hasta qué punto nos hemos perdido en ella? ¿Es posible o deseable librarse de esta impregnación tecnológica? ¿Cuál es el papel de nuestras emociones en nuestra percepción de esta realidad extendida?

Sea cual sea la respuesta el viaje por sus videos vale la pena. Cabe decir que no todo de Jon Rafman queda en lo virtual. Algunas de sus obras han ganado materialidad en muestras de prestigio y museos alrededor del mundo. Además de esculturas hechas en impresora 3D, la serie Brand New Paint Job (2013), que recrea interiores inspirados en artistas consagrados como Juan Gris o Georgia O’Keeffe, se ha convertido en instalación en la Bienal de Venecia de 2013.

Por cierto, si te encuentras en Italia, puedes ver las obras de Jon Rafman en su exposición The Mental Traveller, hasta el 24 de febrero de 2019 en la Palazzina dei Giardini, en Moneda.

 

Puedes ver más obras de Jon Rafman en su página web, canal de Vimeo y en su perfil de Instagram.

 

Referencias:

RAFMAN, J. Sixteen Google Street Views, 2009.

Pin-Up, Issue 15, Fall/Winter 2013-14.

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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.