Los bodegones de la artista canadiense impregnan la atmósfera barroca con elementos de la cultura popular
Imposible no dejarse llevar por los mensajes ocultos de los bodegones de Kathy Ager (1981), artista y diseñadora gráfica canadiense. Ella los incluye no solo en sus lienzos como también en los títulos que elige sus obras, una interesante mezcla de pintura flamenca con un aire contemporáneo.
La artista, que vive actualmente en Amsterdam, combina elementos clásicos de la pintura holandesa con objetos de valor personal, creando una atmósfera privada y a la vez inquietante que apunta decididamente hacia lo atemporal.
Su proceso creativo cuenta con el uso de fotografías realizadas por ella misma e imágenes encontradas en Internet. Para la obra Smokin’ Me Out (2018), una de las que utiliza animales muertos, ella comenta que ha llegado a comprar una cabeza de cerdo para fotografiarlo con cigarrillos en la boca. Para ella, sus composiciones son una manera de encarar la oscuridad y, finalmente, dominarla, cosa que los maestros flamencos han sabido hacer a la perfección.
La reacción del público es importante y por eso los objetos elegidos por ella reflejan directamente la cultura popular. Encontramos zapatillas, libros, bates de béisbol, estatuas tatuadas, grafiti, vasos de plástico, patatas fritas y alguna que otra marca representada, como Nike o Adidas. Mecheros aparecen junto a frutas, flores, animales sacrificados y personajes de dibujos animados. Ironía y la belleza van de la mano.
Como los bodegones flamencos en su intento de inmortalizar lo efímero, Ager nos hace ver estos objetos consumibles y desechables de una manera transcendente. ¿Escaparemos de ellos por mucho que los critiquemos? Está claro que no.
De todos modos, los fondos oscuros con composiciones exuberantes generan cierta fascinación. Y más si la artista sabe combinar con picardía toda suerte de elementos capaces de entretener pero también de suscitar la reflexión a las miradas más atentas. Ager sin duda lo consigue.
Hoy por hoy, hay una clara tendencia a revisitar la pintura flamenca. Por poner algunos ejemplos, los bodegones de Christian Rex van Minnen –que Ager cita como una de sus inspiraciones– compensan lo más aterrador del corpus de su trabajo. Scott Scheidly y Bas Meeuws, lo hacen desde distintos medios, el primero a través de la pintura, y el segundo a través de increíbles montajes fotográficos de flores. Los dejamos enlazados porque vale la pena echarles un vistazo.
A todo eso, a Kathy Ager el reconocimiento le ha tocado de manera relativamente rápida. Pocos meses después de exponer sus obras por primera vez en Internet, ha llamado la atención de la galería Thinkspace de Los Angeles que ahora la representa. Ella expone allí hasta el 20 de julio de 2019. Si estás por Los Angeles, ya lo sabes.
Tienes más información sobre Kathy Ager en su página web y también en su perfil de Instagram.
