Miao Ying y el control de Internet por parte de China

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
13 Min lectura
La artista explora la relación dialéctica entre la World Wide Web y la Internet de China

“Vengo aquí cuando necesito estar solo”, escribió una vez un amigo refiriéndose a la red social de Google, G+. La ironía se asemeja a una de las premisas de la obra más reciente de Miao Xing (Shanghai, 1985), Hardcore Digital Detox (2018), presentada este año por MadeIn Gallery en Liste, la feria de arte emergente que ocurre en paralelo a Art Basel.

Si necesitas un tiempo de relax de las grandes compañías que dominan Internet, ella te ofrece una buena solución: instálate una VPN –Virtual Private Network– con la IP de China y ve a navegar por la Internet de allí, donde todos estos servicios están bloqueados por el Gran Cortafuegos (Great Firewall).

Y es que resulta que para acceder a la red china en muchas ocasiones también se necesita burlar su bloqueo. Pero hay un bloqueo aún más interesante de burlarse: ¿es posible ser una artista que critica precisamente la censura, en un país como China, y conseguir vivir de ello?

 

Miao Ying, Hardcore Digital Detox, 2018. Captura de pantalla

 

La historia del control de Internet por parte del Gobierno de China tiene precedentes en la Revolución Cultural. Es más complicado de lo que imaginamos e inspira, obviamente, a artistas como Miao Xing, que ha visto toda la transformación y dedica al tema la mayor parte de su trabajo. Entender su trabajo es a la vez entender el desarrollo de la censura en Internet de allí.

 

Para que nos hagamos una idea, China abre al público el acceso a la red en el año 1994. En 1997, con la aprobación de la ley de ciberseguridad CL97 se toman las primeras medidas de control y censura de todo contenido que pueda suponer un peligro a los intereses nacionales y su unidad: distorsiones, rumores, atentados al orden social entran en la lista junto a los contenidos sexuales, apuestas, violencia o asesinato.

En los años siguientes, 1998 y 1999, China tuvo dos grandes precedentes para apretar aún más las reglas sobre el mundo virtual. En 1998, un ingeniero de software filtró 30.000 direcciones de emails a una revista pro-democrática de los Estados Unidos. Ha sido el primer juicio por crimen virtual de la historia del país y el acusado ha sido enviado a la cárcel. A finales de este mismo año, China ilegalizó el Partido Democrático de China, temiendo la amenaza al liderazgo del gobierno.

En 1999, en movimiento espiritual Falun Gong ha logrado organizar a través de teléfonos móviles y emails una manifestación de cerca de 10.000 personas alrededor de la sede del Partido Comunista. El evento ha desembocado en persecución por parte del gobierno: Falun Gong ha sido considerada una “organización herética” capaz de desestabilizar la sociedad. Páginas que mencionaban Falun Gong han sido bloqueadas y muchos miembros acabaron en prisión.

A partir de ahí lo que conocemos como el Escudo Dorado (Golden Shield) y el Gran Cortafuegos (Great Firewall) se hicieron cada vez más duros y sofisticados. El primero sirve para cuidar de los asuntos relacionados del Estado como la seguridad nacional y vigila a millones de personas, mientras el segundo funciona una máquina de propaganda dedicada a bloquear palabras y páginas extranjeras.

Google y Wikipedia han sido los primeros servicios occidentales a ser bloqueados en 2012 y 2015 respectivamente, junto a una gran lista de servicios y publicaciones.

En 2017, China finalmente bloqueó las redes sociales y gran parte de las VPNs y, recientemente, publicaciones como The Guardian, HuffPost, Washington Post y NBC fueron barradas después de sus reportajes sobre el aniversario de la masacre de Tiananmen en junio de 2019.

 

Miao Ying, Hardcore Digital Detox, 2018. Captura de pantalla

 

Todos los servicios que disfrutamos en la Internet occidental tienen su equivalente en China, por lo que la red ahí se ha ido convirtiendo en un ecosistema muy peculiar.

Para una artista joven como Miao Ying este proceso es fascinante y así lo deja ver en sus obras: además de la preocupación por el control de la representación de la realidad, ella explora también la genialidad de los memes, gifs, la estética y las creaciones particulares de allí.

Ying describe su relación con el Gran Cortafuegos chino como de amor y odio.

En un primer momento, la artista ha tratado la censura china como la gran enemiga. En uno de sus primeros trabajos, intitulado Blind Spot (2007), Ying hizo un diccionario de todos los términos bloqueados en google.cn.

 

Miao Ying, Blind Spot, 2007

 

La artista cuenta en entrevista a Rhizome que la realización de la obra tenía como fin cambiar las cosas, pero a la larga ha sido la censura la que la ha cambiado:

 

La censura es como un novio/novia a la que no puedes dominar. Es incluso peor; es como desarrollar un síndrome de Estocolmo –una unión traumática–. Este tipo de amor ocurre en ambientes cerrados donde el secuestrador –quien hace las reglas– se convierte en alguien tan poderoso que gradualmente te enamoras de él.

 

Con el paso del tiempo, Miao Ying empezó a apreciar la autocensura y lo que se genera a partir de ella en los intentos de burlarla.

A parte de las críticas que evidentemente hace a lo largo de sus piezas, ella trata de mostrar que la creatividad y la libertad de expresión también son muy estimuladas por la censura al contrario de lo que pueda parecer.

En Chinternet Plus (2016), obra en formato de página web comisariada por el New Museum de Nueva York, Ying va presentado las bases de lo que pretende ser la Internet Plus, lanzada por el Gobierno de China en 2015 para promover las transacciones en la nube en los comercios, industrias y bancos.

 

Miao Ying, Chinternet Plus, 2016. Captura de pantalla

 

El manifiesto sugiere que lo que viene a continuación es una “filosofía falsificada”: la creación de un logo de por sí atrae al público, y la manipulación de imagen funciona de manera similar a la del filtro de la app de fotos MeituPic que limpia la polución. “La realidad no debe detenerte” es uno de sus eslóganes.

La Chinternet busca “cultivar una realidad emergente” a través del control de su representación. No se presentan planes concretos, tan solo palabras vacías que satisfacen a los medios.

Ya en Hardcore Digital Detox (2018), obra comisariada por el Museo M+ de Hong Kong, la crítica es aún más compleja e irónica y tiene como anzuelo de la industria del bienestar (wellness) tan común en Occidente.

Hardcore Digital Detox se define como una “herramienta de consejos estratégicos de estilo de vida”. Enfatiza la idea de que la  cultura global de Internet funciona a base de filtros burbujas, a la vez que trabaja la relación dialéctica entre la red de Occidente y la red controlada de China.

Hay crítica, ironía e humor para ambos sistemas. Al fin y al cabo, ella propone un detox digital dentro del mundo digital.

Para lograr el bienestar hay que pasar por el fuego, el Gran Cortafuegos, y maravillarse en este espacio donde grandes empresas como Google, Facebook, WhatsApp, Instagram, Netflix, Uber, Twitter, Vimeo y Amazon han sido bloqueadas.

 

Miao Ying, Hardcore Digital Detox, 2018

 

Aparecen otros símbolos rodeados de misticismo como la piedra. A partir del dicho de que “las piedras de otra colina pueden servir para pulir el jade de esta” –refiriéndose a que los defectos de la red occidental pueden servir para mejorar las estructuras de la red de allí– traza su doble crítica.

Otra de los consejos importantes para el detox es lidiar con la persecución de las cookies: Ying nos enseña como engañarlas haciendo clics en las cosas que odias.

Nos invita además a que nos dejemos llevar por el arte de aquí y ahora, haciéndonos un “selfie analógico”; y, por qué no, disfrutar también de las conversaciones reales que genera Baidu, la app de mapas de China, que tiene frecuentemente parte de su contenido borrado y te obliga a pedir información a los demás.

 

Miao Ying, Hardcore Digital Detox, 2018

 

En el centro de la cuestión, Ying comprende que toda la censura funciona en la red china como “un espacio negativo”, lo que en arte no deja de ser un espacio plenamente funcional.

¿Es posible ser una artista de la censura en Internet en China y vivir de ello? Hemos visto que sí. Pero no sin dificultades. Miao Ying cuenta que en una ocasión ha tenido que autocensurarse para seguir mostrando su trabajo en una exposición. No obstante, ella trabaja como artista a tiempo completo.

Miao Ying vive entre Nueva York y Shanghai. Realiza sus piezas en videos, páginas web, instalaciones, pinturas, dibujos, gifs, etc.

Ha estudiado Bellas Artes por la Academia China de Bellas Artes de Hangzhou y tiene un máster de Artes Electrónicas Integradas por la Escuela de Arte y Diseño por la Alfred University de Nueva York.

Su trabajo ha sido visto en diferentes países y principales ferias de arte, incluyendo Art Basel 2019, Art Basel Hong Kong, la Bienal de Venecia de 2015 y la Bienal de Gwangju de 2018.

 

Referencias:

China launches crackdown on social media, The Art Newspaper, 2 de julio de 2017.

Elizabeth C Economy, The great firewall of China: Xi Jingpings’s internet shutdown, The Guardian, 29 de junio de 2018.

Hardcore Digital Detox, Curatorial Statement, M+ Stories, Museo de Cultura Visual de Hong Kong.

Miao Ying Studio.

Miao Ying, Chinternet Plus (2016).

Miao Ying, Hardcore Digital Detox (2018).

Miao Ying: Chinternet Plus, New Museum, 2016.

Waterson, J. (2019): Chinese government blocks The Guardian website, The Guardian, 7 de junio de 2019.

Whittaker, I (2015): Artist’s Profile: Miao Ying, Rhizome, 8 de julio de 2015.




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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.