Pablo Llana: “Las empresas deben reducir su producción de plástico en lugar de comprometerse a reciclar”

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
10 Min lectura
El artista mexicano hace una llamada a la concientización sobre consumo de comida basura

La alimentación y la ecología están a la orden del día. Hace años acompañamos el auge de la comida basura y las terribles consecuencias para la salud y para el medio ambiente. En los últimos meses, campañas desde diferentes partes del globo alertan sobre la excesiva producción de plástico y su impacto en los océanos y la vida marina.

La búsqueda de dietas más saludables, a la producción de alimentos orgánicos, o la inclusión de veganos entre los clientes son tendencias indiscutibles. Sin embargo, la alimentación rápida e industrial está lejos de ser un tema zanjado. Esta denuncia es la gran propuesta del artista mexicano Pablo Llana (Tijuana, 1980), a quien he entrevistado esta semana.

Llana convierte envoltorios de productos de comida basura en magníficas piezas que van desde lienzos y esculturas hasta vestimentas. Todo es político. La crítica al sistema capitalista y la globalización, bien como la obesidad resultante, son partes esenciales de un discurso fundamentado en su propia observación del encuentro de las culturas estadounidense y mexicana desde la fronteriza Tijuana.

 

Pablo Llana, Violencia Oral, 2012

 

P. Pablo, tu trabajo es una crítica a la sociedad de consumo utilizando un elemento clave como es la propia basura que ésta genera. ¿Cómo surgió la idea de incorporar estos elementos a tus obras?

R. Yo inicié en las artes hace 19 años realizando piezas con pintura convencional. Fue en 2009 cuando dejo la pintura y me arriesgo a empezar de cero utilizando envolturas de comida chatarra como material pictórico. En México mi país, el 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad. La obesidad en México es considerada un problema relativamente nuevo en este país, siendo ésta generalizada en el año de 1980 con la llegada de los alimentos procesados en la mayor parte del mercado de comida mexicana. Lo que a mí me interesa de manera determinante con mi propuesta artística es evidenciar con certeza el alto índice de productos que la población tanto mexicana como la estadounidense compra.

Pablo Llana, Mouthful, 2017

 

P. Conseguir los envoltorios y mantenerlos no debe de ser tarea fácil. ¿Cómo gestionas las donaciones?

R. Comencé recolectando envolturas que me encontraba en la calle, después le pedí a una familia cercana a mi que si me podía guardar todos los envoltorios de productos denominados chatarra que adquirían cada semana, ahora mismo tengo 12 familias tanto mexicanas como estadounidenses que radican en Estados Unidos que me guardan en lo que gastan. El proceso comienza por limpiarlas, desinfectarlas, luego separarlas por colores haciendo así mi tarea mas facial a la hora de requerir tal pigmento o color deseado para trabajar.

Pablo Llana, Regret, 2018

 

P. Hacer ver toda esta cantidad de envoltorios junta es uno de los puntos que hace que tu trabajo sea súper impactante. No nos damos cuenta de lo que consumimos ni cuánto. ¿Dónde crees que está la trampa? ¿Es el marketing y el diseño, más que la comida en sí, los que hacen que esta superproducción prospere? o ¿es el exceso de oferta lo que acomoda a los individuos a este tipo de consumo?

R. Son muchos los factores, entre ellos el sedentarismo aunado éste al marketing. Las grandes compañías de comida chatarra son un negocio, ni más, ni menos. Es algo de lo que no siempre nos percatamos o que obviamos, pero esa conciencia debería estar presente en la mente de todos cuando cruzamos las puertas de alguno de sus establecimientos.

Las empresas dedicadas al fast-food no ofrecen ni los mejores productos, ni los más saludables. Y todos lo sabemos. Sus artículos no cuentan con la presentación más chic del mercado, ni están elaborados en la gran mayoría de los casos con alimentos de calidad premium. Entonces ¿por qué seguimos acudiendo de forma masiva a degustar “sus manjares”? Por la localización estratégica, la publicidad llamativa, los horarios dilatados, el formato menú y la captación de los más pequeños.

 

Pablo Llana, Hansel y Gretel, 2012

 

P. También haces esculturas a partir de objetos intervenidos, como es el caso de ‘Catapultalista’. ¿Cómo los eliges? ¿Hay alguna historia por detrás de cuándo conseguiste este trozo de valla de frontera com EEUU?

R. Cuando realizo ese tipo de piezas me enfoco precisamente y de manera concisa en el material, el material puede hablar por si solo, posee una historia, una vida detrás. En el caso de “Catapultalista” es una pieza realizada con un pedazo de la valla que divide a Estados Unidos de México, no fue tarea fácil el obtener el pedazo, tuve que hacer un campo de investigación previo.

 

Pablo Llana, Catapultalista, 2013

 

P. La escultura ‘Sométete a tu placer’, en el marco de la exposición Shut Up and Eat, deja la impresión de que la alimentación es quizás el vehículo principal de alienación del sistema capitalista y a la vez uno muy peligroso. ¿Por qué centras el foco en la crítica a la alimentación? ¿Es la vía más fértil de penetración de la cultura americana en México?

R. Actualmente en cualquier día de la semana alrededor del 6 por ciento de los estadounidenses come alimentos que compran para llevar. Por primera vez en la historia de Estados Unidos el gasto en restaurantes es más alto que en el supermercado para el estadounidense promedio. Es evidente que los Estados Unidos tienen una cierta influencia sobre México (culturalmente y socialmente). Hay que saber también que los Estados Unidos y México son países fronterizos (3200 kilómetros de frontera común). La influencia cultural americana, debida a los flujos migratorios y a los lazos históricos muestran bien la relación méxico-americana. Al nivel comercial, los Estados Unidos son el socio ultra dominante de México: son el primer proveedor y el primer cliente en este país. En materia de obesidad, México vive una grave situación porque se ha convertido en el segundo país del mundo con el mayor número de adultos obesos sólo después los Estados Unidos. En efecto, tres de cada siete mexicanos tienen una cintura más grande de lo que deberían, por ende mi critica a estos hábitos perjudiciales en nuestro siglo.

 

Pablo Llana, Sométete a tu placer, 2015

 

P. Hoy por hoy hay una campaña mundial sobre el impacto del plástico en el océano y tú seguramente estás poniendo tu granito de arena en la sensibilización. ¿Crees que nos estamos haciendo más conscientes de lo que consumimos y cómo producimos la comida? ¿Hay margen para el optimismo?

R. Afortunadamente, en todo el mundo, las personas están avanzando para presionar a las empresas y los gobiernos para que reduzcan y prohíban los plásticos desechables. Un grupo de personas en Veracruz México presionó eficazmente para que el Congreso estatal prohibiera las bolsas de plástico y los popotes. En Ullapool, un pueblo escocés, se declaró libre de plástico después de que las y los niños de la escuela se unieran para hablar sobre el tema con los dueños de negocios y su personal. Casi 100 cafeterías en Grecia han acordado dar descuentos a los clientes que traen sus propias tazas reutilizables, gracias a los esfuerzos de una campaña dirigida por voluntarios y voluntarias. Y hay mucho más por venir.

Estas grandes victorias nos alientan a seguir con nuestra demanda para que grandes marcas, incluidas Coca-Cola, McDonald’s, Starbucks, Procter & Gamble, Nestlé, Pepsi y Unilever, asuman una verdadera responsabilidad en la contaminación por plástico que ayudaron a crear. Las empresas deben reducir significativa e inmediatamente su producción de plástico en lugar de “comprometerse” a reciclar más o en aumentar el contenido de reciclaje de sus empaques de plástico.

 

Pablo Llana, McFat, 2015
Pablo Llana, Marie Antojada, 2015
Pablo Llana, Vestido para matar, 2010

 

Si te intriga el trabajo de Pablo Llana no dejes de pasarte por su página web, o seguirlo en Instagram.

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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.