Kepa Garraza: «Trato el uso político de las imágenes y su potencial simbólico»

María von Touceda Por María von Touceda
15 Min lectura
Las claves sobre el pensamiento detrás de las mayores series del artista vasco

Kepa Garraza (Berango, País Vasco, 1979) es un artista cuya obra tiene la fuerza de quien se baña en el Mar Cantábrico. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, completa su formación académica en el Bradford Art College de Inglaterra y en la Universidad de Barcelona.

Irrumpió en la escena nacional en el 2004. Desde ese año, continuó con un discurso rotundo sobre las relaciones entre el arte y poder. A través de una estética impecable, el artista nos transporta al lado crítico de la razón para abofetearnos con sus contradicciones como lo hace la propia vida.

Kepa Garraza aúna pericia técnica y un discurso muy elaborado, atributos que también acompañan a los grandes genios de la Historia del Arte. Su talento no se puede poner en duda y augurar en su trabajo un futuro lleno de éxitos es ya un hecho consumado. Conversamos con él sobre su trabajo.

 

 

 

Kepa Garraza, Abraham Lincoln, 2016. Pastel sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tu obra está muy presente el terrorismo pero no haces ninguna referencia al ya concluso conflicto vasco. ¿Tiene algo que ver en tu imaginario haber crecido durante los años ochenta, en Euskadi, cuando la lucha aún estaba en plena efervescencia?

R. Efectivamente, crecí en un contexto social donde el terrorismo era una cuestión tabú, por lo menos cierta forma de abordar el terrorismo. Inevitablemente eso influye en la forma de entender tu propio contexto social. Puedo decir que ese tabú se ha prolongado hasta hoy día. Por otra parte tengo pensado hacer una obra sobre E.T.A. en los próximos meses, algo que sé de antemano generará polémica y resultara desagradable para cierto tipo de espectador.

 

 

 

Kepa Garraza, Action of Assault on Art 9, Madrid, 2008. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tu serie POWER dibujas estatuas de grandes poderosos de todas las épocas haciendo alarde de una técnica perfecta que aún les suma más poder si cabe. Utilizas una enrevesada «retranca» para hacer crítica. ¿Es la ironía la mejor arma?

R. Una de las mejores. También es una estrategia de camuflaje y ocultación. Me gusta moverme en el terreno de la ambigüedad. Creo que la clave está en el humor y en la sutileza a la hora de manejar este humor. La ironía es posiblemente uno de los pocos elementos que ha permanecido presente en mi obra durante toda mi carrera, desde los inicios. El grado de humor, la gravedad y el sentido político han variado, pero la ironía siempre ha estado ahí.

 

 

 

Kepa Garraza, Hadrian, 2016. Pastel sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué peso emocional le confieres al color negro en esta misma serie?

R. Un peso absoluto. Y no solo emocional, también ideológico, simbólico y estético. El negro y los diferentes grados de grises que se aproximan al negro total tienen una importancia fundamental dentro de la serie. Son el elemento aglutinador, el pegamento que hace que todo permanezca unido, que tenga sentido no sólo desde un punto de vista estético. El negro unifica a los diferentes personajes, en cierta medida anula sus diferencias y ofrece al espectador un relato oscurecido de la historia.

 

 

 

Kepa Garraza, Charles V, Holy Roman Emperor, 2016. Pastel sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tu serie Kepa Garraza te inventas a un álter ego que es un artista con tu mismo nombre y rostro pero nacido en 1957. ¿Lo amas, lo odias o ambas respuestas son correctas?

R. Puedo afirmar con toda certeza que se trata de un auténtico gilipollas [risas]. Bromas aparte, mi álter ego es una caricatura del artista como diva, es un guiñol, un esperpento. De alguna forma es un ejercicio de introspección para intentar entenderme a mí mismo como artista, a la vez que me rio del sistema del arte y sus excesos.

 

 

 

Kepa Garraza, Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Kepa Garraza. Nueva York, 1983, 2012. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué le dirías a alguien que te acusa de incongruente por criticar el sistema que rodea al arte desde el propio arte?

R. Que sólo intento evidenciar una de las múltiples contradicciones y perversiones que tiene este sistema. En ningún momento quiero realizar un alegato moralizante, mi intención es otra, es ser abiertamente e intencionalmente ambiguo, resultar contradictorio. Vivimos en un sistema social plagado de contradicciones y el arte simplemente las evidencia. Desconfía siempre del arte como sistema de pensamiento único, desconfía de la moral y la virtud.

 

 

 

Kepa Garraza, Action of Assault on Art 12, New York, 2009. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. La muerte también está muy presente en tu trabajo reflejando a grandes genios de la Historia del Arte en sus momentos finales. ¿Qué hace de la muerte un tema estrella?

R. Posiblemente el hecho inequívoco de que todos vamos a morir. Como ateo militante que soy, no tengo un sistema de creencias que me sirva de colchón emocional para afrontar el hecho de mi desaparición física. Tal vez por ello me vea tan atraído y fascinado por la muerte y el fin de la conciencia. Es el gran tema universal desde que nuestra especie es consciente de su propia existencia, es la maldición a sufrir por ser capaces de percibir el tiempo y por lo tanto nuestra propia caducidad.

 

 

 

Kepa Garraza, Action of Assault on Art, 7, Paris, 2008. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. La política también es una constante en tu trabajo. ¿Crees que se trata de un tema peliagudo o que, por el contrario, todo es política?

R. Comprar en IKEA es política. Pagar un alquiler de un piso es política. Pagar el IVA es política. Todo es política y a la larga historia. Quizás no me interese tanto la política como la narración de nuestra realidad política que luego acaba convirtiéndose en historia. La narrativa de la historia contemporánea y cómo se genera es fascinante. Es peliagudo porque es real, cercano y puede ser peligroso.

 

 

 

Kepa Garraza, Protester 1, 2013. Pastel negro sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. Aunque tus obras no sean de estética romántica tus temas sí lo son. ¿Eres un poco el Caminante entre las nubes de Friedrich sobre el monte Artxanda?

R. Pues un poco puede que sí [risas]. Efectivamente los grandes temas del romanticismo están presentes en mi obra. Es un periodo artístico e histórico que me fascina, quizás porque fue el último momento histórico realmente esperanzador en la historia de Europa. Simboliza todos las esperanzas en un futuro y en una humanidad mejor que lamentablemente se han convertido en decepción.

 

 

 

Kepa Garraza, Cuatro News, December 2014. Témpera sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. Toda esta temática lleva de manera natural a que tu última serie sea sobre el apocalipsis, ¿no es así?

R. Sí, así es. Se trata de una serie construida en forma de tributo. Sé que es lo más raro que he pintado nunca, pero es mi ofrenda en forma de obra y desde la perspectiva de fan. Es un tributo a un género cinematográfico, así como a la pintura romántica alemana. Es una serie sin demasiadas aspiraciones, pero es algo que apetecía hacer, quizás he querido mostrar una faceta desconocida de mí mismo. Y por supuesto puede entenderse como un proceso autoconclusivo, donde se cierran muchas de las cuestiones que he planteado en mis obras a lo largo de los años.

 

 

 

Kepa Garraza, Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017), 2018. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. Como residente en Bilbao, ¿qué impacto crees que ha propiciado el Guggenheim sobre los artistas que vivís allí?

R. Un impacto prácticamente nulo. El Guggenheim funciona como un contexto y una realidad autónomas, lo que no tiene por qué ser malo, simplemente utiliza unos canales diferentes y muy alejados al contexto artístico local. Yo disfruto enormemente de las expos que trae el museo, es una suerte poder tenerlo tan cerca de casa, pero no creo que exista necesidad (ni voluntad política) para fusionar ambas realidades, están demasiado alejadas, son incompatibles. Yo me limito a gozar del museo como espectador y a observar cómo éste ha modificado y mutado su entorno próximo. No creo que tenga que interactuar con él, mi contexto es otro, uno muy alejado de la realidad del Guggenheim.

 

 

 

Kepa Garraza, Celebration 3, 2012. Acuarela sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuáles son tus referentes de la Historia del Arte?

R. Múltiples y diversos. Me encanta el Barroco español, Ribera especialmente. Caravaggio me fascina. Me gustan mucho Ingres y David. Goya cada día me apasiona más. El siglo XIX español, el neoclasicismo francés y el academicismo trasnochado de finales del XIX. Me encanta Jeff Koons. Hay tantos artistas que me han influenciado y a los que admiro profundamente que es difícil hacer una lista. También me encanta el cine y los cómics y hasta los videojuegos, mis fuentes de inspiración son de lo más diversas.

 

 

 

Kepa Garraza, TVE1 News, May 2014, 2014. Témpera sobre papel. Cortesía del artista

 

 

 

P. Además de los propios materiales artísticos con los que trabajas, ¿qué no falta nunca en tu taller?

R. Soy un hombre de hábitos y costumbres fijas. Por eso, llevo unos 16 años trabajando en el mismo estudio, en dos esquinas diferentes, una para pintar, otra para dibujar. Empiezo mi jornada sobre las 9.30 y 10:00, a veces antes. Últimamente escucho podcast sobre historia, ciencia y política y algún programa de humor. Mientras trabajo consumo café, té y Coca Cola Light, no pudo prescindir de ninguna de las tres. Como pronto y rápido, sobre las 13:00. Trabajo con luz natural siempre que se puede y si no la refuerzo con unas fluorescentes de luz día. Trabajo siempre solo, no me gusta la compañía prolongada en el estudio, si bien agradezco alguna visita. Después del estudio me gusta hacer deporte. Mi rutina es simple y fija y no me gusta alterarla.

 

 

 

Kepa Garraza, Kate Moss, Kepa Garraza. Paris, 1994, Óleo sobre lienzo, 2011. Cortesía del artista

 

 

 

P. Cuéntanos un poco que nuevos proyectos se te presentan este 2019.

R. Llevo unos meses trabajando en un nuevo proyecto en dibujo, su título provisional es Propaganda. Puede entenderse como una prolongación de POWER. Trata el uso político de las imágenes y su potencial simbólico dentro de la tradición del arte occidental. Sin embargo, es una manera muy personal y subjetiva de abordar este asunto. Analizo elementos como la representación de la figura líder y su familia, los atributos físicos, psíquicos del poderoso o el uso de la violencia como representación del dominio y el poder. Es una serie más compleja que POWER, más ambiciosa, pero también me permite ser un poco más libre, menos riguroso en cuanto a los límites que me impongo a la hora de desarrollar una serie.

 

 

Puedes ver otras obras de Kepa Garraza en su página web y en su perfil de Instagram.

Compartir este artículo
Seguir:
Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.