Fernando Patiño: «La sociedad te pide que te definas y desarrolles una imagen aunque seas otra cosa»

Javi Camino Por Javi Camino
17 Min lectura
Las inquietudes, el pensamiento y la rutina del pintor gallego especializado en la técnica del ‘fumage’

¿Cómo presentar a un personaje que intenta huir de etiquetas, significantes y autodefiniciones? Podríamos hablar del Fernando Patiño (Ferrol, 1976) músico de samba, del montador, del admirador de Sócrates, del actor, del director de teatro o del camarero, pero nunca estaríamos ni remotamente cerca de la verdad. Tampoco estaremos mucho más acertados diciendo que Fernando Patiño es un pintor especialista en fumage pero no nos queda otra que hacerlo. El mapa no es el territorio pero siempre sirve de ayuda para no perdernos en nuestras excursiones hacia lo desconocido. Así que sí. Fernando Patiño es un artista del fumage, una rarísima técnica inventada por el surrealista Wolfgang Paalen en 1936, consistente en pintar el lienzo con humo. Una técnica laboriosa con la que Patiño ha llegado a alcanzar un nivel de virtuosismo y definición figurativa pocas veces visto. Un verdadero alquimista lacaniano capaz de convertir el humo en oro.

 

 

P. Tu padre te puso delante de un caballete de pintura con tan solo cuatro años. ¿El artista nace o se hace?

R. Yo creo que el artista, en gran medida, se hace. Porque por mucho talento que tengas si no trabajas no llegas a ninguna parte. Pero esto no solo en el arte sino en cualquier campo. Hay gente que nace con ciertas aptitudes y es capaz de aprender mucho en poco tiempo pero también con menos capacidades, trabajando duro y con algo más de tiempo se puede llegar al mismo nivel. Encuentro que esa es la principal diferencia: el tiempo que te va a llevar.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. Algunas de tus obras requieren cerca de 500 horas de trabajo. Hacer la foto, el dibujo, las plantillas tan obsesivamente detalladas, dar el humo… Está claro que vago no eres.

R. Yo curro mogollón. Baso todo en el trabajo. Me levanto a las 5:30 de la mañana, leo dos horas y luego me pongo a pintar hasta las 19:00 de la tarde sin parar. Bueno, paro para comer, claro (risas). En ese tiempo corto Internet y estoy totalmente aislado. La vida del pintor es muy solitaria. Hay semanas en las que no hablo con nadie durante cinco días.

P. ¿Qué te gusta leer?

R. Me gusta mucho la filosofía y me encanta Lacan. Soy muy lacaniano: la cultura sanciona, el significante paterno… La pintura es mi significante paterno. Yo he luchado contra eso. Por eso he intentado hacer otras cosas y he estado diez años en el audiovisual, pasando de pintar. Lacan es un tío muy interesante pero muy complicado.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. ¿Por qué el fumage?

R. Bueno, ahora vais a flipar (risas). No fue el primer material que barajé. Mi idea era pintar con algo etéreo y barato. El primer material que pensé fue el de mi propia digestión. Lo iba a titular Cuadros de Mierda. Se trataba de eso, de que ya en la actitud fuera la autocrítica. A mí esto de “el arte” y “el artista” me da por el saco. Entrar por galerías, mercados, publicidad… Yo no soy nada de eso. Vale, es mi trabajo, forma parte de mí y condiciona mi vida pero yo no soy eso.

P. ¿Llegaste a hacer algún cuadro de mierda de prueba?

R. Lo desconsideré en un par de días (risas). Pero te digo una cosa: molaba un huevo. Imagínatelo todo currado. Lienzos grandes con escenas de interior, todo bien barnizado, bien facturado… Tenía un punto de la hostia. Creo que hay un artista que ya pintó con la mierda de su gato. Pero con la mierda propia no tengo referencias. El punto era hacer algo que no hiciera nadie. A mí me gusta apostar fuerte. Si me meto, me meto a tope. Lo del fumage pues ya conocía la técnica desde los veinte años por un autor que se llama Jiri Georg Dokoupil, que fue el primero que llevo el fumage a lo figurativo. Hacía mujeres desnudas debajo de la ducha. Quería conseguir agua con el fuego, esa paradoja. Trabajar con humo mola mucho. Es complicado pero me va la marcha.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. ¿Crees que puede haber un punto masoquista en la elección de una técnica tan laboriosa?

R. (Afirma con la cabeza y sonríe) Pero detrás de un masoquista, ¿qué hay? Un sádico. Soy los dos. El sádico que dice “vas a hacer esto y va ser tela” y luego el masoquista, el que hace la plantilla y dice “joder, vaya ideas se te ocurren. A ver si te simplificas y mejoras un poco pintando”. Eso es de ser malo. Los que perfeccionamos tanto es porque somos muy malos pintando. La gente buena es simple: Miró, Tàpies, Mondrian, Pollock… Esos son mis pintores.

P. ¿Las fotos también las haces tú? ¿Tienes algún referente en este sentido?

R. Las hago yo. A veces suena la flauta pero soy muy malo. Trato de hacer una foto donde yo obtenga lo que quiero para pintar, no es una foto artística. Yo ni siquiera coloco a los modelos. Los dejo improvisar porque cuando llevo una idea preconcebida me sale un cliché.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. Hay un elemento que se repite constantemente en la exposición: la decapitación. ¿Qué pensaría Freud sobre esto?

R. (Risas) Le molaría pero me querría para su consulta. La decapitación me ha traído muchos disgustos. Es el único cliché de la exposición. El resto lo veo más genuino. Pero se trata de lo que estamos hablando: la cultura. Esos individuos no están sujetos por ellos mismos. ¿Por quién están sujetas sus cabezas? Por el pensamiento de otra persona. Pero a mí no me gusta razonar esto. Es un fascismo decir esto del cuadro. Pero va por ahí. Es todo muy lacaniano. También lo del cuadro negro con el que se abre la exposición, Lo dado, y el cuadro blanco con el que se cierra, Lo ansiado. El negro es la saturación de todos los clichés, todas mis tendencias de pensamiento, mi educación, mi cultura… y el blanco es “lo ansiado” porque es la ausencia cultural y el vacío.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. En ese sentido es una búsqueda muy parecida a la de la meditación. Llegar a ese confortable vacío mental…

R. Sí, pero yo soy más terrenal. Lacan dice que te tienes que adaptarte al mundo en el que estás, nada de andar con misticismos. A mí esa idea de vacío, simplemente tener esa consciencia me ayuda. Pero no es para todo el mundo. A Lacan se le suicidaban los pacientes. Porque te quita los símbolos. Te deja sin padre, si estructura familiar… y estás perdido porque no te queda nada a lo que agarrarte culturalmente.

P. ¿La pintura tiene reglas?

R. La pintura no tiene reglas y todo el mundo las busca. Busca el símbolo, busca el tal. No tiene nada que ver con eso. La pintura son las relaciones de la figura, el fondo y el contorno, que es el invento increíble de la pintura. Es lo que separa la figura de la fenomenología que le afecta. Por eso creo que no sabemos ver pintura. No nos educan en ningún lado para hacerlo y estamos muy despistados buscando símbolos.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. No sé si por el blanco y negro o la truculencia de alguna de las escenas pero algunos de los cuadros me recordaron bastante al mundo del cómic clásico de terror. ¿Te ha influenciado el mundo del cómic?

P. Absolutamente sí (risas). Toda mi infancia leí cómics. Tengo por ahí un recorte de prensa de mi primera exposición cuando tenía 18 años y dice precisamente eso, que las obras son como viñetas de cómic gigantes a pastel. Me costó desembarazarme de la influencia del cómic porque la pintura, el concepto pictórico, no tiene mucho que ver con el concepto cómic. El cómic al tener que hacer tantas cosas, una casa, una figura, el interior, la calle… Es casi como una gimnasia pictórica, pero la pintura es un único fotograma. Esa es la diferencia. En un cómic puedes desarrollar pero en un fotograma hay que sintetizar mucho para que cause interés.

P. ¿Cuánto dinero necesito para comprarme una obra de Fernando Patiño? La del cartel de la exposición, por ejemplo.

R. Me parece que esa ha subido el caché (risas). Es complejo (se lo piensa unos segundos). 2500 euros la del cartel. Menos de eso no lo puedo vender. Bajo mi punto de vista es caro y por eso me da reparo decirlo.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. Tampoco es un precio descabellado teniendo en cuenta todo el trabajo que hay detrás.

R. Bueno, a mí me avergüenza decir que vale ese precio. ¿Por qué no puede un obrero normal acceder a ese cuadro? ¿Por qué no? Porque hacen del arte un espectáculo y mil historias.

P. ¿Logras vivir del arte?

R. Yo curro en un bar diez horas a la semana. Viernes y sábado. Cinco horas cada día. Con eso y la pintura me arreglo. El bar me da un equilibrio de la leche y me permite no vender los cuadros baratos. No me tengo que prostituir en ese sentido. No me voy del bar ni de coña. Es mi punto de socialización, tengo allí a todos mis amigos, conozco a todo el mundo, trabajo con mi hermano, que no es mi hermano, pero es mi amigo desde hace 23 años y nos lo pasamos de la hostia. Y sobre todo muchos modelos salen de ahí, muchos encargos. Este fin de semana vendí un cuadro allí.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. Entonces quizás ni te interese vivir exclusivamente del arte…

R. Ahora, después de muchos años de rebeldía, estoy empezando a planteármelo seriamente. Tengo 43 años y a partir de los 40 las cosas cambian un poco (risas). La sociedad te pide que te definas y desarrolles una imagen aunque seas otra cosa y al final lo haces. Sí, me lo tomo muy en serio. Ahora mismo soy una fábrica de pintura.

P. ¿Aceptas encargos?

R. Sí, y tengo bastantes ahora mismo con la expo. No te creas que me hace mucha gracia, pero me dan libertad, no me dice nadie nada.

P. ¿También con fumage?

R. Sí, es lo que me piden. Es una buena baza eso. Trabajar con un material tan contracultural, tan alternativo. Es decir, no gasto un duro en esto y vale dos mil pavos. Es una provocación. Pero da igual, porque al final entras en un círculo cultural de todas formas. Así que es mejor no plantearse demasiado las cosas.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. ¿Cuál crees que es la lección más importante que has aprendido en estos 43 años?

R. Lo tengo muy claro: desaprender todo lo aprendido. Eso es lo más importante. Lleva mucho tiempo porque primero te tiene que ser útil caer en la idea de que necesitas desaprender. No le es útil a todo el mundo. A mí me ha sido útil. Es de lo mismo que habla Pessoa. Él habla todo el rato de quitarse el traje que te han construido. Eso es desaprender.

P. ¿Cuál es tu superpoder?

R. Siento mucho amor por la gente y me da mucha pena que las personas se lleven mal. No es fácil llevarse bien pero podría serlo. Mi superpoder podría ser que en momentos inspirados puedo hacer que la gente se lleve bien. Lo he notado alguna vez. Soy un buen pegamento y puedo llevar las cosas un plano chulo, tranquilo, sin discusiones, ni sanciones. También soy muy adaptable.

 

Fernando Patiño, Exposición ‘Humo’, 2019

 

P. ¿Es también el amor una imposición cultural?

R. Hay una frase de Lacan: “amar es dar lo que no se tiene a quien no es”. Los animales no aman, ¿no? ¿Tiene concepto romántico del amor un gato? No. Eso es impuesto. Es cultural, es literatura. Nuestra vida se basa en lo que han escrito unos majaderos.

P. ¿Y qué opinas de las redes sociales? ¿Nos dan o nos quitan?

R. Yo soy muy contradictorio. Te he hablado del ansia de vacío pero a veces también quiero el todo. A mí me mola todo lo que pasa en la sociedad. Internet me mola mogollón. Me tuve que desenganchar porque era un despropósito. Yo estaba pintando con los cascos y youtube enchufado. Las redes sociales me molan también. No soy nada crítico. ¿Qué quieres poner tus comidas? Pon tus comidas diarias. ¿Tus poemas de amor? Pues ponlos. ¿Por qué nos metemos con los demás? Es un poco muy a saco a ver quién es el más listo. “Somos los más guays”. ¿Por qué? Mola la apertura y encontrar en todo un punto guay en vez del enfrentamiento. Pero bueno. Ahora estoy en una etapa en la que paso bastante y solo publicito.

 

La exposición ‘Humo’ está hasta el día 12 de mayo de 2019 en el Centro Cultural Torrente Ballester en Ferrol. Puedes encontrar más información sobre Fernando Patiño a través de su perfil de Facebook. 

[vc_empty_space][vc_btn title=»Donar a través de PayPal» style=»flat» color=»violet» size=»xs» align=»center» i_icon_fontawesome=»fa fa-check-circle» add_icon=»true» link=»url:https%3A%2F%2Fwww.paypal.com%2Fcgi-bin%2Fwebscr%3Fcmd%3D_s-xclick%26hosted_button_id%3DEMFH9HHTFKADW%26source%3Durl||target:%20_blank|»][vc_wp_text]


Compartir este artículo
Director de cine y periodista. Colaboró con Vice, Tentaciones, entre otras publicaciones. "Jacinto" es su nuevo largometraje.