Cristóbal Fortúnez: «Dibujar sirve para entender, es una manera de llegar a lo esencial»

María von Touceda Por María von Touceda
15 Min lectura
El ilustrador compostelano nos habla de su trayectoria y de su proceso creativo

Cristóbal Fortúnez (Santiago de Compostela, 1980) es uno de los ilustradores más valorados de España. Resulta muy difícil no haberse topado con alguno de sus trabajos.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Vigo, ha conseguido una paleta personalísima muy alegre que junto con los rasgos de sus personajes lo delatan y lo diferencian de otros compañeros de profesión.

La personalidad de su obra va pareja a la suya propia. Un hombre alegre y desenfadado que entiende el mundo a cada línea que define todo lo que es objeto de su interés. Charlamos sobre su vida y obra.

 

Cristóbal Fortúnez, Cuaderno Blackie Books vol. 8, 2019

 

P. ¿Recuerdas tu primer dibujo?

R. No recuerdo mi primer dibujo, pero sé cuál es el primer dibujo que recuerdo. En él había unos bandidos con la cara tapada con un antifaz y unas bolsas, supuestamente de oro, pero no sabía escribirlo bien, así que pone «odo». Siempre recuerdo ese dibujo porque pensaba que me había salido superbién. Estaba muy orgulloso [risas].

 

Cristóbal Fortúnez, Bye Bye Straws, 2019

 

P. Te catapultaste a la fama con Fauna Mongola donde dibujabas las diferentes tribus urbanas. ¿Qué significó esta serie para ti?

R. Al principio era solo una forma de enseñar algo que hacía sin ninguna pretensión, porque tenía bastante tiempo libre. Al final acabé un poco harto de ello, la verdad, por eso lo dejé.

 

Cristóbal Fortúnez, Fauna Mongola, 2012

 

P. Tus ilustraciones salen en publicaciones tan importantes como Cáñamo o Esquire, también has realizado carteles para conciertos, flyers, portadas de libros, de discos, ¡incluso has trabajado para Adidas! ¿En qué campo de la ilustración te encuentras más cómodo?

R. Me gusta bastante variar, porque soy muy de empezar cosas y no acabarlas, y en seguida me apetece hacer algo distinto. Creo que me siento más cómodo trabajando sobre temas que controlo y con los que guardo algún tipo de afinidad. Si no, me pongo un poco loco pensando si he entendido bien lo que voy a ilustrar y si no me estaré pasando por alto algún detalle que debería plasmar de alguna manera.

 

Cristóbal Fortúnez, Adidas, 2015

 

P. Desde hace ocho años ilustras el Cuaderno de verano para adultos de Blackie Books, ¿cómo surgió esta idea?

R. En Blackie Books tenían este concepto un poco abstracto de hacer un Cuaderno estilo Vacaciones Santillana, pero para gente adulta, tratando temas culturales de forma desenfadada. La idea era de Jan, el editor, y nos contactó a Daniel, un campeón de Saber y Ganar y a mí, que por entonces estaba dando los últimos coletazos a Fauna Mongola. Al principio no sabíamos muy bien cómo darle forma porque la idea era algo muy abstracto, y fue un trabajo brutal darle una línea temática, de tono y de estilo, pero a lo largo de los años lo hemos ido puliendo. Y como pareja creativa, ahí seguimos, Daniel y yo, haciendo cosas para Cuaderno y para Esquire, y tan contentos.

 

Cristóbal Fortúnez, Cuaderno Blackie Books vol. 2, 2014

 

P. Realizas muchas ilustraciones sobre lo que ves a través de tu ventana o paseando por Vigo, Santiago o Madrid. ¿Qué es lo que te tiene que llamar la atención para ser objeto de tus dibujos?

R. Me interesa muchísimo la gente, más que ninguna otra cosa. Cuando hacía Fauna Mongola me fascinaban esos lugares comunes en los que se apoyan las personas para mostrarse al mundo de forma cómoda, digamos estereotipos, o caretas, etc; pero al final si tu percepción de lo que tienes alrededor se basa sólo en descifrar y codificar a la gente de esa manera te acabas volviendo un poco cínico, y la idea principal de Fauna Mongola era lo contrario: ver las cosas como un niño. Los dibujos de personas que hago ahora van un poco en la línea opuesta, en buscar momentos especiales en personas desconocidas sin ser nada impostado ni nada. Si veo algo que me llama la atención, lo dibujo, sin muchas pretensiones, y sin tratar de descifrar lo que hay detrás.

 

Cristóbal Fortúnez, Vista desde mi ventana, 2018

 

P. Gatos, pizza, gatos comiendo pizza… ¿es Disfrutón (así se llamaba un gato con el que convive) objeto de inspiración?

R. Me flipan los animales y cuando al final del día pasas tantas horas sólo en casa acabas desarrollando una relación de entendimiento muy especial con la mascota que tienes. Se acaba convirtiendo en una especie de Matrimoniadas animalista, y acabas entendiendo a tu animal de compañía mejor que a muchas personas. ¿Por qué no incluirlo en tu imaginario entonces?

 

Cristóbal Fortúnez, Portada de la Revista Cañamo, 2019

 

P. ¿Qué rutinas tienes para trabajar?

Procuro levantarme sobre las 8 u 8:30. Al principio, hace unos años, me levantaba tarde y trabajaba de noche, pero de esa forma terminas haciendo trabajo de espaldas al mundo, y acabas por sentirte muy desconectado de él. Total, que he conseguido llevar un horario más normal. Pues eso, me levanto temprano, bebo mucho café. Mucho. Demasiado. Me paso casi todo el día solo en casa, así que si estoy agobiado o lo que sea, salgo a dar un paseo, normalmente por el río (vivo cerca del Manzanares). Algunas épocas me toca trabajar 10, 12 horas al día, pero otras estoy mucho más despreocupado. Eso es normal en la vida de un freelance.

Me es indispensable trabajar en un entorno ordenado, así que a veces me vuelvo un poco loco ordenando el lugar de trabajo antes de empezar a trabajar. También necesito mucha luz, por lo que tengo la mesa de trabajo pegada al ventanal del salón. Por eso, cuando tengo algo de tiempo libre, me fijo en lo que pasa en la calle, y si veo algo curioso lo dibujo. Trabajo con la tele puesta de fondo, o con música, y siempre en pijama o en chándal. No se me ocurre nada mejor en mi vida que poder ponerme un chándal por encima del pijama en invierno y bajar al súper a por Coca-Cola. Bebo mucha Coca-Cola también, joder, soy un puto adicto a la cafeína.

 

Cristóbal Fortúnez, Flyer, 2018

 

P. Eres un referente para los ilustradores de este país pero, ¿quiénes son tus referentes?

R. ¿Referentes en ilustración? Bufff… El nivel que hay en este país es brutal. Sigo el curro de un montón de ilustradores e ilustradoras. Cada día abro Instagram y es como… Joder, qué envidia, ojalá hubiera hecho eso yo, es buenísimo. Hay tantos estilos y tantas personalidades marcadas que da hasta vértigo. Entonces procuro ver cosas de arte más clásico para no compararme y agobiarme [risas], porque eso ya es otra liga y lo veo más ajeno. De toda la vida mis preferidos han sido, por un lado Hockney y por otro lado el arte flamenco. Dos cosas que me flipan, aunque no sé si se deja ver en mis curros, seguro que no. Luego me interesa cada vez más el cine y el tipo de encuadres y composiciones que utiliza. Me fijo mucho en eso también. Te diría nombres de ilustradores que me flipan, pero no quiero dejarme nombres, la lista tendría que ser muy extensa y sería un aburrimiento.

 

Cristóbal Fortúnez, Susurros, Revista Cañamo, 2019

 

P. ¿Nunca te has planteado hacer cómic?

R. Sí, de hecho, estoy en ello. Pero es una cosa que tengo un poco parada por falta de tiempo ahora y me gustaría retomar este verano. Me da muchísimo respeto el cómic, lleva una cantidad de trabajo brutal. Aún recuerdo leer de chaval Odio, de Peter Bagge y decir «joder, yo quiero hacer esto… pero claro, es Odio, ¿quién coño puede hacer eso?

 

Cristóbal Fortúnez, El País, 2019

 

P. Y hablando de cómics, ¿cuál es el que guardas con más cariño y sobrevive a todas las mudanzas?

R. Tengo un pequeño cómic sin texto sobre un dinosaurio llamado Gon, muy bien dibujado, a plumilla. Lo tengo desde que tenía 12 ó 13 años. Tiene unos dibujos de animales increíbles. Y aún no miro a veces para ver cómo resolvía el autor (Tanaka) los dibujos de árboles o montañas. Es espectacular.

 

Cristóbal Fortúnez, Susurros, Revista Cañamo, 2019

 

P. De todas las exposiciones que has visitado, ¿cuál dirías que te ha impactado más?

P. Sin duda, y supongo que por ser la primera de ese tipo que vi, una de Boltanski en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval, en Santiago de Compostela, en el 95 o así. Nos llevaron con el instituto y me quedé en plan… WTF!! ¿¿Qué coño es esto?? No tenía ni idea de que el arte podía ser algo así. Me quedé de piedra. Luego recuerdo una retrospectiva de Nan Goldin en el Museo Serralves, hace bastantes años también, que me voló la cabeza.

 

Cristóbal Fortúnez, Gente en la playa, 2019

 

P. Además de en ese cómic del que hablabas, ¿qué otras cosas te traes entre manos?

R. Ahora mismo, que acabo de terminar el Cuaderno de este año quería aprovechar para despejarme un poco de encargos y dibujar por mi cuenta este verano. Ver hacia dónde va la cosa, porque llevo bastante tiempo centrado sólo en trabajar para otra gente. El verano es un tiempo estupendo para eso porque estás más despreocupado y trabajas con menos presión.

 

Cristóbal Fortúnez, Vista desde mi ventana, 2018

 

P. ¿Qué sería de la vida sin dibujos?

R. ¿La vida sin dibujos? Sería un sitio un poco más inhóspito. Dibujar sirve para entender. Es una manera de sintetizar lo que ves, de llegar a lo esencial, porque para hacer un dibujo tienes que desprenderte de todo lo que no sea específico. Te obliga a separar lo que es importante. También es una forma de meditar, supongo. A mí me ayuda a entender por qué me interesa algo, o por qué me fijo en una cosa y no en otra.

Cristóbal Fortúnez, Vista desde mi ventana, 2018

 

P. Si no fueses ilustrador, ¿qué te hubiese gustado ser?

R. Si no fuera ilustrador me hubiera gustado trabajar en la naturaleza. Algo con animales, seguramente. Tal vez patrullando montes o algo así. No sé. O apagando fuegos. A veces pienso que podría dedicarme a eso, y que sería algo de lo que podría sentirme orgulloso.

 

Cristóbal Fortúnez, Susurros, Revista Cañamo, 2019

 

P. ¿También en pijama o en chándal?

R. [Risas] En chándal mejor. No tengo noticias de nada bueno que haya venido de un hombre en pijama por el monte. Me sentiría menos violentado incluso si me lo encontrase con armadura y espada.

 

Cristóbal Fortúnez, además de un trabajador incansable, es la viva imagen de la pasión por el oficio de la ilustración. Tal vez sea por eso que sus dibujos son ya iconos de los siglos XX y XXI. Y aunque siempre se mantiene en la cresta de la ola, sabemos que aún puede sorprendernos más gracias a su capacidad de adelantarse a las modas y crear su propia línea.

Quizá sea su mirada lo que mejor lo define, y al revés: lo que le da la mayor libertad para descubrirse.

 

Puedes ver más obras de Cristóbal Fortúnez en su página web y en su perfil de Instagram.

 




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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.