A lo largo de cuarenta años, el galardón ya ha atraído alrededor de 40.000 obras de artistas de más de 100 países
Miles de personas ya se han acercado este año a la National Portrait Gallery de Londres para ver a la exposición de los premios BP a los mejores retratos. Nosotros no nos lo podíamos perder y también nos hemos pasado por allí.
Prestigioso en el escenario mundial en lo que se refiere a la pintura de retratos contemporánea, el premio tiene una dotación total de £74.000, siendo el primer premio de £35.000, £12.000 el segundo y £10.000 el tercero. En su 40ª edición, los finalistas han sido seleccionados entre 2.538 obras de 84 países.
Se trata de una muestra diversa y llena de sorpresas tanto en el contenido seleccionado en como en su resultado. Aquí comentamos los cuatro galardonados.
Premio BP Young Artist Award 2019: Emma Hopkins, Sophie and Carla (2019)
Emma Hopkins nació en Brighton en 1989. Se graduó en la University of Arts de London en Maquillaje y Prótesis para Performance pero es autodidacta en pintura de retratos. Su primera exposición ha sido en el Chelsea Arts Club, lugar donde trabajaba. Hoy es miembro de la Royal Society of Portrait Painters. Ella se especializó en pintura de desnudos y anatomía humanas.
En esta obra, Emma Hopkins pinta a su amiga, la fotógrafa Sophie Mayanne y su perro. Mayanne es conocida por el proyecto Behind the Scars, una campaña que celebra las cicatrices y las historias que traen consigo. Los jurados destacan de su obra «la manera con la que Emma trata el espacio negativo en esta obra, a la vez que trae un aire nuevo a la representación de desnudos. La mirada mutua entre la artista y la persona representada también cuenta una historia con un foco intenso en el sujeto».
3er Lugar: Massimiliano Pironti, Quo vadis? (2018)
Massimiliano nació en Collefero, al sur de Roma, en 1981. Empezó a pintar en la adolescencia antes de ir a la escuela en Frosinone donde se especializó en retratos. Sus inspiraciones son los pintores renacentistas como Michelangelo, Leonardo da Vinci y Botticelli.
La obra retrata a su abuela materna, Vicenza, una trabajadora del campo, ahora con 95 años, sujetando una bolsa de agua caliente para calentar sus manos. Resaltando la impresionante calidad técnica de esta obra, el jurado pone énfasis en la sensibilidad que transmite el pintor. «El retrato evoca un sentido de espacio y de caráter. La representación de las manos de la persona sentada es excelente, con un contraste atractivo con las texturas circundantes incluyendo el caucho, los ladrillos y las cortinas. La pintura evoca la empatía de los espectadores con el sujeto y cuenta una historia emocionante», apunta.
2º Lugar: Carl-Martin Saldvold, The Crown (2019)
Carl-Martin ha nacido en Noruega en 1981. Empieza su práctica artística en las calles de Oslo dedicándose al arte urbano. Continúa sus estudios en la Academia de Artes de Florencia y en la Gran Central Academy de Nueva York. Actualmente, su estudio se encuentra en una antigua finca de Edward Munch en las afueras de Oslo.
El pintor busca con su autorretrato mostrar los desafíos de la vida y las cuestiones existenciales. La corona, que simboliza las conquistas materiales, a la vez sugiere que nada de eso llega a resolver ciertos problemas. Para el jurado, «la obra produjo una impresión memorable. El artista ha creado una imagen potente, que es diferente, con un manejo seguro de la pintura y una observación aguda. La corona añade interés, y sin embargo es complicada en lo que puede sugerir. Es valiente representar los ojos para abajo, generando una serie de preguntas a los espectadores».
1er Lugar: Charlie Schaffer, Imara In Her Winter Coat (2019)
Charlie Schaffer nació en Londres en 1992, y estudio en la Central Saint Martins antes de graduarse en Bellas Artes por la Universidad de Brighton. Ha ganado tres veces el premio Brian Botting. Sus obras han sido vistas muchas exposiciones colectivas, incluyendo algunas las de la Royal Society of Portrait Painter y las de Sky Arts Portrait Artist of the Year.
El artista representa a una estudiante de Literatura Inglesa, en un proceso que ha durado 4 meses. El cuadro destaca por su composición piramidal, que lleva la mirada de los espectadores directamente a la mirada de la persona representada. La textura de su abrigo también llama la atención así como la de su mirada introspectiva. El jurado comenta que «ha admirado este retrato particularmente pues da una enorme sensación de presencia viva. La representación hábil de diferentes texturas incluyendo la piel sintética, pelo y piel, se revelan por una mirada prolongada y juntos estos elementos producen una imagen que es tradicional, pero a la vez claramente contemporánea».
Otros retratos han se han destacado en esta edición del BP Portrait Award, como Jenne de Manu Kaur Saluja, que se llevó el BP Travel Award 2019. No galardonados como Father With Partner de Marco Krauwinkel, Unit de David Booth, Resting de Helen Lee Robinson, State of Play de Fiona White y Self-Portrait de Didier Altmeyer también han impresionado.
La exposición del BP Portrait Award 2019 se encuentra como cada año en la National Portrait Gallery de Londres. Se puede visitar hasta el día 20 de octubre de 2019. La entrada es gratuita. Encuentras más información aquí.