Roberta Vázquez: «Necesitamos a más directoras de arte y más jefas de redacción»

María von Touceda Por María von Touceda
13 Min lectura
La ilustradora nos habla de su carrera y de ‘¡Socorro!’, su primer libro

Roberta Vázquez (Santiago de Compostela, 1989) es una dibujante e ilustradora que colabora con diferentes medios nacionales e internacionales como El País, Revista Cactus, Marie Claire, Revista Cáñamo y Vice, entre muchos otros.

Ha realizado varios fanzines y este año ha publicado su primer libro, ¡Socorro!, un delirio delicioso a todo color donde cuenta las aventuras de unos personajes divertidísimos, reflejo personal del mundo que la rodea.

Hablamos con ella sobre ¡Socorro! y otras cuestiones que conciernen a su vida y obra.

 

Roberta Vázquez, Cielo Infierno, 2018

 

P. Antes de escribir tu cómic ¡Socorro! ya habías realizado fanzines como A la porra! y Odiar es gratis, pero ¿cómo has sobrevivido a estos tres años de trabajo intenso?

R. Ha sido un proceso larguísimo y cansado, porque he dedicado muchísimo tiempo a cada página, pero también tenía que subsistir, así que el primer año trabajaba en una tienda, y los dos últimos lo he ido combinando con trabajos de ilustración y cómic. De manera que era difícil avanzar en el libro, porque lo he terminado cuando me he dedicado 100% a él los últimos 5-6 meses del proceso.

 

Roberta Vázquez, ¡Socorro!, 2019

 

P. En ¡Socorro! tocas muchos temas interesantes, pero puede que el más destacado sea la inadaptación. ¿Crees que tal como funciona esta sociedad ser un inadaptado es lo mejor para la salud mental?

R. Todas las cosas que pasan en el libro tienen una perspectiva muy mía y de los que me rodean. En mi caso sí es lo mejor para la salud mental. Basta con mirar la tele un rato para darme cuenta de que vivo en una burbuja. Mira, diciéndote esto me he dado cuenta de que no he dibujado ni una sola tele en todo el cómic.

 

Roberta Vázquez, ¡Sorroco!, 2019

 

P. La música, sin embargo, sí que aparece a través de letras de canciones, discos y pósteres. ¿Es la misma música que te ha acompañado durante la realización del cómic?

R. Las bandas que pongo en pósteres y discos a modo de atrezo siempre son cosas que me flipan y que quiero reivindicar. Cuando escribo cosas como «suena no sé qué canción» es porque me creo que estoy dirigiendo una película lentísima en la que tengo que dibujarlo todo, y sería algo así como la banda sonora.

 

Roberta Vázquez, ¡Socorro!, 2019

 

P. Darle tanta personalidad y carácter a un pimiento, una rosquilla y un trozo de pizza es uno de los fuertes del cómic. ¿Por qué te has decantado por estos personajes?

R. Inicialmente el cómic iba a estar centrado en Pepperoni Boy (la porción de pizza). Llevaba años dibujándolo en cómics para otros fanzines y los míos propios, y pensé que se merecía una historia completa. Me pareció buena idea que todos los personajes que le rodeasen fuesen comida también, y empecé a rescatar todos los personajes que había dibujado alguna vez y que fuesen comida antropomórfica. En el caso del pimiento, ponerme en su piel y pensar como pensaría él me hacía pasar tan buenos ratos que acabó convirtiéndose en el protagonista.

 

Roberta Vázquez, Pizza y sofá, 2016

 

P. ¿Crees que el humor que destila tu trabajo sería el mismo sin esa retranca gallega de la que haces gala?

R. Pues nunca lo había pensado, pero igual sí que es denominación de origen.

P. Además del cómic y los fanzines también haces colaboraciones en otros medios dejando patente que eres fuente inagotable de ideas. ¿Cuál es el secreto de esa creatividad efervescente?

R. No desconecto nunca del curro, incluso si no tengo encargos pendientes estoy dibujando durante horas en mis libretas, apuntando ideas para cómics, guardándome audios con ideas si voy por la calle. Intento exprimir cada cosa que me pasa al máximo para poder transformarla en dinero o en risas cuando llegue el momento.

 

Roberta Vázquez, ¡Socorro!, 2019

 

P. Estudiaste Bellas Artes pero has optado más por la rama de la ilustración. ¿Por qué elegiste ese camino?

R. Porque no me identifico con lo que se entiende como Bellas Artes. La verdad que con las mierdas que hacía no sé ni cómo me apunté en esa carrera y seguí haciendo cosas y dibujando, ¡pero aquí estamos!

 

Roberta Vázquez, Fanzine El otro lado, 2019

 

P. Eres compostelana pero ya llevas muchos años viviendo en Barcelona. ¿Es la ciudad condal el mejor lugar de España para posicionarte en el mundo de la ilustración?

R. La verdad es que todos los encargos que tengo me llegan por email, daría igual que viviese en Santiago o aquí. Me imagino que si estudias en una escuela de las buenas de Barcelona habría un antes y un después, pero no es mi caso. Me gusta vivir aquí porque todos mis amigos se dedican a hacer cómics, fanzines, impresión… Sí que hay proyectos muy guays que han salido por amistad y por estar al pie del cañón. También que al estar en Barcelona no tengo que desplazarme a los festivales de autoedición que más me interesan.

 

Roberta Vázquez, Haba chunga, 2019

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo de la ilustración y del cómic?

R. Seguir apostando por el trabajo de mujeres, revisar si una publicación es un campo de nabos, si es así hacer algo al respecto. También es vital incluir a más mujeres en puestos de poder, necesitamos a más directoras de arte y más jefas de redacción. Soy optimista, queda mucho por hacer pero se nota que la gente intenta que haya paridad, por lo menos con los que he trabajado yo.

 

Roberta Vázquez, Perros Freelance, 2019

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado de la ilustración?

R. Una vez leí por ahí que esto de dibujar es una carrera de fondo, y estoy cien por cien de acuerdo. La verdad es que no puedo quejarme porque tengo muchísimo trabajo, nunca descanso. Lo que pasa es que no todo el mundo tiene un presupuesto que de verdad me alcance para vivir tranquila, así que cuando algunos ilustradores hacen un encargo y se quedan tan panchos, yo me he hecho 4-5 para llegar al mismo presupuesto. Me lo tomo con calma y como esa carrera de fondo. Me esfuerzo un montón e intento ser súper profesional, pero la verdad es que si tuviese algún encargo fijo más me vendría genial (guiño, guiño).

 

Roberta Vázquez, ¡Socorro!, 2019

 

P. ¿Tienes algún ritual para ponerte a trabajar?

R. Siempre pienso que no tengo rituales, pero cada vez que se da la situación en la que tengo que trabajar fuera de casa, se convierte todo en una tragedia. Este último año, después de estar con todas mis cosas en cajas en casa ajena, por fin conseguí una habitación en esta pesadilla inmobiliaria que es Barcelona. Hice una inversión para que este sea el lugar más cómodo de la tierra para trabajar, y me compré una mesa inclinable. También tengo al lado un carrito con todos mis rotuladores y sus recargas, una ventana bastante grande. El café lo estoy intentando dejar, pero he tenido una recaída. Estoy enganchada al café soluble más caro del super. Y música tengo playlists hechas y voy alternando. También me gusta mucho ver series que sean fáciles de digerir y no me distraigan mientras coloreo pero que me entretengan. Esta semana me estoy viendo Compañeros en Youtube [risas].

 

Roberta Vázquez, Minimalista, 2018

 

P. Algunas publicaciones, como Vice, te ha etiquetado como influencer. ¿Cuáles son los pros y los contras de este nuevo estamento social?

R. [Risas] No sabía que alguien había dicho eso de mí. La verdad es que siempre pensé que si alguna vez me llegasen ofertas de influencer me iba a vender sin pensarlo, pero cuando se dio el caso, me dio tanta vergüenza ajena que tuve que rechazarlo. Y me ofrecían mucha pasta y en ese momento estaba en el umbral de la pobreza, pero solo de pensar en hacer la mamarracha como me pedían, me moría. En lugar de eso, me curré unas fotos y promocioné a saco mis fanzines, camisetas, parches, y salvé el mes. Eso me confirmó que estaba haciendo lo correcto y que tengo que seguir por el camino en el que estoy.

 

Roberta Vázquez, Gilipollas, 2019

 

P. ¿Qué proyectos te traes ahora entre manos?

R. Inyectarme valeriana para superar lo del cómic largo, moverme un poco para promocionarlo, hacer nuevos fanzines, seguir haciendo todos los encargos que pueda…

 

Roberta Vázquez, 2018

 

P. Y, para finalizar, ¿qué es más difícil: pintarte el eyeliner perfecto o cobrar una factura?

R. [Risas] Sin duda cobrar una factura. El eyeliner perfecto se consigue haciéndolo todos los días aunque a veces salgas hecha una payasa, pero lo de que la gente se retrase con los pagos es patrimonio de la humanidad.

 

Roberta Vázquez se alza en la vorágine de la ilustración armada con sus rotuladores para demostrarnos, una vez más, que su característico ingenio es amable y afilado a partes iguales. Sus historias representan ya a toda una generación que, frente a lo que se puede pensar, no lo ha tenido nada fácil.

Vázquez se ríe de sus desgracias y le saca punta a todo lo que le ocurre. El humor ácido, clave su éxito, nos introduce en una realidad que todos conocemos. Vida y obra van de la mano y, tal vez, sea esto lo que le da esa autenticidad a todo su trabajo.

 

Puedes ver más obras de Roberta Vázquez en su página web y en su perfil de Instagram.

 

Roberta Vázquez, ¡Socorro!, Apa Apa Cómics, 2019. 96 páginas. 19€




Compartir este artículo
Seguir:
Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.