Lucas Brox: “Creo que los artistas tenemos el compromiso de reflejar y criticar la sociedad”

María von Touceda Por María von Touceda
14 Min lectura
El pintor nos habla de su carrera, su estilo y sus últimos proyectos

De la huerta murciana salen los mejores frutos como, por ejemplo, el trabajo de Lucas Brox (Murcia, 1986), un artista que no deja indiferente a nadie.

Casi podemos escuchar sus obras. A través de la distorsión de sus trazos, ellas gritan con estridencia los mensajes que el artista pretende hacernos llegar.

Brox es licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Murcia, técnico superior de Artes Plásticas Aplicadas a la Escultura en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, y profesor de pintura por cuenta propia en su estudio.

Ha sido becado en numerosas ocasiones, expuesto en diversos lugares y ferias de arte del territorio nacional.

El trabajo de Lucas Brox posee una fuerza arrolladora, digna de un titán. Sus obras vibran y hacen vibrar a un sorprendido espectador que no está acostumbrado a un imaginario y una mirada tan particular.

Rompedor y carismático pone de manifiesto su calidad como artista y revela, a través de su discurso que con los murcianos poca broma.

 

 

 

Lucas Brox, La línea roja (díptico), 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. La distorsión caracteriza buena parte de tu trabajo. ¿Qué emociones pretendes que transmita esta manera vibrante y siniestra al espectador?

R. Me gusta distorsionar la realidad, pienso que el arte es una forma de comunicar personalmente la visión del mundo del artista, y creo que esa distorsión ayuda, para lo bueno y para lo malo. Si quiero destacar un aspecto en concreto del individuo o del concepto que quiero transmitir, intento distorsionar o exagerar esa parte para así darle énfasis. No me considero un pintor de copiar fotografías o paisajes.

 

 

 

Lucas Brox, Lucas, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tus obras te posicionas políticamente, tanto retratando políticos como caricaturizando a ciertos votantes ¿Crees que esto cierra puertas o, por el contrario, piensas que forma parte de la identidad de tu trabajo y, por lo tanto, es totalmente necesario hacerlo?

R. Puede que me cierre puertas, por un lado, pero como me decía un colega el otro día, ¿acaso no hacerlo y pintar catedrales te las abre? No sé, cada uno es libre de pintar lo que quiera, pero creo que los artistas tenemos un compromiso en cierta manera con la sociedad, de reflejarla y criticarla, eso se venía haciendo desde las vanguardias y creo que ahora se está perdiendo bastante. Solo nos interesa el arte y el dinero, y más bien lo segundo que lo primero.

 

 

 

Lucas Brox, 2 President 1 Monkey, Trump, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tus pinturas también representas noticias de rabiosa actualidad. ¿Qué te llama la atención de un acontecimiento o personaje actual para que crees una obra sobre él?

R. Pues alguna noticia en concreto que me guste o me joda bastante y busco de alguna forma plasmarla. Por ejemplo, el otro día vi que un pobre chico murciano (y digo pobre por qué no creo que se encontrara perfectamente cuando lo hizo) planeó durante tres años e intentó cargarse un cuadro de Picasso en la Tate Modern al grito, de “¡VIVA MURCIA, VIVA EL MIRADOR!” (su barrio). No sé, esa noticia, tan criticada por muchos me llamó tanto la atención que estoy pensando hacer un retrato del chico junto a la obra de otro artista que por cierto no me cae nada bien. ¡Pero, vamos, que también me gusta pintar mis modelos, eh!

 

 

 

Lucas Brox, Plastic Fish 2, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tu serie Psychochristmas plasmas una navidad aterradora frente a la paz y amor que se suele relacionar con estas fechas. ¿Qué te ha llevado a optar por el lado más oscuro de esta festividad?

R. Pues es más que evidente, la jodida hipocresía que hay en esas fechas creo que fue clave para el concepto de la expo. No me gusta nada la Navidad, desde siempre. Es decir, me gusta visitar a la familia y tal, pero no soporto ese ambiente en el aire de amor, paz y felicidad. Por no hablar del puto consumismo que inunda las calles. Mientras en otros países la gente se está matando nosotros aquí sufrimos porque no nos regalen un iPhone, me parece que somos una raza despreciable.

 

 

 

Lucas Brox, Psychochristmas, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. Algunos de tus desnudos recuerdan a Egon Schiele, ¿lo reconoces como uno de tus referentes? ¿A quién más señalarías?

R. Pues sin duda sería uno de ellos, y sí que me identifico a la hora de pintar modelos quizás aunque más todavía con un pintor murciano que para mí, sin duda, es el mejor de la región: Antonio Ballester, con el que tuve la suerte de dar clases en su taller de pequeñito con 5 años. Fíjate que a pesar de dar clases de tan crío todavía dicen que les recuerdo cuando dibujo en mis trazos.
Otros referentes serían pues ya los grandes: Bacon, Goya y Velázquez. Ese sería mi top five.

 

 

 

Lucas Brox, St 2, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué movimiento pictórico encuadrarías tu obra?

R. Pues no he llegado nunca a planteármelo, hago una pintura sin filtros y muy variada, que dudo que pudiera llegar a encasillar algún día. Yo pienso sinceramente que el estilo de un artista es una estrategia de marketing para que su obra sea más reconocible rápidamente y así vendible. Conozco muchos pintores que lo que hacen, ahora, no me gusta nada y lo hacen para exponer en ciertos sitios, porque por otro lado saben pintar de puta madre pero esa faceta ya no la ejercen. Bueno, que me lío, si tuviera que definirme ¿sería como una especie de informalismo expresionista figurativo? [risas]. No te sabría decir, pero bebo un poco de esas tres vertientes, aunque ya te digo no me gusta definirme. El arte abstracto y conceptual también me interesa.

 

 

 

Lucas Brox, Psicosis, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te impactó más?

R. Mmmm, si pienso en la primera que se me viene a la cabeza fue sin duda una de Francis Bacon bastante extensa que vi en Milán cuando todavía no conocía su obra y estudiaba allí. Me quedé muy impactado al ver sus cuadros en vivo.

 

 

 

Lucas Brox, Gaspar, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo te preparas para trabajar?

R. Pues, a ver, soy bastante disperso y desorganizado a la hora de trabajar, aunque cuando tengo una expo entre manos intento poner un mínimo de horario y disciplina en la semana aunque no siempre lo consiga. Trabajo mejor bajo presión. El estudio es antiguo piso de mis padres y pinto en el salón, que es la habitación más luminosa. Aunque tengo otros sitios, como frente al ordenador o en casa de una modelo. No sé, no tengo un sitio fijo. Aunque sí que ese salón es el que más utilizo e identificó como mío. Tengo que mantener un cierto orden porque ahí también imparto clases. Prefiero pintar a solas, aunque lo de pintar modelos también me gusta y puedo hacerlo perfectamente con alguien posando. En cuanto a la música me encanta, tengo que tener algo siempre puesto para concentrarme, me ayuda mucho. Últimamente escucho mucho Radiohead o Nick Cave. Para la última expo he puesto mucho Kilimanjaro Darkjazz, que me pasó un amigo el cual recomiendo para hacer cosas turbias [risas].

 

 

 

Lucas Brox, Lucía, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. Trabajas en Murcia, ¿qué pros y qué contras tiene ser artista desde la periferia?

R. Los pros: es una ciudad muy cómoda y barata en comparación con Madrid o Barcelona. Y en cuanto a ciudad no está del todo mal, tiene sus cines, sus conciertos, sus exposiciones con la comodidad de ir a todos sitios andando que para mí eso no tiene precio. Cuando voy a Madrid veo a casi todo el mundo con prisa y a toda la gente muy amargada no sé, en Murcia se vive mejor y más tranquilo, por no hablar de la comida [risas].  Los contras pues, obvio, Murcia es la capital de Vox. Somos muy de pueblo y muy fachas, y eso para un artista que trabaja y vive aquí no es precisamente una ventaja, a no ser claro que seas de derechas (que los hay). Tampoco me gusta el tema galerías e instituciones por eso mismo, son muy cerrados; salvo contadas excepciones como Fail Studio entre otras que funcionan a su bola solo se dan ayudas y exposiciones entre ellos. No promueven calidad artística sino el amiguismo aunque carezca de calidad pictórica, y creo que a la larga eso no favorece ya no a ni al os artistas ni a la región en general pues das a conocer afuera como nos ven, una región de chiste fácil [risas].

 

 

 

Lucas Brox, Niño Jesús, Baby Vox, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para acabar con el machismo en el contexto artístico?

R. El machismo se debe erradicar en cualquier ámbito, pero si me dices a nivel artístico pues supongo que empezar a valorar a la mujer a este nivel. Creo que 1 o 2% o ni eso en el Museo del Prado son artistas mujeres, no sé, me parece muy triste que no se promueva más. Si la palabra sería promover, aunque creo que ya se está empezando a hacer por suerte, y espero que con este gobierno más todavía.

 

 

 

Lucas Brox, La Fe, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado del arte?

R. Fatal, se me da muy mal venderme pero, en fin, es lo que hay. Por suerte puedo delegar esas cosas en algunos galeristas de confianza, como Daniel Barceló, que son los que realmente tienen que hacer la función de vender la obra. El aspecto comercial del arte también me da bastante repelús, pero tampoco voy a meterme a hablar mucho de eso. Simplemente no somos muy amigos y, lo dicho, no se me da bien.

 

 

 

Lucas Brox, El artista (serie los tres mendigos), 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Estoy preparando una exposición para mayo en un sitio de Murcia muy chulo, Arquitectura de Barrio, AdB. No sé la fecha exacta aún, pero serán dibujos de modelos en acuarela y tinta.

 

 

 

Lucas Brox, Where’s the humanity, 2019

 

 

 

P. La vida sin arte sería…

R. …un puto asco.

 

Puedes ver más de Lucas Brox en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.