Manolo Mesa: “Detrás de cada vasija hay una historia sociológica entorno a sus costumbres”

María von Touceda Por María von Touceda
16 Min lectura
El artista nos habla de su imaginario y de su trayectoria

Los objetos cerámicos que nos acompañan a diario son muy importantes para entender la sociedad, por eso son tan preciados por los arqueólogos para explicar la Historia y, para Manolo Mesa (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1989), son indispensables para entender nuestro presente.

Manolo Mesa aúna en sus trabajos los conocimientos sobre pintura y cerámica que ha adquirido en su formación, de manera que una técnica enriquece a la otra y juntas conforman un potentísimo estilo.

Con ello, crea murales con un alto contenido antropológico, exquisita técnica pictórica y que convierten la identidad de los lugares donde están ubicados en algo digno de admirar.

Sus murales narran el contexto donde se encuentran a través de piezas cerámicas del lugar y de las propias investigaciones del artista.

Este artista andaluz licenciado en la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, completó sus estudios cursando un máster de Cerámica, Arte y Función en la Universidad de Bellas Artes de Leioa, Bizkaia.

En este verano sus obras se han podido ver en festivales como el Parees Fest de Oviedo, Desordes Creativas, en Ordes, Galicia, EdusiART, en Alicante y Rouen Impressionnée, Ruan, Francia.

 

 

 

Manolo Mesa, Antes ahora y después, Jornadas de Arte Contemporáneo Scarpia, El Carpio, Córdoba, 2018. Cortesía del artista

 

 

P. Muchos de tus murales tienen de protagonistas piezas de cerámica. ¿Qué te hace poner la mirada en estos objetos?

R. Cuando estaba terminando la universidad de Bellas Artes, de casualidad cursé una asignatura de cerámica al acabar la licenciatura. Luego cursé un máster de cerámica entre el 2014-2015 y comencé a coleccionar cerámicas allá por donde viajaba. Me fui a vivir a París, seguí pintando y, bueno, desarrollando todo tipo de investigaciones en torno a la pintura. Cuando pasó el tiempo, me estaba quemando de exprimir todo tipos de ideas, para exposiciones, series, murales. Cada proyecto con un contexto tan diferente que, al estar rodeado desde los inicios de tanto grafiti, tan tradicional, autóctono y más todavía en París, una de las capitales internacionales de esta subcultura, no podía dejar de imaginar mis botijos entre todos esos grafitis. Cuando terminé esa etapa, regresé a casa a empezar desde cero y comencé esta investigación que no deja de entretenerme buscando tantos modos infinitos de trabajar la pintura, haciendo mis propias vasijas, coleccionando y buscando la historia que hay en torno a la cerámica de toda la vida, encontrando lugares repletos de colecciones, que igual fueron guardando, encontrando y heredando poco a poco tanta personas y familias. Detrás de cada vasija hay un lugar geográfico, una historia sociológica entorno a sus costumbres, utilidad. Por otra parte, son muy agradecidas de pintar y arquitectónicamente me dan mucho juego para hablar en todo tipo de contextos y paredes.

 

 

Manolo Mesa, Desordes Creativas, Ordes, Galicia, 2020. Cortesía del artista

 

 

P. ¿Qué te aporta pintar en formatos tan grandes? ¿Y con el público delante?

R. Me aporta la satisfacción de superarme como siempre pintar todo tipo de soportes y formatos. Grandes y pequeños. Pero cuando es un mural tan grande no siempre se tiene la oportunidad de tener una grúa, todo tipo de material y condiciones como para llevar a cabo ese proyecto. Es una gran oportunidad de pintar una obra monumental, de pintar algo que realmente valga la pena y sea único. Cuando consigues superarte en una pared grande te sientes realizado. Lo que siempre me aportó el público, desde que comencé a pintar grafitis de pequeño, fue hacerles cuestionar con algo. Me gusta que vean el proceso, porque es algo maravilloso de ver, en tan poco tiempo y con buenos medios pintar una gran fachada con un tipo de pintura tan académica, es algo que no se ve en todas partes, y en cualquier parte puedo sentir como la gente me cuida, los conozco, y vivo con ellos durante una semana. Pero al final, lo más importante es el cuestionamiento que realizan, que alucinen con la acción de pintar en sí pero, a la vez, pensar, quizás, en un porqué de ese motivo.

 

 

 

Manolo Mesa, La Tapia Fest, San Joan de Alicant, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Hay alguna búsqueda emocional o simbólica en la elección de tu gama cromática?

R. Sí, uno de mis objetivos es llevar a lo grande la pintura de caballete, con lo cual voy probando diferentes maneras, de hacer una composición, y en esa composición qué colores me van a ayudar. Dependiendo del contexto, voy hacía unos tonos más humildes, o a otros que me empiecen a atraer por otros motivos que vienen del material, su atmósfera o su narrativa.

 

 

 

Manolo Mesa, El Puerto de Santa María, Cádiz 2, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. Antes de realizar tus murales realizas un estudio sociológico del lugar para elegir un tema acorde con el contexto. Creo que esta tarea es uno de los asuntos fundamentales en relación con el arte público. ¿Qué opinión te merecen los temas puramente decorativos en los espacios públicos?

R. Hay que comprender que esta moda del nuevo muralista viene del grafiti. De una época en la que los escritores de grafiti desarrollaron esta subcultura transformando y desarrollando un muralismo que fue evolucionando y absorbiendo energías de otras disciplinas que siempre estuvieron ahí. De hecho, pienso que cuanta más libertad te den, mejor va a acabar el proyecto. Todos los muralistas que admiro, que llevan haciendo esto desde hace muchos años y no por una moda, saben de sobra como encajar un buen proyecto. Y nada incordia más que alguien exigiendo contextualizar algo en una historia tan particular que le das al público un motivo ya masticado y digerido a lo que la sociedad quiere controlar. Eso por muy grande y bonito que sea, ilustrativo, pictórico o como sea, deja de ser transgresor. Creo que el comisariado del proyecto tiene que ser el que convoque a los artistas que vayan a fluir en cada tipo de espacios. Y muy poca gente veo hacer buenos comisariados.

 

 

 

Manolo Mesa, Edusiart, Alicante, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué medida crees que han ayudado las redes sociales a dar a conocer tu trabajo?

R. En todas, son una buena herramienta para darlo a conocer y no solo se pueda ver en directo. Me ayudan a darle visibilidad a esas fotografías que de toda la vida guardamos cada vez que terminamos de pintar, y ayudan a seguir conociendo, entendiendo y aprendiendo más sobre pintura, ya que es más fácil obtener información. Aunque, por otra parte, creo que son las responsables de tanta basura. Cada uno las utiliza como más le interese.

 

 

 

Manolo Mesa, Ruen Impressionnée, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Sigues alguna rutina para trabajar?

R. Sí, me levanto temprano, necesito hacer deporte, ordenar mi casa y después entrar temprano al taller y tener todo el día por delante. Después intento pintar por mi cuenta todo lo que puedo, así voy nutriéndome de otros contextos. Suelo escuchar música cuando hay gente que la pone, pero no estoy acostumbrado a ponerla yo. En las paredes igual, hay que pintar de sol a sol, me echo una siesta cortita después de comer, cuando se puede, y si llueve o no hay tiempo cierro los ojos y me olvido de todo, aunque sea 10 minutos en frente de la pared. Lo necesito para poder pensar y trabajar durante la tarde.

 

 

 

Manolo Mesa, Colaboración con Mohammed Lghacham. Mataró, Cataluña, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?

R. Son infinitos. A nivel mural para concretar, ya sea por trayectoria o porque trabajen diferente a mí y con otro discurso, pero hayan trabajado en torno a la cerámica: Sam 3 y Escif. Pintores infinitos también: desde Sebas Velasco o Mohamed Lghacham, a Antonio López o Rubén Guerrero.

 

 

 

Manolo Mesa, Sobre la identidad, el refugio y la convivencia, Cromático Mural Fest. Cambre, A Coruña, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo ves el panorama del muralismo en España?

R. Pues como siempre, desde que era pequeño, lo veo un referente a nivel internacional. Aunque ya no vengan tantos buenos muralistas del grafiti que para mí es de lo más importante. Igual por su empeño en transgredir fuera de lo establecido. Aquí hay una gran cantidad de buenos artistas de todos los sectores posibles, y creo que eso crea un buen flujo de conocimiento entre todas las disciplinas. Siempre hubo buenos muralistas a nivel internacional y siguen viniendo otros.

 

 

 

Manolo Mesa, Fragmento de un desarrollo sin pauta. Colaboración con Laguna, Almagro, España, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te ha impactado más? ¿Y el mural que más te marcó?

R. Tengo varias así que me vienen rápido, Una individual de Sebas que tuve la oportunidad de ver hace muchos años en Barcelona, y, en general, cualquier pintura de Sebas es un placer verla en directo, así como de Rubén Guerrero. Una retrospectiva de Basquiat en el Guggenheim de Bilbao en 2015. Una retrospectiva de David Hockney en el museo Pompidou en 2017. O la exposición individual de Sainer en Open Space en París. Murales increíbles, cualquiera de Sebas Velasco, Mohamed Lghacham, o Zoer y Velvet, entre otros muchos.

 

 

 

Manolo Mesa, Maqta Art Festival, Hydebarad, India, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. Si sólo pudieses comprar una obra de un artista coetáneo, ¿de quién sería?

R. De Sebas Velasco.

 

 

 

Manolo Mesa, Sobre la resistencia, Festival Guau, Torrellas, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?

R. Dar a conocer buenas artistas, por ejemplo, en el mundo mural hay un montón de mujeres muralistas que son unas grandes profesionales de su trabajo, y llevan pintando desde mucho antes de que existiera esta moda del mural y apenas se contactan con ellas. Para empezar, creo que se debería de valorar más su trabajo y tenerlas muy presentes, y después seguir promocionando y ayudando a emerger a nuevas muralistas que están saliendo.

 

 

 

 

 

Manolo Mesa, Murales Conciencia, Bailén, Jaén, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?

R. Buena, hago lo que puedo y me busco la vida bien.

 

 

 

Manolo Mesa, Sobre la comunidad, Erie, Pennsylvania, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué medida a afectado la covid-19 a tu producción?

R. A que retrasen exposiciones, se cancelen y claro no pueda tener ingresos de esa parte, cancelaciones de murales en otros países y a un futuro todavía más incierto de lo que era antes. Por otra parte, me ha venido muy bien moverme menos de mi ciudad. Tenía ganas de vivir mi ciudad y no salir tanto. Ese ir y venir constante me descentra mucho de mi rutina y no consigo trabajar bien en el taller, ahora que he juntado todo en 2 meses. Me ha venido muy bien para centrarme en el mural, volver y centrarme en el taller otra tanda de meses digiriendo todo lo que he aprendido pintando murales en verano.

 

 

 

Manolo Mesa, Parees Fest, Oviedo, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. En mi siguiente exposición individual con mi galería de siempre, PDP Gallery en París.

 

 

 

Puedes ver otras obras de Manolo Mesa en su página web y perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.