El artista nos habla del arte del collage y cómo construye su imaginario
La estética vintage y los tonos pasteles son las señas de identidad de las obras del artista brasileño Marcel Lisboa (São José do Rio Preto, 1984).
Ilustrador y diseñador gráfico, Lisboa transita entre el collage y, en ocasiones, el muralismo, y ha trabajado en agencias de publicidad antes dedicarse íntegramente al collage y la ilustración. Sus grandes fuentes de inspiración se encuentran en las fotografías vintage, las pinups, los libros de anatomía y la pintura surrealista. Es a través de estos elementos que él logra elaborar su estética tan reconocible.
Marcel Lisboa considera el collage un medio con múltiples posibilidades. Trabaja un estilo que bebe de la estética del Renacimiento y el Dadaísmo combinados con elementos de la cultura popular y no es de extrañar que encontremos con frecuencia sus ilustraciones electrizantes en las publicaciones brasileñas más populares.
También en publicaciones y muestras internacionales. Las obras de Lisboa se han visto en diferentes exposiciones alrededor del mundo, incluyendo países como España, Italia, Rusia y EEUU, entre otros.

P. ¿Cómo y cuándo has descubierto tu vocación?
R. Descubrí con la experiencia en ilustración y viendo referencias. En el collage encontré una libertad muy grande para crear una identidad.

P. ¿Cuáles han sido tus ídolos infantiles y de adolescencia? ¿Han influido en tu decisión de dedicarte al arte?
R. Mis ídolos eran bandas de rock, mi habitación estaba llena de carteles en las paredes. Y como capas de dos álbumes influyeron directamente en lo que hago hoy. Pero solo mucho tiempo después descubrí algunos artistas, por ejemplo, Winston Smith, que es más conocido por las ilustraciones que hizo para la banda Dead Kennedys.

P. Antes de los collages digitales, ¿trabajabas con otras técnicas? ¿Cuáles?
R. También trabajo con collage analógico, sobre papel, panel de madera u otro soporte. También hacía ilustración digital en la época en que trabajaba para agencias de publicidad.

P. ¿Y por qué elegiste trabajar con collages? ¿Usas otras técnicas complementarias?
R. Elegí el collage porque puedes introducir varios elementos y otras técnicas en este mundo. Utilizo acuarela y acrílica, pero como complemento al collage, creando texturas con ellas. Además, el collage tiene infinitas posibilidades de composición, al no tener reglas.

P. ¿Cómo fue el trabajo en las agencias de publicidad? ¿Qué hacías exactamente? ¿Qué te hizo dejarlo todo para dedicarte al trabajo artístico?
R. Trabajar en agencias de publicidad fue una base técnica para introducirme en los procesos de collage, especialmente en el digital. Mi rol fue diseñador gráfico, desde la creación de logotipos, identidad visual de una empresa hasta el procesamiento de imágenes. Pero ese tipo de trabajo no era mi mundo y me estaba empezando a molestar. Y cuando llegas a ese estado, debes elegir otros caminos, y eso es lo que hice.

P. ¿Cuáles son tus mayores influencias en el mundo del arte?
R. Me gusta mucho Hannah Höch, Winston Smith, el movimiento dadaísta, el surrealismo de René Magritte, Salvador Dali y El Bosco. Arte renacentista, barroco y neoclásico y muchos otros.

P. ¿Cómo es una jornada laboral normal en la vida de Marcel?
R. Diariamente hago collages digitales para revistas del grupo Abril, Confiança y Moderna. También realizo estampados para empresas de interiorismo y diseño personalizado. Además, hago intervenciones urbanas con algunos de mis collages, ya que creo que la calle es un escaparate muy importante y que te lleva por otros caminos creativos.

P. ¿Y cómo es tu proceso de trabajo desde la elección del concepto hasta la composición?
R. Mis trabajos personales no tengo idea del resultado final, pero conozco algunos elementos que funcionan en el proceso de composición. En medio de eso comienzo a insertar alguna reflexión que me parece pertinente. Pero prefiero que todos tengan la experiencia de poner su punto de vista y crear otro mensaje. En cuanto a mis trabajos en la parte editorial, recibo un texto de una historia y me dejan libre para interpretar y crear. Es casi lo mismo que el proceso de impresión, la diferencia es que recibo orientación sobre un tema.

P. Como artista, ¿consideras que tienes una obsesión con un tema en particular? ¿Por qué?
R. El surrealismo es algo que me fascina, porque a medida que se mueve con el inconsciente es posible explorar mucho en la creación. Por eso siempre agrego elementos que crean una narrativa con diferentes posibilidades de interpretación.

P. ¿Qué obras (las tuyas) son más especiales para ti y por qué?
R. Tengo una serie de collages con acuarela sobre papel que me gustan mucho. En los collages digitales, disfruto haciendo trabajos cada vez más grandes, porque quiero empezar a hacer más murales y fachadas.

P. ¿Y las colaboraciones más importantes?
R. También colaboro con bandas, desarrollando portadas de discos y unidad visual. Y como la música es parte de mi vida diaria, es un aspecto natural de mi trabajo.

P. ¿Es reciente el paso al arte callejero? ¿Cuál es el proceso que sigues y cómo eliges el lugar para colocar tu arte?
R. En los últimos años, he producido más de estas intervenciones. Vivo cerca del centro de São Paulo, así que conozco algunos lugares de esta región, pero a veces no sé exactamente dónde estará. También llamo a algunos amigos cuando el collage es demasiado grande. Lo bueno es caminar por la calle «cazando» muros, pilares y donde sea que puedas insertar algo de arte.

P. Cuéntame cómo surgió el proyecto con El Cabritón. ¿Cuánto duró el trabajo?
R. Tienen el Proyecto Fachada, donde llaman a un artista o colectivo cada mes para recrear su fachada. Ellos ya conocían mi trabajo, ya les hice algunas estampas, entonces me pidieron que participara en este proyecto. Fue un gran desafío y muy agradable.

P. En tus exposiciones en el extranjero, ¿cuáles son tus mejores experiencias? ¿Alguna anécdota especial?
R. En Rusia, en San Petersburgo, un dato interesante fue el antiguo edificio bancario del siglo XIX que albergaba una exposición colectiva a la que asistí. Lo más interesante es que estaba dentro de una caja fuerte, con esos pilares gigantes haciendo espacio. Surrealista. En Italia, en Pávia, la receptividad y atención a mi exposición individual fue también una experiencia muy productiva y generosa.
Puedes ver otras obras de Marcel Lisboa en su perfil de Behance y su perfil de Instagram.