Javier Ruiz: «La pintura puede llegar a ser verdaderamente solitaria»

María von Touceda Por María von Touceda
12 Min lectura
Javier Ruiz nos habla de su proceso creativo. Su exposición ‘Hasta donde sé’, puede verse en Barcelona hasta mediados de abril

A veces, para contar buenas historias, no hace falta describir un contexto minuciosamente. De hecho, solo con presentar a los personajes en ciertas actitudes y escenarios, el espectador se encuentra ante una ambigüedad cargada de magia que resulta más convincente que relatar todo lo que rodea a esos protagonistas.

Así es como funciona la pintura de Javier Ruiz Pérez (La Carolina, Jaén, 1989). Óleos en lienzo y papel cargados de matices interpretativos. Obras que cautivan al público gracias a sus ensoñaciones, en las que personajes y naturaleza son protagonistas a partes iguales.

Este artista andaluz residente en Ámsterdam está graduado en escultura, en diseño gráfico y en ilustración en la Escuela de Arte nº10 de Madrid. Por último, completó su formación con numerosos cursos y talleres de pintura entre los que destacan los cursos de retrato al natural con los profesores Joseph Todorovich y Sunny Apinchapong en 3KicksStudio de Pasadena, California. Además un taller de pintura con el pintor Antonio López y Andrés García Ibáñez en Olula del Río, Almería, entre otros.

Ha expuesto tanto colectiva como individualmente como es el caso de ‘Torso, círculo y rama’ (2018) en la sala de exposiciones Juan Francisco Casas de su pueblo natal y ahora presenta su primera exposición con la Galería Víctor Lope titulada ‘Hasta donde sé’ del 11 de febrero del 2021 al 17 de abril de 2021 en Barcelona.

Ha sido galardonado en multitud de ocasiones, por destacar el más reciente en 2015 y 2016 el Premio adquisición Bienal de Pintura y Escultura Deportiva de Burgos.

Sus obras se encuentran en colecciones tan destacadas como la de Arte Figurativo Contemporáneo del Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona.

 

 

 

Javier Ruiz, La hierba crece de noche III, 2021. Cortesía del artista

 

 

 

P. Los fondos de muchas de tus pinturas suelen ser no lugares. ¿Por qué ubicas a tus protagonistas ahí?



R. No hay ninguna razón clara para ello. A veces, creo que es porque los personajes se tornan más reales y más humanos cuando se enfrentan a la nada, a sí mismos y a los demás, sin interferencias; otras, simplemente, por pura estética.

 

 

 

Javier Ruiz, Apunte XXXIII, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué importancia tiene la naturaleza en tu trabajo?



R. Muy relativa. Por lo menos, hablando desde la parte consciente. Desde luego, es algo que me atrae enormemente, pero no es una motivación extra para mi pintarla.

 

 

 

Javier Ruiz, Cualquier día nos encontraremos, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. La temática de las relaciones humanas está muy presente en tus obras, ¿crees que, quizás, estemos viviendo una época donde es más necesario que nunca ahondar en ellas?



R. Es cierto que las relaciones humanas van a cambiar –o ya están cambiando– en buena medida, de hecho, no solo entre nosotros, sino también con el medio. Pero ¿hay que prestarle más atención ahora? Aprender a vivir con y por los demás es y ha sido absolutamente necesario siempre, aunque buena parte del tiempo se nos olvide. ¡Estamos hechos para vivir en comunidad!

 

 

 

Javier Ruiz, Se acabará el libre albedrío (Apunte), 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Dirías que tu trabajo tiene un halo poético?



R. Totalmente. Hay mucho espacio para la interpretación y la emoción del espectador, pero también hay una parte simbolista con la que me gusta jugar desde el principio.

 

 

 

Javier Ruiz, Apunte XXVI. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Hay alguna búsqueda emocional o simbólica en la elección de tu gama cromática?



R. Bueno, creo que el color debe de acompañar a lo que está pasando. De hecho, es parte de ello. Aunque si te refieres a una búsqueda personal detrás de la obra, no.

 

 

 

Javier Ruiz, Cuaderno, Página 5. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué es para ti la belleza y donde crees que reside?

R. Realmente no sabría explicarlo y mucho menos sin caer en respuestas baladíes, pero supongo que es todo aquello que, a uno, con sus condiciones, cultura, contexto y vivencias le hace sentirse bien. Algo que, de alguna forma, te atrae.

 

 

 

Javier Ruiz, El que no sabe lo que ha sido, no sabe lo que es, 2020. Cortesía del artista

 

 

P. ¿Sigues alguna rutina para trabajar?



R. Depende mucho del contexto en el que me encuentre. Suelo tener una vida personal muy cambiante; sirva como ejemplo que, en los últimos 3-4 años, he vivido en varios lugares distintos y eso hace que me tenga que adaptar a la situación. Por regla general suelo ser bastante organizado, con hábitos marcados. Rutinas muy constantes, pero de pocas horas, que incremento cuando el trabajo lo requiere. Sin ir más lejos, estas últimas semanas, antes del opening de Hasta donde sé tenía jornadas de 12 a 14 horas al día, que son verdaderamente extenuantes, aunque reconozco, las más satisfactorias, tanto para mí como para la obra. Por otra parte, trabajo en casa, siempre con música, podcast o alguna serie de fondo. La pintura puede llegar a ser verdaderamente solitaria y echo menos cierta compañía, así que es una forma de conectarme con el mundo, aunque sea de manera unidireccional.

 

 

 

Javier Ruiz, Cuaderno, Páginas 13 y 14. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?



R. Pictóricamente hablando, varían según la época, aunque no hay una línea que separe los pictóricos y los personales. Creo que ambos alimentan de igual manera y al mismo tiempo mi trabajo. Mis referentes constantes en la pintura son demasiado conocidos, básicos diría; Vuillard, Morandi, Hockney… Pero, salvando la distancia, encuentro a muchísimos artistas brutalmente interesantes, con los que, incluso, comparto amistad y de los que me nutro diariamente.

 

 

 

Javier Ruiz, La hierba crece de noche III (apunte), 2021. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te han impactado más?



R. La primera vez que vi Los girasoles de Van Gogh de la National Gallery. También una retrospectiva de Lucian Freud en 2012 en la National Portrait Gallery, ambas en Londres.

 

 

 

Javier Ruiz, Marcados, siempre marcados, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. Si solo pudieses comprar una obra de un artista coetáneo, ¿de quién sería?



R. Puesto que no me va a valer de mucho decir nombres, te puedo decir que mi perfil sería algún artista joven al que pensara que merece la pena echarle un cable. Comprar obra de un grande sería demasiado egoísta por mi parte y, posiblemente, le restaría cierto halo de inaccesibilidad que también le da valor a la pieza, forma parte de esa idealización.

 

 

 

Javier Ruiz, Hay verdades que solo lo son si vienen desde la infancia, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?



R. Creo que es la pregunta más compleja de todas. El problema viene de raíz, por lo tanto, hay que trabajar de manera mucho más profunda. Como ejemplo básico, te diría que no es suficiente con que haya el mismo número de mujeres que de hombres en una exposición si el sistema a largo plazo no ayuda en otros muchos aspectos igual o más importantes que la visibilización.

Con eso no quiero decir que no sea necesario, todo lo contrario, pero la educación y concienciación a edades tempranas en todos los ámbitos del tema es fundamental. Para medidas a corto plazo, no creo que yo tenga un conocimiento verdaderamente profundo de la situación como para aportar algo de peso y que no sepamos todos ya, por mucho que me duela decir esto.

 

 

 

Javier Ruiz, La hierba crece de noche II, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?



R. Prácticamente neonata. Llevo muchos años dedicándome a la pintura, a tiempo completo o a tiempo parcial, pero de manera periférica. Ha sido en este último año cuando me he sentido realmente cómodo para presentar mi trabajo y es cuando han empezado a surgir las primeras oportunidades. Si bien es cierto que no he tenido prisa nunca por llegar a nada, tampoco entiendo exactamente qué es ni qué implica eso de «llegar a», por otra parte. Para mí siempre ha primado hacer lo que he creído que tenía que hacer, con más o menos acierto. Me he pegado muchos tiros en el pie.

 

 

 

Javier Ruiz, Cuaderno, Página 6. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?



R. Llevo meses trabajando en dos exposiciones individuales. Una se acaba de inaugurar en la galería Victor Lope de Barcelona y la otra será, posiblemente, a finales de marzo, de la mano de Gabriel Rolt, en Ámsterdam.

 

Puedes ver más obras de Javier Ruiz en su perfil de Instagram. ‘Hasta donde sé podrá verse hasta el 17 de abril de 2021 en la página web de la galería Victor Lope.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.