Las obras han sido elaboradas durante la primera ola de la pandemia
Con referencias en artistas clásicos com El Greco, Velázquez y Francis Bacon, Rubén Rodrigo (Salamanca, 1980) presenta Apóstoles. Tres estudios para una crucifixión en la galería Fernando Pradilla de Madrid.
El artista lleva a lienzos de mediano y gran formato una nueva lectura de la temática de la crucifixión y reflexiona a golpes de colores sobre las profundas transformaciones de nuestra época.
Según el artista estas obras producidas durante la primera ola de la pandemia de covid-19 conforman un “diario cromático-pandémico”, una reflexión estética del tiempo pasado en confinamiento.
De eso se trata Apóstoles, serie completada por Rubén Rodrigo en 2020 y de la que subraya su interés en “el aspecto cósmico del Apostolado, entendiendo el doce como número astronómico, solar y del tiempo por antonomasia. Un tiempo que nos había sido regalado y robado al mismo tiempo en uso y no-disfrute por una crisis mundial sin precedentes. En estos encierros tan místicos que hemos sufrido con nuestras conexiones particulares con Dios (Wi-Fi) es normal establecer paralelismos con Juan de la Cruz o Teresa de Jesús…”.
Las manchas monocromáticas del artista generan buenas reflexiones. Según apunta el curador y comisario Carlos Delgado Mayordomo, las obras de Rubén Rodrigo no se quedan en la retórica del gesto y ponen en suspenso la abstracción más radical:
“Las decisiones estéticas de Rubén Rodrigo están a la búsqueda de nuevos campos de imaginería pictórica. Su discurso no se desliza hacia la hibridación, el exceso conceptual, la seducción de lo abyecto o la retórica del gesto. Al contrario, traza la apertura en el lienzo de una mancha amplia y diluida, sobre la que desarrolla una ponderación de posibilidades: conflictos espaciales, negación de la imagen de origen, tensiones entre orden e inestabilidad y, sobre todo, la animación sensitiva del color. Una pintura que se niega a la plenitud de significados poniendo de relieve las complejidades de la percepción: vistos a distancia, en sus lienzos gravitan planos monocromos que se despliegan, se envuelven y desenvuelven; en la proximidad, las intersecciones de color generan sutiles contrastes y ritmos imprevistos. La identificación referencial, aquella late incluso en la abstracción más radical, queda en suspenso: ¿estamos viendo nubes, velos o formas acuosas? En realidad, vemos la representación de un líquido en movimiento, por medio de un líquido en movimiento. La propia huella de un proceso”.
Rubén Rodrigo es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca desde 2004, fecha en la que comenzó a exponer su obra en muestras individuales y colectivas en diferentes ciudades e instituciones españolas como el ya citado DA2 de Salamanca, la Universidad de Granada, la Fundación Antonio Gala de Córdoba y La Fábrica de Madrid, entre otras. En 2020 participó en la feria internacional ZONA MACO (México D.F) presentando un Solo Project en la sección SUR, y unos meses después exponía su obra en la Galería El Museo de Bogotá, su primera exposición individual fuera de España.
Entre los reconocimientos obtenidos por Rubén Rodrigo se encuentran el premio de Propuestas VEGAP 2016 de la XX Convocatoria de Ayudas a la Creación Visual, la beca de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores 2005-2006, el Primer Premio en la VII edición del Premio San Marcos de la Universidad de Bellas Artes de Salamanca, entre otros. Su obra se encuentra en diferentes colecciones privadas y públicas como la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, la Fundación Mondariz-Balneario, el Ayuntamiento de Móstoles, el Fondo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada, la Fundación Ibercaja-La Rioja, el Ayuntamiento de Salamanca, la Fundación Gaceta, el Fondo Patrimonial de la Universidad de Salamanca y la Fundación Ibercaja-Zaragoza.
Apóstoles. Tres estudios para una crucifixión se podrá visitar hasta el 27 de marzo en la galería Fernando Pradilla en Madrid.
Puedes leer nuestra entrevista con Rubén Rodrigo aquí.