El artista nos habla de su carrera y de la inspiración detrás de la exposición ‘Cute but cop’, en la galería marbellí Yusto/Giner hasta mediados de mayo
La imagen del grafitero malote que proyecta testosterona a través de sus esprays es un asunto que, por fin, comienza a denostarse gracias a artistas tan maravillosos como Imon Boy (Málaga, 1991). De él solo conocemos su edad porque trabaja desde el más absoluto anonimato.
Formado en una sólida práctica callejera, durante años ha alternado el arte urbano con proyectos de estudio enriqueciendo con la combinación cada una de sus facetas. Sus temáticas son tiernas e irónicas, utilizando el humor como catalizador y referencias de los años noventa.
Imon Boy está influenciado por todo aquello que ha formado parte de su vida: los videojuegos, Internet, la música, los cómics, el cine y hasta bebe de los memes más actuales para realizar sus trabajos. La simplicidad con la que dibuja sus personajes roza lo naif, sin embargo, no cae en metáforas fáciles.
El artista ha expuesto y pintado en gran parte de la geografía nacional y en ciudades como Sídney, Nueva York, Taiwán, entre muchas otras. En estos momentos expone ‘Cute but cop’, exposición en clave de humor sobre la relación entre los grafiteros y la policía, que reúne sus últimas pinturas en la galería Yusto/Giner de Marbella hasta el 16 de mayo de 2021.
P. Tu estilo, gracias a las formas redondeadas y los colores elegidos, denota una delicadeza inusual dentro del grafiti. ¿Por qué te has decantado por el lado amable del arte?
R. Creo que es algo natural. Nunca me he replanteado escoger un tipo de estética u otro, simplemente pinto lo que tengo en la cabeza, que no es poco. Nunca he tenido una naturaleza agresiva ni intención de mostrarme como un artista de la calle. Soy sencillo, y mi pintura también.
P. Algunas de tus obras parten de memes. ¿Qué crees que ha aportado la memética a la sociedad y a ti particularmente como artista?
R. Creo que los memes son un gran elemento comunicador, igual que el grafiti. Yo uso los memes como un grafitero usa un estilo para poner sus letras. Para mí, los memes son una inspiración más, como el cine, la música, el anime, el arte, etc. Uso todas esas referencias como artista a la hora de crear.
P. En tu última exposición Cute but cop en la Galería Yusto/Giner de Marbella presentas a los policías como cómplices y amigos de los grafiteros frente a una realidad que es totalmente contraria. ¿Piensas que el humor es la mejor estrategia para hacer crítica?
R. Me gusta ser irónico a la hora de crear, aunque hay más humor como herramienta para contar una historia que como crítica directa a algo.
P. ¿Tienes alguna buena anécdota de algún encuentro con la policía mientras estabas pintando en la calle?
R. No sé si es una anécdota o no, pero estoy conociendo a una chica que está opositando a policía. Ella no sabe muy bien a qué me dedico y el día que se lo explique detenidamente será raro. También una vez me dejaron llevar el coche por el barrio y me crucé con mi madre.
P. En muchas de tus obras también realizas cantos al amor o la amistad. ¿Cómo consigues abordar estos temas sin caer en la ñoñería?
R. Tal vez sea porque no pinto escenas explícitas. El amor está en el aire.
P. Te rodea un halo de misterio al no querer desvelar tu verdadera identidad. ¿Te ha traído muchos problemas esta opción tan romántica o, por el contrario, muchas más facilidades para moverte por el ámbito artístico?
R. A diario me cruzo con gente que me ha escrito alguna vez en Instagram y no sabe quién soy. Prefiero que sea así. Prefiero mostrar mi trabajo, no mi imagen. Por otro lado, está el factor de la ilegalidad, ya que me puede suponer un problema. Además de todo esto, en la «vida real», no quiero mezclar esto con mi relación con el mundo del cine. Algo de lo que no daré más detalles.
P. De todos los países donde has pintado, ¿dónde has sentido que valoran más al arte urbano?
R. En todos por igual, para lo bueno y para lo malo.
P. ¿Qué opinión te merece la relación entre arte y utilidad?
R. Algunos artistas tienen un gran poder de comunicación, y creo que esa es la mayor utilidad que tiene el arte, y no la funcionalidad, ya que un cuadro no sirve físicamente para nada. Yo no me considero un gran comunicador, ni un artista con un discurso crítico, pero siempre intento no alimentar ciertos aspectos negativos de nuestra sociedad con mis obras.
P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el arte?
R. Bajo mi punto de vista, tanto el machismo como el resto de los problemas que tenemos en nuestra sociedad debería tratarse desde la base, que es la educación. Si educamos aspectos como el machismo desde la educación, no tendríamos que estar preocupados de corregirlos en el futuro. Nosotros los artistas y las personas que tienen una gran visibilidad para los jóvenes, tenemos una responsabilidad, aunque no seamos conscientes, ya que lo queramos o no, somos un ejemplo para mucha gente.
Si el rapero favorito de los jóvenes tiene letras machistas, a gran parte de esos oyentes les influirá en la manera de pensar. Mientras un youtuber está haciendo un vídeo con una media de cinco millones de visitas por vídeo, en su mayoría gente joven, e inocentemente habla con términos como «mariquita» o «nenaza», no estamos haciendo bien las cosas. Tenemos muchos aspectos culturales que corregir, pero en la educación está la solución.
P. ¿En qué estás trabajando ahora?
R. Estoy trabajando para algunas ferias y solo shows en España, Chicago, Los Ángeles, Tokio. Tengo la suerte de tener bastante demanda y toda mi obra vendida, además de tener una larga lista de espera en todas las galerías.
Cute but cop se podrá visitar en la Galería Yusto/Giner de Marbella hasta el 16 de mayo de 2021.
Puedes ver más obras de Imon Boy en su perfil de Instagram.