
El feminismo de batalla de Pilar Aguilar
El ensayo ‘Feminismo o barbarie, vol. 2’ toca temas actuales del movimiento feminista de una manera inteligente, sencilla y directa
El feminismo no es nada nuevo, que se lo pregunten si no a Olympe de Gouges allá por la Revolución Francesa. Diferentes olas se han sucedido a través de los tiempos hasta llegar a la que cabalgamos en la actualidad. Es hoy en día un tema candente y probablemente se vea en su momento histórico más decisivo, después de décadas de globalización neoliberal que lo han transformado en un movimiento mundial, con diferencias, pero con valores y aspiraciones comunes.
El feminismo se enfrenta pues a múltiples frentes y luchas, desde la prostitución, los vientres de alquiler, la situación de la mujer en el mercado laboral o el transgenerismo, y la lista continúa.
En esta línea, vuelve a la batalla Pilar Aguilar Carrasco con su segundo volumen de Feminismo o barbarie. En el primer volumen, a través de veinticinco artículos, previamente publicados en otros medios, la autora reflexionaba sobre las bases del movimiento feminista.
El libro tuvo una calurosa acogida, por lo que repite ahora la fórmula, con su estilo fácil y ameno, y por supuesto repite con La Moderna Editora, una pequeña editorial que reivindica la modernidad y la tradición y que pretende colocar al feminismo en el lugar que le corresponde como punta de lanza del progreso. Este compromiso se ve en otros títulos de la editorial, por ejemplo, Sin ellas, no hay nosotras. Mujeres españolas que han hecho historia, que reseñamos en esta revista hace un tiempo.
Caracteriza al estilo de Aguilar el tono alegre, a la vez que luchador y pedagógico. Una simplicidad de estilo buscada para que el discurso, mordaz e inteligente, llegue de forma sencilla y directa a todo el mundo
El traductor, activista y político español Lluís Rabell, quien prologa este segundo volumen, dice así: «El feminismo incomoda necesariamente de entrada a los hombres, en la medida que cuestiona privilegios ancestrales que los varones hemos heredado por el hecho de serlo, como si se tratase del orden natural de las cosas –y no de una construcción vinculada al desarrollo histórico de las sociedades humanas–. Y porque el feminismo impugna radicalmente el papel dominante sobre las mujeres, sus vidas y sus cuerpos, que constituye el fundamento mismo de la masculinidad en el orden patriarcal. […] El feminismo viene a cuestionar la propia identidad masculina. Y lo hace poniendo ante los hombres un espejo de Venus que les devuelve una imagen poco halagadora de sí mismos. Lo cual provoca desazón y zozobra. O irritación: siempre habrá quien prefiera propinar una patada al espejo. Por todo ello, el feminismo de los hombres –acerca del cual se interroga igualmente la autora– no puede ser sino un feminismo de la responsabilidad».
Y de esto, de incomodar, sabe mucho Pilar Aguilar. Nacida en Siles, Jaén, en 1946, fue militante antifranquista durante su juventud. Conoció la cárcel y se exilió en París, donde estudió Sociología de la Educación y después Ciencias Cinematográficas y Audiovisuales.
Con la llegada de la democracia, se acogió a la amnistía parcial de 1976 para regresar a España. Desde entonces, vive a caballo entre Francia y nuestro país. Aguilar se ha convertido en una de las críticas de cine más destacadas y respetadas del feminismo actual. Son numerosos sus artículos sobre análisis y crítica de cine, donde combina su faceta pedagógica con una marcada conciencia feminista.
«Las feministas creemos, como Wittgenstein, que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” y que la relación entre lenguaje y realidad es dialéctica», dice la autora en Feminismo o barbarie. Caracteriza al estilo de Aguilar el tono alegre, a la vez que luchador y pedagógico. Una simplicidad de estilo buscada para que el discurso, mordaz e inteligente, llegue de forma sencilla y directa a todo el mundo.
En este segundo volumen de Feminismo o barbarie el discurso se articula en tres partes: la primera se titula «Hombres» y reflexiona sobre los temas que ya asomaban en el prólogo, el cambio de paradigma que las mujeres estamos promoviendo incomoda a algunos hombres que tratan de defender sus privilegios.
El transactivismo sostiene que ser mujer no es una realidad biológica sino un sentimiento, que el género no es algo socialmente impuesto sino una elección personal. Esta idea preocupa sobremanera a Aguilar
Otros, en cambio, han aprovechado para revisarse y cuestionarse sus propios principios. «Porque el feminismo no es un saber abstracto, sino que modifica la percepción tanto de sí mismo como de la sociedad y aboca a un proceso de revisión de certezas personales y sociales. Esto es igualmente válido para hombres y mujeres», escribe.
Es la parte más jocosa y divertida, comenta artículos de ciertos escritores españoles actuales que a menudo atacan al feminismo en sus artículos (cuyos nombres no desvelaremos y, sin embargo, son fáciles de imaginar), habla sobre Cathy Young, y analiza ciertas escenas de El Quijote y La vida es sueño.
La segunda parte aborda el polémico tema del transactivismo. Pilar Aguilar es precisamente una de las voces más críticas contra la «Ley trans», así que aquí aparca un poco el tono festivo reinante en las páginas anteriores para reprochar duramente al Ministerio de Igualdad que dé prioridad a la agenda trans por encima de la agenda feminista, descuidando de este modo a colectivos mucho más numerosos.
El transactivismo sostiene que ser mujer no es una realidad biológica sino un sentimiento, que el género no es algo socialmente impuesto sino una elección personal. Esta idea preocupa sobremanera a Aguilar, quien opina que, de ser así, el machismo sería imposible de detectar (que no significa desaparecer) y el movimiento feminista ya no tendría sentido.
La tercera se llama «Mujeres» y es la más corta. Una declaración de intenciones, las mujeres no dejaremos de luchar por nuestros objetivos mientras, pese a lo ya conseguido, sigamos viviendo en la sumisión y la desigualdad.
La autora lo tiene claro: «No es naturaleza, es educación». Hay que continuar la batalla, hay que «movilizar a las mujeres para que reivindiquen su tiempo, su espacio, sus ocios, sus deseos, su lugar de igualdad con los varones».
El segundo volumen de Feminismo o barbarie es un ensayo ligero pero no simple, que aporta no sólo reflexiones sino también datos, muy divertido en su primera parte y con una portada fácil de recordar, pues aparece la icónica foto de Clara Campoamor dirigiéndose a la muchedumbre con el brazo en alto.
Pilar Aguilar Carrasco da lo que promete en la introducción: aclara temas candentes y permite conocer mejor los argumentos feministas, todo ello de una forma clara, amena y eficaz.
Pilar Aguilar Carrasco, Feminismo o barbarie, vol. 2, 2020. La Moderna Editorial. 174 páginas. 13€