La artista y autora nos habla de su exposición ‘Spray Cocktail Party’ en la galería Swinton Gallery de Madrid
Los cuentos clásicos de origen indoeuropeo son manuales de una sociedad patriarcal para promover sus valores en los niños y, principalmente, en las niñas.
Vivimos en tiempos en donde hay que erradicar esos valores rancios y trabajar por una sociedad más justa y más libre. Eso lo sabe bien Olga de Dios (San Sebastián, 1979) que, a través de sus libros infantiles, forja ideales tan positivos como la tolerancia y el concepto de diversidad.
Sus trabajos han tenido un éxito mundial y se han publicado en varios idiomas, pero Olga también trabaja en otro frente, el del arte contemporáneo, como demuestra en su exposición ‘Spray Cocktail Party’ en la galería Swinton Gallery de Madrid. Una explosión de colores que podrá verse hasta mediados de julio y que invita a disfrutar a niños y mayores de la libertad pictórica de la artista y su personalísimo imaginario.
Olga de Dios se formó como ilustradora en la Escuela de Arte 10 de Madrid y como arquitecta en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, UPM y en la KU Leuven de Bélgica.
Desde el año 2014 ha centrado su actividad en la creación de obras para la infancia. Trabaja como profesional independiente colaborando con diferentes editoriales, ONGs y otros profesionales. Hablamos con ella sobre su trabajo como ilustradora de libros infantiles y, también, sobre su última exposición.
P. Tus libros infantiles están cargados de valores positivos que abogan por una sociedad mucho más libre. ¿Crees que los niños están más preparados para asimilar esos conceptos que sus propios padres?
R. Bueno, creo que no podemos generalizar ni en la infancia ni entre las personas adultas porque somos muy diferentes todas las personas, pero en mi opinión, la infancia es un público muy sincero y eso me gusta mucho. Cuando algo les gusta o les interesa es cierto que muestran mucho entusiasmo, pero si algo les aburre no tienen problema en decirlo. Además, es un público que presta mucha atención a la ilustración, eso me ha motivado en cada nuevo libro a dedicar mucho trabajo a los pequeños detalles, a dibujar distintos tipos de flores, pequeños insectos o pintar el color de las uñas de cada personaje… Siempre hay peques que se dan cuenta de esos esfuerzos. Por eso considero que son un público muy exigente, mucho más que las personas adultas.

Olga de Dios, Spray Cocktail Party 8, 2019. Acrílico sobre madera. 50 x 50 cm. Cortesía de la artista y Swinton Gallery
P. Monstruo rosa ha sido un éxito editorial tremendo a nivel mundial. Al tratar el tema de la homosexualidad, ¿has tenido algún problema con la censura en alguno de los países donde se ha querido publicar?
R. Monstruo Rosa, surgió como trabajo final de Ilustración en la Escuela de Arte 10, tuve que desarrollar un proyecto y decidí dirigirme a la infancia con un álbum ilustrado. Sentí que eran necesarios más materiales con los que trabajar la diversidad con la infancia. Lo concebí desde mi perspectiva de mujer y lesbiana en nuestra sociedad. Intenté reflejar los sentimientos que a mí me han acompañado a lo largo de mi vida, siempre con una visión optimista y con el objetivo de transmitir los beneficios de construir una sociedad diversa, en la que todas y todos seamos diferentes.
Este proyecto fue premiado y publicado, llegó a mucha gente y a partir de Monstruo Rosa me ofrecieron la oportunidad de publicar más libros, por lo que empecé a trabajar otras temáticas sobre las que considero importante generar más referentes para la infancia. No he tenido problemas de censura y en general he recibido críticas positivas de ese trabajo, además ha sido distribuido en muchos países.
P. En una ocasión leí que contabas que de joven te negabas al color rosa porque era impuesto pero que, ahora, gracias a la liberación que da ser adulto, usas este tono casi como bandera. ¿Qué le dirías a todas esas mujeres y hombres que siguen pensando que el rosa asigna género o cualquier rasgo relacionado con lo “femenino”?
R. En realidad creo que en mi trabajo propongo valorar la diversidad en positivo, entender que el mundo es muy diverso y que eso no debe dar miedo sino que debe motivarnos a entender nuestra realidad. En Spray Cocktail Party encontramos un tríptico en que vemos que ser amarillo en un mundo en el que la normatividad es rosa nos puede hacer sentir mal, desubicadas o señaladas, sin embargo, encontramos otra escena que sucede a la inversa y es un personaje rosa el que se encuentra en un universo predominantemente amarillo. El tríptico está protagonizado por una pieza central en la que he representado la diversidad. Mis propuestas de promover una sociedad abierta, solidaria y justa están presentes en mis libros y también en mi obra artística.
P. ¿Cómo ha sido la deriva que te ha llevado de estudiar arquitectura hasta dar un giro tremendo hacia la ilustración?
R. Siempre me ha interesado el arte en general y el dibujo ha sido mi medio de expresión desde niña. Durante años me dediqué a la imagen gráfica vinculada a la arquitectura y después trabajé un tiempo como creativa gráfica para campañas de diferentes asociaciones y ONGs. A la edad de 30 años sentí la necesidad de retomar el dibujo a mano alzada y aprender más técnicas de ilustración por lo que amplié mis estudios como ilustradora en la Escuela de Arte 10 de Madrid. Allí descubrí que a través de la ilustración podía transmitir ideas y contar historias, eso me motivó.
Otro mundo muy distinto es el de la pintura con el que actualmente estoy explorando otras formas de expresión. En la pintura no utilizo herramientas digitales, la concibo para ser disfrutada en persona y poder sentir la obra original a través de los propios materiales que yo misma aplico en el soporte.

Olga de Dios, Spray Cocktail Party 21, 2021. Acrílico sobre madera. 81 x 65 cm. Cortesía de la artista y Swinton Gallery
P. Tu exposición Spray Cocktail Party es una explosión de alegría y color que gira en torno a la idea de fiesta y del baile. ¿Por qué has decidido trabajar sobre estos conceptos justo ahora que, por culpa de la pandemia, ni fiesta, ni baile hay?
R. Este proyecto lo inicié antes de que comenzara la crisis de la covid-19, y desde el inicio estuvo planteado con el objetivo de vivir la experiencia desde la diversión y el disfrute, acercar las obras y el proyecto de la forma más accesible posible. Lo que ha sucedido es que, con la crisis, la exposición se ha retrasado y yo he tenido tiempo de continuar explorando durante más tiempo. El trabajo que se expone es el resultado de más de dos años de trabajo. Este trabajo transmite el optimismo como una forma de afrontar las situaciones a las que nos vamos enfrentando en la vida, sin duda es una propuesta artística situada en este momento en el que necesitamos mirar al futuro incierto con optimismo y también con perspectiva crítica y propuestas de construir una sociedad más justa.
P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo y en los ámbitos artísticos y editoriales?
R. Actualmente estamos viviendo cómo las demandas feministas están presentes en muchos espacios, tanto culturales como en espacios de poder y toma de decisiones, esto es resultado de la fuerza y la capacidad transformadora de los movimientos feministas. Creo que eso es una buena estrategia, movimientos feministas fuertes que consigan que las demandas lleguen a todos los lugares posibles y las defiendan cada día más personas.
P. Tienes muy clara tu filosofía de trabajo, además del gran valor artístico y literario del mismo, ¿crees que esos ideales tan férreos son la clave de tu éxito?
R. Creo que mis ideas y mi forma de entender el mundo están presentes en mi trabajo artístico y en mi forma de concebir los proyectos en todos los aspectos, desde la manera de establecer colaboraciones con otras profesionales hasta la forma de distribuirlos. Incluso me hacen también reflexionar sobre el concepto de éxito, que en ocasiones se reduce a éxito comercial y en mi opinión no podemos reducirlo a eso.
P. Cuéntanos cómo valoras tus experiencias internacionales.
R. Mis libros han viajado a muchos más países que yo misma, y en muchos casos me han abierto puertas a experiencias internacionales que me aportan nuevas oportunidades. Aprendo mucho de las lecturas que se hacen de mi trabajo en diferentes culturas, es una suerte poder vivir experiencias así porque me enriquecen mucho como artista y como persona. Me siento muy afortunada.
P. ¿En qué estás trabajando ahora?
R. La próxima semana estará disponible el libro Spray Cocktail Party, un nuevo proyecto editorial muy personal que he creado y autoeditando a partir del proyecto artístico. Después de más de dos años trabajando a través de la pintura no he podido evitar crear un libro con el que compartir este trabajo y abrirlo a más gente. Gracias al apoyo de muchas librerías que he conocido durante estos años se podrá encontrar en distintas ciudades de España y estará accesible y de libre descarga en mi web, como es habitual en mi trabajo bajo licencia libre Creative Commons (CC).
P. ¿Qué temas se tocan en ese libro sobre la exposición que vais a publicar?
R. Se trata de un libro doble, en el primer volumen encontraréis un catálogo completo de la exposición con fotos y fichas técnicas de todas las obras que pueden verse colgadas en la sala actualmente, una conversación con Goyo Villasevil, codirector de Swinton Gallery, en la que explicamos cómo hemos vivido el proceso de creación de este proyecto y un texto curatorial de la comisaria Semíramis González titulado “La fiesta y la revolución”. El segundo volumen es el Cuaderno de Arte para Colorear, Crear y Pensar, con 50 láminas sobre las que podéis trabajar y arrancar las páginas. Explico para todos los públicos algunas de mis técnicas artísticas y procesos creativos también os ánimo a través de preguntas a dibujar y crear muchas respuestas.
Spray Cocktail Party podrá verse hasta el 15 de julio de 2021 en la galería Swinton Gallery de Madrid.
Puedes ver más obras de Olga de Dios en su página web y su perfil de Instagram.