Francesc Rosselló: «A pesar de la pandemia, la gente sigue coleccionando y hay más pequeños coleccionistas»

María von Touceda Por María von Touceda
13 Min lectura
El artista nos habla de sus inspiraciones en la creación de su universo autobiográfico

En una ocasión me dijo un editor que no hay mejor ficción que la realidad. No puedo estar más de acuerdo. Esto se puede llevar también al ámbito artístico en tanto en cuanto crear imágenes autobiográficas y retratar a personas de tu entorno son temáticas que suelen llegar más al espectador que dibujar o pintar cualquier motivo con el que no tengas un vínculo emocional.

Francesc Rosselló (Vilafranca de Bonany, Mallorca, 1994) trabaja en sus obras recuerdos que, de alguna manera, han dejado huella en su vida. Sus pinturas y dibujos presentan su universo particular, en el cual personas cercanas a él, animales, comida y cigarrillos son representados con un marcado trazo personal.

Las técnicas con las que aborda esta serie de pinturas suelen ser óleo y acrílico. El humor tiene un gran peso narrativo y va acompañado de una gama cromática de colores vivos y saturados que funciona de manera armoniosa.

Graduado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y con un máster de Formación del Profesorado por la Universidad de las Islas Baleares, el pintor trabaja ocasionalmente de profesor alternando este trabajo con el oficio de pintor el cual ocupa la mayor parte de su tiempo.

Recientemente Rosselló ha expuesto en Di Gallery de Sevilla junto a Miguel Scheroff, y ha formado parte de la exposición colectiva Panorama #04 en la galería Fran Reus, Mallorca. Hablamos con él sobre su iconografía, referentes, el coleccionismo y sus nuevos proyectos.

 

 

 

Francesc Rosselló, Fuck you!!, 2021. Acrílico sobre tela. 30 x 41cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. El acto de fumar y los cigarrillos son unos de los temas que plasmas en varias de tus obras, ¿a qué se debe esta elección?

R. Los cigarros son un símbolo que se repite en mis obras en parte porque me recuerda a las películas que veía de pequeño en las cuales el tabaco era un recurso que se utilizaba mucho para evocar dramatismo, y en parte para exagerar la actuación. Actualmente, se puede apreciar en pocas series como en Peaky Blinders o en Stranger Things, pero se usa con el mismo fin.

Por otra parte, me interesaba mucho y me sigue interesando el hecho que el pintor sea omnipotente dentro de su obra, creativamente hablando. En mi caso, poder para cambiar de materia los objetos y hacer que la hierba parezcan cuchillas, que el humo parezcan vísceras o que el aire pese tanto como la piedra. Y por último, por supuesto es un símbolo autobiográfico, está claro que en algún momento de mi vida he fumado y tengo amigos que lo siguen haciendo, supongo que pintar los cigarros me recuerda a momentos buenos y no tan buenos de mi adolescencia.

 

 

 

Francesc Rosselló, La gran cena española, 2020. Técnica mixta sobre tela. 159,5 x 181,5 cm.

 

 

 

P. Algunos de tus dibujos y pinturas narran escenas dramáticas, ¿qué significa para ti lo «terrible»?

R. No puedo negar que en mi obra hay un cierto dramatismo, siempre he sido un gran cinéfilo y amante de los cómics. Claramente mi obra bebe mucho de esta composición que hay en las escenas de algunas películas y de las viñetas de los cómics y mangas. Pero las escenas son mías, solo mías, sacadas de mis recuerdos y experiencias, pero siguen siendo escenas. La vida ya es demasiado dramática y terrible para centrarse solo en eso. Yo la percibo más como un mal chiste con unos toques de humor negro con el que sabes que está mal reírse, pero lo haces de todos modos.

 

 

 

Francesc Rosselló, No me esperes voy a por tabaco, 2020. Acrílico sobre tela. 60 x 90 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Los animales también son un tema recurrente en tu trabajo, ¿qué aportan a tu iconografía?

R. Los animales siempre han sido una parte importante de mi vida y ya de pequeño he pasado casi más tiempo con animales que con personas. Soy más afín a ellos. Creo que fue de lo primero que dibujé obsesivamente. Siempre me ha gustado mirar a los animales que había a mi alrededor y he podido observar en ellos unos comportamientos muy humanos, o se podría ver a la inversa cuando observas a los humanos, que estos comportamientos de los animales que nos recuerdan tanto a nosotros mismos solo nos enseñan nuestros instintos más primarios. Los animales que represento en mis obras simbolizan exactamente estos comportamientos y acciones que los seres humanos tenemos incorporados ya biológicamente y que se almacenan en la parte más instintiva de nuestro cerebro.

 

 

 

Francesc Rosselló, Los restos de San Jorge, 2020. Acrílico sobre tela. 183 x 208 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué buscas en un rostro o personaje para ser retratado por ti?

R. Los rostros que pinto son siempre de amigos, familiares o conocidos, ya que para mí no tiene sentido pintar a alguien ajeno a mi vida o desconocido. Las historias que pinto son autobiográficas y lo más lógico es que los personajes que aparecen en mis obras formen parte de mi vida. Si no fuera así sentiría que me estoy mintiendo a mí mismo.

Siempre pinto la gente que admiro, gente de la que me he enamorado, gente que por alguna razón, buena o mala, ha cambiado mi vida. Es decir, gente que ha tenido un papel fundamental en la construcción de mi persona y que tiene un papel importante en mi memoria.

 

 

 

Francesc Rosselló, Good nightmares, 2020. Acrílico sobre tela. 183 x 208 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué emociones pretendes despertar a través de tu paleta cromática?

R. No pretendo despertar ninguna emoción, únicamente quiero plasmar una escena, una parte de una historia y que el espectador se plantee lo que está pasando, lo que acaba de pasar y lo que va a pasar en un futuro. La verdad es que cuando pinto siempre voy modificando el color hasta que estoy satisfecho del funcionamiento de la obra, es decir, el color va ligado a la historia. Y seguramente el color que yo creo ver en la obra es distinto al que ven los espectadores, ya que soy daltónico.

 

 

 

Francec Rosselló, Los otros santos, 2020. Acrílico sobre tela. 183 x 208 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿A qué artistas de tu generación admiras?

R. Yo como pintor siento una gran afinidad y admiración por un montón de artistas de mi generación tanto españoles como extranjeros. Pienso que ahora estamos en un momento en España con unos artistas emergente muy potentes.
Artistas como Tomás Pizá, Josep Santamaria, Miguel Scheroff, Jose Fiol, Joan Cabrer, Mariana Sarraute, Silvia Lermo, Ira Torres, Laura Vinos, Marcos Juncal, Julia Santa Olalla, Bel Fullana, Ana Barriga, Fran Baena, Anto Pulp, Javier Ruiz, Marco Prieto, Javier Aldarias, Sebas Velasco, Imon Boy, Sofia González, Marcos Álvarez, Gori Mora, Juana González, Marta Galindo, Agus Diaz Vázquez, Adriana Berges, Yann Leto, Gala Knörr, Julià Panadàs, Joan Pallé y muchísimos más, pero si tuviera que decirlos todos no acabaría nunca.

Me siento muy afortunado de estar dentro de esta generación, algunos de estos artistas son amigos y les debo mucho.

 

 

 

Francesc Rosselló, Juancho, 2021. Técnica mixta sobre tela. 162 x 130 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué figuras de la Historia del Arte te han marcado más?

R. Esta pregunta es complicada, son tantos los artistas de la Historia del Arte que me han marcado e influenciado… Pero últimamente estoy muy obsesionado con la obra de Botticelli, Bonnard, Per Kirkeby, Cecily Brown, Jörg Immendorff, Clara Peeters, Bruegel el Viejo y algunas obras de Laura Knight.

 

 

 

Francesc Rosselló, Sadie Meal, 2021. Acrílico sobre tela. 162 x 130cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo ves el panorama del coleccionismo en España?

R. Yo lo veo vivo, creo que a pesar de todo lo sucedido con la pandemia, hay gente que sigue coleccionando arte, y pienso que cada vez hay más pequeños coleccionistas que empiezan en este mundo. Es verdad que los artistas nos vemos un poco desamparados y por consecuencia de esto, nos vemos obligados a ayudarnos entre nosotros y tejer una red de contactos y amistades entre artistas y coleccionistas para seguir presentes en la escena artística.

 

 

 

Francesc Rosselló, Dos antropófagos antes de comerse el uno al otro, 2020. Acrílico sobre tela. 162 x 130 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál dirías que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito artístico?

R. Este problema se tiene que combatir desde los cimientos. Como docente ocasional he podido observar la poca presencia o la presencia nula de mujeres artistas en los contenidos lectivos de las materias artísticas en ESO y bachillerato. Creo que un pequeño avance para intentar solucionar este problema sería introducir algunas de estas artistas para darles una visión más amplia de lo que es la Historia del Arte y que los alumnos puedan apreciar que también hay mujeres artistas excepcionales presentes las cuales también han dejado una huella profunda en la Historia del Arte.

 

 

 

Francesc Rosselló, Aquí murió un valiente, 2021. Acrílico sobre tela. 130 x 97 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Actualmente estoy trabajando en una serie de grandes formatos en los que los elementos arquitectónicos y las composiciones interiores cada vez son más frecuentes. En estas nuevas obras he incorporado técnicas y recursos que hacía muchos años que no utilizaba, las veo como un nuevo redescubrimiento.

 

 

Puedes ver más obras de Francesc Rosselló en su página web y también en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.