‘Sopa de Batman’ reúne doce relatos con sabor a realismo sucio, y personajes que deambulan entre lo cotidiano y lo surrealista
El santanderino Raúl Real (1976) presentó el pasado mayo su segundo libro de relatos cortos, agrupados bajo el título Sopa de Batman, un plato gourmet que tras año y pico de pandemia seguro nos resulta familiar y sugerente. Pero no se crea el lector que el coronavirus es el tema detrás de estos doce relatos, Real es mucho más sutil que eso.
Una mascarilla, una fría y poco apetecible sopa, un malestar típico de un mero catarro, son los elementos que hacen referencia de pasada al hilo conductor, mera excusa por parte del escritor para diseccionar a sus personajes.
Raúl Real, graduado en Estudios Ingleses por la UNED, trabaja en la actualidad como profesor; tiene también a sus espaldas más de veinte años de carrera en el mundo del rock, actuando con bandas como Los Tupper y Soul Gestapo, y eso se nota en su escritura, por cuyas rendijas siempre se cuelan de algún modo la música, el ritmo, la armonía.
Son también doce relatos, con un fuerte sabor a realismo sucio, por los que desfilan un montón de personajes variopintos que basculan entre lo normal y cotidiano
Su primer libro, La inteligencia de los Jilgueros (2019) resultó una sorpresa muy grata. Son también doce relatos, con un fuerte sabor a realismo sucio, por los que desfilan un montón de personajes variopintos que basculan entre lo normal y cotidiano, y lo raro y surrealista, rasgo que también comparte con Sopa de Batman. Ambos libros transitan por los rincones en sombra del ser humano con una prosa equilibrada, cercana y hermosa.
Publica esta vez con La Marca Negra, un proyecto editorial independiente creado en 2015 por el murciano José Bocanegra (1977). La editorial cuenta en su catálogo, entre otros títulos, con Coito ergo sum (María von Touceda) y la reciente La casa de Verges (Marta Fontana). Convoca el Premio Anne Bonny de narrativa cuya primera edición ganó el escritor y profesor colombiano Óscar Daniel Campo Becerra con la novela Días hábiles (2020).
La destreza con la que Raúl Real construye escenarios y personajes es evidente, se nota que el músico y escritor está curtido en prensa, fanzines y revistas musicales. Es la de Real una pluma inteligente, refinada, con un gusto por los guiños a la cultura popular (desde Bob Esponja a Chet Baker o Motörhead), con un gran dominio de los diferentes registros, fresca, ágil y muy cinematográfica.
El autor es capaz de crear personajes, tramas y ambientes muy extraños, a veces lejanos, y que, sin embargo, resulten absolutamente creíbles y cercanos. Porque en el fondo da igual que la historia se desarrolle en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia, y que los personajes se llamen Zhao, Yun o Jingjing, lo que nos conecta con “Sopa de Batman. (Una improbable precuela)”, relato que abre el libro y le da nombre, y con el resto de cuentos, es la mirada Raúl Real proyecta sobre la realidad humana.
“Semántica esquimal”, “Júpiter pop song”, “Un domingo de resurrección cantado por Halford & Dickinson”, “Otra historia de fantasmas” son algunos de los evocadores títulos que acompañan a la inquietante, pero deliciosa, sopa de murciélago.
Dos citas (de Cioran y de Beasts of Bourbon) y un soneto que se casca el propio Real abren la lectura de unas ciento treinta páginas por las que desfilarán la violencia, la marginalidad, la ternura, la belleza y un montón de pícaros modernos, de distinta clase, procedencia y condición.
Es innegable la maestría de Raúl Real para tejer microcosmos verosímiles y dotarlos de un halo continuo de extrañeza e irrealidad
Protagoniza estas locas y profundas historias un amplio abanico de personajes que representan las virtudes y defectos humanos. El consumido asesor del jefe de estado, gatos callejeros obligados a pelear por la comida y el territorio, extrañas monjas que hacen la compra en un supermercado, idolatradas estrellas musicales (genial la caricatura que dibuja Real en “Delicatessen”).
Además de proxenetas, y personas normales y corrientes que sufren una enfermedad mental, como es el caso de Eva, de “Mecanismo de autodefensa”, quizás el relato más brillante y apabullante del libro. Es innegable la maestría de Raúl Real para tejer microcosmos verosímiles y dotarlos de un halo continuo de extrañeza e irrealidad.
Sopa de Batman es un libro que sigue la estela de La inteligencia de los Jilgueros, doce relatos que se leen a buen ritmo, pero que apetece leer lento para degustar la narración, la prosa trabajada, el giro inesperado.
Así parece que lo pide la lectura, dejarse agitar por el golpe de realidad que nos pega Real, el empujón que nos da hacia la reflexión. Un título muy recomendable para disfrutarlo con calma este verano.
Raúl Real, Sopa de Batman, 2021. La Marca Negra Ediciones. 140 páginas. 15 €