«Out of Bounds» (2020): los límites de la imaginación

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
7 Min lectura
Hablamos con el director Franz Impler sobre su recién estrenado ‘Out of Bounds’ sobre los desafíos de su proceso creativo

Un pequeño «error en la Matrix», envía un jugador de tenis a otra dimensión. Un niño le roba la pelota, y tan pronto el jugador decide salir corriendo detrás de él, empieza a descubrir más sobre su entorno y sobre sí mismo.

En este videojuego ficticio, ultra colorido y lleno de referencias a la cultura popular, el espacio también es un personaje. En sus indagaciones filosóficas, reafirma los límites de su imaginación. «¿Qué sucede cuando un personaje de un videojuego se sale de su propio juego?», se pregunta su director.

Out of Bounds (Fuera de los límites) es el corto de graduación Franz Impler (Baviera, 1992) en la Academia de Bellas Artes de Leipzig en 2020. El director se encargó del guion, animación y diseño de sonido.

La pieza, ya en su ruta de festivales, es una metáfora visual sobre las reglas, los propósitos y la identidad. Nos hace repensar, desde la abstracción, la importancia del entorno para comprendernos a nosotros mismos y nuestra sociedad. De estas preguntas filosóficas y los retos de su proceso creativo, hablamos con su director.

 

 

 

 

 

 

 

P. Out of Bonds realmente da la sensación de videojuego. Y lo has hecho todo solo. Técnicamente, ¿cuál ha sido tu mayor desafío en el proceso?

R. Uno de los mayores desafíos de este proyecto fue que tuve que aprender animación 3D mientras hacía la película. Empecé a aprender animación 3D por mí mismo quizás un año antes de comenzar a trabajar en la película. Por supuesto que sabía que esto era un poco ingenuo. Probablemente no lo hubiera hecho de esa manera, si hubiera sabido antes cuánto trabajo sería realmente. Quizás hubiera planeado un proyecto más pequeño.

No fue solo la parte de la animación. Hubo varios desafíos en todo el proceso. Además, la parte del sonido fue bastante desafiante, ya que no tenía experiencia en hacer música y sonido. Y luego estaba la limitación en términos de potencia informática. Trabajé en una máquina de potencia relativamente baja, así que tuve que lidiar con tiempos de renderización bastante largos y pasos de trabajo lentos en general. Eso también fue una pequeña desventaja. Pero al final aprendí mucho. También cosas que haré de manera diferente en proyectos futuros.

 

 

 

Franz Impler, Out of Bounds, 2020. Fotograma

 

 

 

P. Tan pronto como tu personaje falla, un viaje metafísico empieza. O quizás dos. Uno en el que una inteligencia artificial hace preguntas sobre su ser y sus limitaciones, y otro que comprende esta «dualidad» y la resuelve. ¿Eras consciente desde el principio de esta dinámica filosófica en torno al tema de tu película?

R. Sí y no. Fue una especie de experimento mental desde el principio. ¿Qué sucede cuando un personaje de un videojuego se sale de su propio juego? ¿Quién sería? Para mí fue un experimento interesante porque hay muchas preguntas a continuación. Los personajes de los videojuegos suelen ser muy simples y unidimensionales. Especialmente en juegos deportivos. Pero eso para mí lo convierte en un buen marco para pensar en temas complejos. No se trata solo de identidad, límites o reglas, sino de la conexión de estos temas.

Así que tenía una especie de historia en mi mente. Pero los textos no fueron planeados desde el principio. Pronto sentí la necesidad de agregar esta capa de texto encima de las capas audiovisuales. Y eso cambió bastante todo el proyecto.

 

 

 

Franz Impler  Out of Bounds
Franz Impler, Out of Bounds, 2020. Fotograma

 

 

 

P. Creas una serie de espacios y escenarios que parecen infinitos. ¿Cuál es la importancia de estos espacios cuando piensas en quién eres?

R. Para mí, los escenarios son siempre una especie de personajes en sí mismos. En los videojuegos los espacios y escenarios son muy importantes ya que definen el juego. Todo tiene un significado o un propósito. La forma más extrema del propósito de un escenario es la cancha de deportes, tanto en el mundo real como en los videojuegos. Porque cada línea está incrustada en un conjunto de reglas. Cada línea establece límites y limitaciones. No se puede jugar al tenis fuera de este entorno y realmente no se puede utilizar este entorno para otra cosa que no sea el tenis.

Cuando colocas al personaje del tenis fuera del campo de tenis, eso también cambia su identidad porque realmente ya no puede cumplir con su propósito. Por supuesto, en el mundo real eso es un poco diferente, pues un jugador de tenis es más que eso. Pero creo que la conexión de la propia identidad y los espacios, límites o reglas en las que te encuentras sigue ahí. Moverse a diferentes lugares o espacios siempre cambia quién eres. Entonces la identidad es algo muy fluido. Me gustó mucho jugar con estos temas en el escenario de un videojuego de ficción.

 

Puedes ver más obras de Franz Impler en su canal de Vimeo y su página web.

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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.