La artista nos habla de sus obras recientes que pueden verse en estos momentos en Madrid
Internet ya era la ventana a la que nos asomábamos para observar el mundo antes de la pandemia, pero fue esta la que acusó aún más esta faceta de la red. Durante la cuarentena, al no poder salir de casa, casi todas nuestras relaciones fueron a través de la pantalla. Esto acentuó esta forma de conectarse con el mundo en la que, a veces, olvidamos el tiempo y la distancia de manera que nos parece que la vida digital es lo normal. De hecho, acuñar el término “nueva normalidad” a una forma de vivir donde casi todo se hace en línea, dice mucho de este modo de vida que ha llegado para quedarse.
Adriana Berges (Madrid, 1992) reflexiona en su obra sobre esta cuestión haciendo de Internet el tema clave de su trabajo. A través del apropiacionismo de imágenes que aparecen en las pantallas de nuestros ordenadores, valora cómo son los paisajes que ahora observamos desde nuestras casas. Frente a aquella ventana renacentista por la que los artistas buscaban el entendimiento del mundo, Berges contrapone la ventana digital como paradigma de la sociedad actual.
Estas imágenes digitales conocidas por todos los usuarios de ordenadores son tratadas por la artista de manera analógica. Se trata de pinturas a óleo sobre lienzo, aunque también utiliza otras técnicas como la instalación y piezas sonoras. Construye esta reflexión sobre lo digital de manera manual y esta contradicción es la clave de su trabajo.
En ‘Mi escritorio’, su exposición actual en la Galería de Arte A Ciegas de Madrid, la artista reflexiona sobre aquello que observa desde su mesa de trabajo, en Internet y los paisajes que nos encontramos por defecto en nuestros ordenadores.
Adriana Berges es graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, estudios que completó con una beca Erasmus en Alemania y un Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por la Universidad Autónoma de Madrid y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Ha sido premiada en varias ocasiones, destacando las más reciente, en 2021, con Primer Premio de pintura y Adquisición de obra Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, Sexto Certamen Nacional de Pintura (Madrid).
‘Mi escritorio’ podrá verse hasta el 12 de noviembre de 2021. Hablamos con ella sobre lo que supone la red en su obra, sus técnicas de trabajo, valores psicológicos, referentes y otras cuestiones que atañen al ámbito artístico.
P. ¿Qué peso tiene Internet en tu trabajo?
R. Desde 2018, Internet se convirtió en un tema clave en mi trabajo. Considero que hoy en día, mi realidad y la de muchas personas de mi generación es la que vemos a través de una pantalla. Por esta razón me interesan todos los temas que giren alrededor de Internet y el paisaje que este nos ofrece desde una mirada crítica y actual, analizando diferencias y similitudes entre la fina línea donde se mezclan el entorno físico y el espacio virtual.
En mis últimos proyectos Screenshot – 2018 y EN CALMA – 2020 con la Galería de Arte a Ciegas en Madrid, he trabajado el paisaje a partir de icónicas imágenes que forman parte de la memoria y del imaginario colectivo internacional. A raíz de estos proyectos he ido completando mi investigación sobre la concepción del paisaje digital y virtual a día de hoy, así como nuestra manera de relacionarnos con él, con su reproducción y con nuestro entorno.
P. ¿De qué manera ha influido la pandemia en tu último proyecto?
R. La pandemia podría decir que ha influido totalmente en la creación de mi última exposición titulada Mi Escritorio. Ha sido presentada en la Galería de Arte A Ciegas en septiembre de 2021 y es un proyecto que surge tras la experiencia de la cuarentena donde se confirma aquello que ya sabíamos: conocemos más el mundo a través de imágenes digitales que por nuestra propia experiencia. La exposición invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno físico y el espacio digital, la descontextualización del paisaje, las ilusiones digitales y la sobresaturación de imágenes.
P. ¿Qué rasgos destacarías de la generación millennial que aparecen reflejados en tus trabajos?
R. En realidad, no estoy muy segura de cuáles son los rasgos de un millennial por definición. Como persona que pertenece a dicha generación y como artista que trata de constatar el momento que le ha tocado vivir, diría que en primer lugar, pinto lugares visualmente reconocibles por mi generación, cuestiono formatos virtuales como los vídeojuegos, y trabajo conceptos como la calma, desconexión y al aburrimiento necesarios para el crecimiento personal y creativo. También reflexiono sobre rutinas digitales que tienen un impacto real en el medio ambiente e intento aplicar valores responsables con respecto a la tecnología en mi día a día. La adicción a los medios digitales, la impaciencia y las nuevas formas de ver son otros temas típicos de mi generación, presentes especialmente en el último proyecto.
P. ¿Dirías que tus paisajes son también emocionales?
R. Creo que mis paisajes son emocionales porque desvelan una realidad que ya sabemos pero que no queremos ver. Ser fan de Black Mirror, Years & Years y otras distopías, creo que hace que inconscientemente busque provocar esa sensación también en mis obras. Considero que el paisaje en la era digital adquiere un gran protagonismo que pasa desapercibido, pero en realidad está narrando muchos de los cambios que estamos viviendo y que nos afectan a varios niveles. Es verdad que, en ocasiones, mis paisajes pueden ser emocionales de manera sutil o simplemente estética, que incluso la crítica parece agradable, pero creo que en este último proyecto he sido más directa y el público está reaccionando con mayor sensibilidad.
P. ¿Qué valores psicológicos crees que despierta tu gama cromática?
R. Creo que la gama cromática, así como la forma de los paisajes provocan una sensación tranquila, de calma, que fomenta la contemplación y la desconexión. De hecho, una de las reflexiones que se plantean en la exposición, es sobre los requisitos que se le exige a un paisaje para ser considerado válido como fondo de pantalla. En cuanto a psicología (y marketing), me parece muy interesante la selección o creación de paisajes que se adapten a esos criterios y sean utilizados para tal fin. Mi gama cromática lo que hace es adaptarse al color luz (RGB) de estos paisajes rescatados de Internet, dándoles un nuevo formato y una nueva investigación pictórica con el color digital de referencia.
P. ¿Con qué técnicas sueles trabajar?
R. Óleo sobre lienzo, tabla o láminas de cartón son sin duda mis preferidos. Actualmente trabajo también la instalación y piezas con intervenciones sonoras. Más adelante tengo planificado trabajar en cuadros de mayor formato y también aumentar la dimensión de las instalaciones.
P. ¿A qué artistas de tu generación admiras?
R. Me interesa mucho la obra de Cynthia Daignault, Constant Dullaart, Laure Prouvost, Aram Bartholl, Penélope Umbrico, Evan Roth, Alexandra Daisy Ginsberg, etc. Me gustan tanto por el discurso y temas de sus obras como por las instalaciones, así como la calidad de sus trabajos. Aparte de artistas, para este último proyecto también han sido clave textos de Hito Steyerl, Joan Fontcuberta, Susan Sontag, entre otros.
P. ¿Qué significa para ti el éxito?
R. Caminar, ser constante y avanzar poco a poco. El éxito para mí va acompañado del cambio, un cambio a mejor, una exposición, una buena beca o premio. Pero también pienso que el éxito puede ir unido a un concepto más mental. Considero éxito cualquier cosa que te haga avanzar en cuanto a seguridad, autoestima y confianza.
P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito artístico?
R. Ser conscientes de que hay una desigualdad y querer combatirla. Algo tan sencillo como citar obras, textos y libros de mujeres parece en ocasiones complejo. Desde pequeños hemos estudiado y visto más obra de hombres que de mujeres, por lo que es «natural» que sigamos con esa costumbre, pero la conciencia feminista sirve (entre otras cosas) para combatir aquello que hemos naturalizado. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de acabar con esa desigualdad, y desde arriba me gustaría ver más presencia de mujeres en los jurados, en exposiciones en museos, ferias y conferencias. A día de hoy, todavía veo mucha desigualdad en jurados de concursos de pintura y me gustaría que hubiese paridad por motivos como, sentirme representada por mujeres, sentir que se les reconoce su trabajo y tener referencias con las cuales poder identificarse y proyectarse. Asociaciones como MAV me han apoyado cuando he visto desigualdad en algún jurado y ánimo a cualquier persona a denunciar cuando se vean casos claros de machismo.
P. ¿En qué estás trabajando ahora?
R. Actualmente, tengo una exposición programada para mayo 2022, pero prefiero no desvelarla todavía, el tema será otro paso más en mi investigación sobre el paisaje a través de Internet y, si todo va bien, empezaré unos estudios superiores para dar forma a toda la investigación que ya llevo realizada.
Mi escritorio podrá verse hasta el 12 de noviembre de 2021 en la Galería de Arte a Ciegas de Madrid.
Puedes ver más obras de Adriana Berges en su página web y en su perfil de Instagram.