La muestra, en estos momentos en Cuenca, puede verse a través de su recorrido virtual. ‘Una historia del arte reciente (1960-2020)’ se inaugurará en Palma de Mallorca en marzo
El Museo de arte abstracto español de Cuenca despedirá el próximo 16 de enero Una historia del arte reciente (1960-2020). La exposición reúne decenas de obras producidas en España, parte de la Fundación Juan March y la Colección DKV.
La combinación de colecciones despliega diferentes puntos de vistas de lo que entendemos por abstracción. De este modo y con un fuerte carácter pedagógico, se han organizado el pasado mes de noviembre una serie de talleres que introducen el arte abstracto dedicados a los más jóvenes.
En la página web de la Fundación Juan March podemos acceder al tour virtual, realizado a partir de fotografías en 360º, acompañadas de textos y audios que nos guían en la visita.
Los visitantes pueden ver en diálogo piezas de Eduardo Chillida, Almudena Lobera, Manolo Millares, Patricia Dauder, Eusebio Semperes, Julia Llerena, Rafael Canogar, Antoni Tàpies, Federico Miró, entre otros.
Múltiples reflexiones
El arte abstracto explicado y comparado deja de ser un misterio. “El resultado de unir dos colecciones ha sido muy enriquecedor y nos ha servido para generar una “nueva historia reciente” del arte producido en España”, dijo Alicia Ventura, asesora y comisaria de la Colección DKV, a elemmental.
La colaboración, según Ventura, ha sido un proceso minucioso que ha dado pie ha múltiples interpretaciones. Desde las líneas hasta la materia, la lengua, el sonido y la gestualidad, Una historia del arte reciente (1960-2020) traza un rico panorama de los varios sentidos del arte abstracto.
Aprendemos que la pintura abstracta pudo haber sido una renuncia de la narratividad y la figuración para dar paso a la gestualidad y las nuevas formas. Asimismo, que la abstracción nos lleva a una exploración del espacio a través de las líneas y planos, así como a reflexiones sobre el lenguaje.
Desafío educativo
Si enseñar el arte abstracto a los adultos puede ser un desafío, no parece ser así para los más jóvenes. “Desde el programa educativo nos enfrentamos a distintos niveles de percepción, trabajamos desde la infancia hasta la edad adulta. Los más pequeños presentan una gran ventaja sobre los adultos: la falta de prejuicios”, nos contó Ventura.
“Una vez derribadas esas barreras, la variedad de temas que nos ofrece el arte abstracto es infinita. De la misma manera que construimos una casa desde los cimientos, empezamos a dibujar desde la abstracción, solo tenemos que incentivar ese punto o intentar rescatarlo”, apuntó.
Para los amantes de los descubrimientos artísticos, esta vuelta a los gestos, la geometría y las reducciones, puede ser una gran oportunidad de ampliar sus horizontes.
Es el caso de la emblemática obra de Manuel Hernández Mompó, Semana Santa en Cuenca (1964), en la sala Líneas y sombras. Sin renegar de la narratividad, en esta pieza artista nos cuenta, a través de su particular grafismo, la experiencia de un día de fiesta en la ciudad. A esta obra acompañan las esculturas de Gregorio González, Variaciones sobre el olvido (2011) y El viento (1963) de Martín Chirino.
La abstracción y sus críticas
Podemos ver junto la pieza de Mompó la obra Sin título, de 2017 de la serie La densidad de la urdimbre de Federico Miró. La obra enfatiza la elección consciente de lo abstracto, ligado al tejido, soporte de la pintura, y enfrentada a la crítica simplista de un arte abstracto meramente decorativo.
De esta manera, entender el arte abstracto desde la abstracción, y no desde una retórica visual que remite a ideas y objetos conocidos, es un reto educativo que extrapola la enseñanza del arte.
“A nivel educativo, en el arte, nos enfrentamos con la dificultad de que las casas se empiezan, muchas veces, poniendo las tejas y los cimientos son inconsistentes, solo tenemos que zarandearlos un poco para volver a empezar. El arte empezó siendo abstracto”, zanjó Alicia Ventura.
Una historia del arte reciente (1960-2020) podrá verse en el Museo de arte abstracto de Cuenca hasta el 16 de enero de 2022. La exposición viajará a la Fundación Juan March de Palma de Mallorca y se inaugura el 9 de marzo de 2022.
Puedes acceder a la visita virtual de la exposición a través de la página web de la Fundación Juan March.
