Sara Morante: «No busco ser pedagógica ni moral, sino ofrecer una mirada honesta»

María von Touceda
12 Min Lectura
Hablamos con la escritora e ilustradora Sara Morante sobre su nuevo libro, ‘Flor fané’, publicado por Astiberri el pasado mes de diciembre

Es muy difícil, casi diría imposible, entrar en una librería española y no toparse con algún libro ilustrado por Sara Morante (Torrelavega, 1976). Ha trabajado en más de cincuenta cubiertas de libros e ilustrado cuentos, poemarios y ensayos de Virginia Woolf, Sylvia Plath, Lewis Carrol, Emily Brontë, entre otros.

Su experiencia la ha llevado ser capaz de resumir la esencia de una historia en una sola imagen, como en la cubierta de ‘Flor fané’, su nuevo libro ilustrado. En ella podemos ver a Olga, la protagonista, escondida entre hortensias. En una mano, sujeta un muñeco y, en la otra, un planeta al que dirige su mirada.

Se trata del universo de esta niña llena de matices y contrariedades. A través de un monólogo interior, Morante describe todas las sensaciones de Olga, en una vida nada fácil, marcada por un padre violento y controlador. Un retrato familiar en el que las emociones están a flor de piel.

 

Frente a la delicadeza de los dibujos de la autora, se encuentra un relato tremendamente duro y resiliente

 

No es un libro ilustrado al uso. También bebe del cómic, con capítulos cuyas imágenes son autoexplicativas. Frente a la delicadeza de los dibujos a los que nos tiene acostumbrados la autora, se encuentra un relato tremendamente duro, pero que alberga esperanza.

‘Flor fané’ destaca por su belleza, presente en las ilustraciones y en una forma de narrar muy íntima. En la piel de Olga, podemos disfrutar de ese universo interior caleidoscópico que marcará a los lectores por su crudeza y resiliencia.

El libro está publicado por Astiberri en una cuidada edición de tapa dura e ilustraciones a color. Hablamos con Sara Morante sobre este viaje, su proceso creativo, la construcción del personaje, entre otros temas.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Cubierta. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿A qué se debe el título de esta novela gráfica?

R. Flor fané es una contradicción en sí misma: por un lado, la flor como ejemplo del desarrollo saludable de una planta, por el otro, el adjetivo fané, que en el castellano coloquial significa desmejorada, marchita. Me gusta esa mezcla de aguas. Además de todo esto, flor fané es como Olga, la protagonista, expresa cómo se siente en un momento dado: como una flor en agua putrefacta.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Frente a tu anterior publicación, La vida de las paredes, Flor fané destaca por la oscuridad que destila la historia. ¿Por qué te has decantado por contar desde lo tenebroso?

R. No tomé esa decisión cuando comencé a escribir, sino que llegó a mí, aunque suene a tópico, de forma azarosa. Esa voz infantil se coló en la novela sobre una mujer adulta que estaba escribiendo. En ese primer párrafo que escribí estaba la esencia de Flor fané: era una escena muy tensa, violenta. Me di cuenta de que la historia que tenía que contar era la de la niña, narrada por ella misma de forma subjetiva. Sin una perspectiva demasiado panorámica, pues esa la debía tener el lector. Además, me interesaba explorar el efecto de la violencia cuando se sufre desde la infancia. Llevar al límite la resistencia y fortaleza de la protagonista, comprender sus refugios y sus rendiciones, y el cosmos que crea, su lugar seguro.

En cuanto a la oscuridad que hay en Flor fané, también hay luz. Cuanto más oscura es la sombra, más deslumbra la luz. Y esto forma parte de las revelaciones que Olga experimenta. Descubrir esa luz desde la sombra en la que se encuentra.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cómo has vivido el proceso de configurar a Olga, el personaje protagonista?

R. Ha sido un proceso lento, afortunadamente, porque no he escrito con urgencia y así he podido dejar reposar la historia. Esos períodos de silencio me han permitido retomarla con más perspectiva. Poco a poco la voz, la mirada, la personalidad y su contexto fueron tomando forma. En Flor fané su voz sigue la evolución del paso de la niñez a la adolescencia, construye sus pensamientos de la manera que lo haría un niño o un adolescente. Llegar a esto me ha supuesto volver a mi propia niñez y mi propia adolescencia; recordar cómo pensaba yo entonces. Ponerle voz a una niña o a una adolescente requiere inevitablemente volver a mi propia voz del pasado.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué peso dirías que tiene lo abyecto dentro de la novela? ¿Y el odio?

R. Lo abyecto forma parte de la vida. No existe una vida llena de amabilidad, como no existe una vida plena de felicidad. Quería, ante todo, escribir una historia real, con personajes reales. También las buenas personas se equivocan o cometen actos viles. Me interesan los personajes que se muestran tal y como son, también los que descubren que hacer daño les proporciona bienestar. El odio es un sentimiento humano, y a veces está más que justificado. No busco ser pedagógica ni moral, sino ofrecer una mirada honesta.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Dirías que la violencia, tanto contenida como explícita, es el motor del libro?

R. Más que la violencia, la ira. Está la ira del maltratador, que expresa con violencia, pero hay otro tipo de ira que me interesa más: la ira que siente la víctima y que se convierte en una herramienta, en la fuerza para salir de ahí. Es la tercera ley de Isaac Newton: golpéame, pero te voy a desplazar con tu golpe.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Flor fané destaca por el magnífico manejo de lo sensorial. ¿Relacionarías esto directamente con el monólogo interior de la protagonista?

R. Tratar lo sensorial es una manera de dar solvencia a su voz. Flor fané no son las confesiones ni las memorias narradas de Olga. No está hablando para un lector o un espectador, es su monólogo interior: todo aquello que piensa o sienta. Todo lo sensorial construye los momentos, también nuestra memoria. En esa observación de todo cuanto la rodea y sucede a su alrededor está la voz de Olga. Por otro lado, desde mi perspectiva lo sensorial tiene mucha importancia a la hora de mirar y sentir.

 

 

 

Sara Morante - Flor fané
Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Existen capítulos que cuentan todo en la sola ilustración, ¿qué dificultades has encontrado para realizarlos?

R. Sobre todo a la hora de narrar con la misma prosa. Es decir, en Flor fané hay una voz narrativa. Esa voz a veces es texto y otras veces son ilustraciones o secuencias de dibujos. Para estas últimas, sobre todo, puse mucho empeño en que narraran de la misma manera que el texto: de forma directa, concisa, ágil y sin concesiones. A veces son escenas similares a aquellos capítulos de texto de un solo párrafo.

Además, al no ir acompañadas de texto requieren ser más expresivas en cuanto a composición y luces y sombras. También porque la parte gráfica es la voz más íntima y profunda de Olga, la más onírica; su cosmos particular, su lugar seguro.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué libros o autores han servido de inspiración para crear esta novela?

R. El tono testimonial de Alda Merini y Leonora Carrington en sus memorias; Unica Zürn quien, al igual que Edurne Portela, han narrado desde una voz infantil.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P .¿Qué técnicas has utilizado para realizar los dibujos?

R. Todas las que suelo utilizar en otros libros. Sin embargo, esta vez las he utilizado todas a la vez: lápiz, acuarela y gouache, pinturas de colores y collage de dibujos.

 

 

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito de la ilustración y la literatura?

R. Cada vez leo a más mujeres y compro más libros ilustrados por mujeres. Comenzó, en parte, como activismo, pero de unos años para acá ya lo hago por placer. Además, ahora recurro cada vez más al trabajo de autoras vivas, porque cobran derechos.

 

Sara Morante, Flor fané, 2021. Astiberri. 200 páginas. 17,10 €

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.