De vera vita: tratado para una vida verdadera de François Jullien

David Lorenzo Cardiel Por David Lorenzo Cardiel
9 Min lectura
En ‘De vera vita’, el filósofo francés François Jullien, reelabora el concepto de “vida verdadera” y critica la felicidad mercantilizada

Dos preguntas. Un libro como intento de respuesta. El filósofo francés François Jullien (Embrun, 1951) regresa al panorama literario con un nuevo ensayo, De vera vita, que publica Siruela en castellano. Es decir, sobre la vida verdadera, como se titula el original francófono. Su subtítulo subraya esta inicial elocuencia: Pequeño tratado para una vida auténtica.

Jullien es reconocido en el ámbito académico por ser capaz de combinar su pasión por la cultura china con una revisión profunda del pensamiento occidental.

El autor provenzal ha revisado desde la ética hasta la estrategia militar, la moral o la concepción del ser humano. Para ello toma la cultura y la tradición de China como punto de apoyo para su palanca dialéctica.

Sorprendió en 1995 con Fundar la moral, donde era capaz de revisar las propuestas de Rousseau y Kant desde Mencio. O el más reciente Las transformaciones silenciosas, donde nos invita a repensar cómo funciona el orden de lo sensible. La vida se presenta cual transformación imparable de la que formamos parte, como sostiene ciertas tradiciones asiáticas.

Por eso, quizá, Jullien se centra ahora en el individuo. De la vraie vie fue publicado en 2020, en plena vorágine pandémica. Desafiando la incertidumbre, el ensayo propone repensar para vivir, no para sobrevivir. Un desafío que se ha convertido en una necesidad en una época en la que se intenta encasillar a la filosofía como ciencia superada.

 

 

 

Cubierta del libro

 

 

 

Cómo es el libro

 

Jullien establece un recorrido, partiendo de su propia voz como filósofo, por el significado de la experiencia que implica vivir. Para ello, el filósofo francés establece una exposición directa, alejada del monótono estilo de escritura académico.

Me explico en este último aspecto. La filosofía, como cualquier forma de expresión, es un algo vivo. La indeterminación que empleo al decir «algo» es para subrayar el carácter genérico del relato. Narramos sucesos, narramos entornos, narramos situaciones y paisajes inventados que pincelamos con la palabra. Decir obliga necesariamente a quién se expresa a ser fluido. Y no hay situación que más se oponga a un buen discurso que tener que atribuir a cada idea una procedencia obligada, interrumpiendo el relato.

Pues bien, François Jullien ofrece en De vera vita un ensayo elocuente, sincero, que no esconde el carácter subjetivo obligado de quien escribe. Elimina la máscara y hace verdadera comunicación filosófica: establece un diálogo para quien decida adentrarse en su libro.

A su estilo directo se une un texto muy bien trazado y, al mismo tiempo, desencorsetado. Se percibe que detrás del libro hay un esquema, unas ideas bien trazadas y un contenido extraordinariamente delimitado.

Pero al mismo tiempo también se nota la improvisación del autor según escribe. Y eso me parece formidable. Que lo que se cuenta zigzaguee es señal inequívoca de que las ideas están claras. Sólo cuando persiste el riesgo de perderse por las ramas es que sabemos perfectamente de lo que estamos hablando.

 

 

De vera vita abarca cuestiones como la socialización, el amor y la amistad, el ocio, el trabajo y la senectud, también la muerte. No obstante, hay dos ideas que vertebran el ensayo: vivir sin estridencia y la percepción europea de la vida que conduce, generalmente, al engaño.

 

 

La busca de una vida auténtica

 

Más allá de la cuestión estilística se encuentra el contenido. Jullien es igualmente compacto en este sentido: pocos capítulos, divididos en partes amenas, y abarcando la experiencia de vivir desde su inicio hasta su final.

A lo largo de las páginas del ensayo, el autor desarrolla la cuestión del bien vivir desde su propia voz hacia una cadencia más objetiva.

De vera vita abarca cuestiones como la socialización, el amor y la amistad, el ocio, el trabajo y la senectud, también la muerte. No obstante, hay dos ideas que vertebran el ensayo: vivir sin estridencia y la percepción europea de la vida que conduce, generalmente, al engaño.

En busca de la vida auténtica acude a las fuentes chinas. Frente al concepto de «libertad» tal cual lo concebimos en Europa y América, el de «disponibilidad» que propone el taoísmo.

El «hombre verdadero» de esta religión ni se deja arrastrar por el río heraclíteo ni intenta corregir el empuje ni la dirección de la corriente. La voluntad, sencillamente, se aparta, y la persona acoge. ¿Y qué es aquello que acoge el individuo? Toma, en consecuencia, aquello que considera que le hace bien de la vida, y por tanto participa activamente en ella.

De esta manera, la vida occidental, que Jullien denuncia cada vez más carente de contenido, se llena. Al mismo tiempo, establece una serie de propuestas sobre cómo aprovechar la vida sin sucumbir a una vida aparentemente ficticia.

La decepción, la ilusión, la alegría, el deseo o la banalidad son algunas manifestaciones humanas que aparecen a lo largo de los capítulos del ensayo.

 

 

 

François Jullien apuntala la necesidad de ralentizar nuestros ritmos y pausar la mirada sobre el significado y la finalidad de nuestros actos.

 

 

 

Una invitación a vivir plenamente

 

De vera vita es, como su portada sugiere, una invitación a vivir, nombrada la vida en el esplendor de su significado. Asimismo, François Jullien apuntala la necesidad de ralentizar nuestros ritmos y pausar la mirada sobre el significado y la finalidad de nuestros actos. Es decir, nos invita a la reflexión.

El ensayo está muy bien ideado. Lo mejor, no obstante, es su estilo. En este aspecto alabo a Jullien. El ensayo filosófico es el más duro de su género.

Los anecdotarios permiten utilizar amplios recursos narrativos para mantener la atención del lector. Los ensayos literarios pueden combinar distintos estilos y fórmulas, saliendo airosos. Ya no hablo de subgéneros como el diario, el epistolar o las anotaciones.

En el ensayo filosófico hay que contar, exponer y (de)mostrar lo que desea decir. Pero, al mismo tiempo, resulta imperativo cautivar a un lector que pronto podría hacérsele densa la lectura del libro. Por esta razón, el estilo desde la voz del propio filósofo me parece el más adecuado.

La comunicación es, también, excelente, así como la exposición de las ideas que propone Jullien, bien meditadas, suficientemente justificadas, absolutamente razonables. No obstante, cierto tono académico y la tendencia a dar rodeos, que el autor corrige con bastante habilidad, ensombrecen un texto que podría ser perfecto.

En definitiva, De vera vita me parece un ensayo formidable. La edición de Siruela es de gran calidad, como es costumbre con los títulos de la editorial. Unido contenido, estilo y edición, François Jullien despliega un libro necesario en su mensaje y delicioso en su lectura que les cautivará.

 

François Jullien, De vera vita, 2022. Siruela. 224 páginas. 19,95€

Compartir este artículo
Seguir:
Filósofo y escritor. Columnista y crítico literario. A través de sus libros y artículos compagina reflexión y pensamiento desde una mirada filosófica y crítica.