Stéphan Lévy-Kuentz y el ritual del aperitivo

Begoña R. Orbezua Por Begoña R. Orbezua
9 Min lectura
‘Metafísica del aperitivo’ de Stéphan Lévy-Kuentz es un ingenioso tratado sobre el mundo actual narrado desde una perspectiva erudita y vitalista

La editorial Periférica nos trae una lectura ideal para el verano: Metafísica del aperitivo de Stéphan Lévy-Kuentz (París, 1958). El libro fue publicado en Francia en 2019 y ve ahora la luz por primera vez en castellano.

Es un librito corto en palabras, pero inmenso en contenido que va ganando en profundidad a medida que avanza la lectura. Un texto muy agradable que invita a ser degustado con una copa en la mano.

Ya nos lo advierte el autor, el deseo de embriaguez es algo que hay que tomarse muy en serio. Si el lector no sabe qué aperitivo escoger, no hay problema, la Metafísica pondrá a su disposición una larga lista de sugerencias:

“Según la temporada, podrás elegir entre un whisky, un pastís, una cerveza de trigo, un oporto, un mojito, una caipiriña, un vermú, un prosecco, un spritz o un bloody mary, aunque ya sabes que te inclinarás por algo más modesto, como una copa de brouilly, de pinot noir o de petit chablis.”

 

 

 

Metafísica del aperitivo - libro de Stéphan Lévy-Kuentz
Cubierta del libro

 

 

 

Stéphan Lévy-Kuentz: hombre polifacético

 

Puede que el nombre de su autor no nos resulte demasiado familiar, pero se ha ganado su lugar en el panorama cultural de Francia.

Nacido en París en 1958, Lévy-Kuentz es poeta, novelista, crítico de arte ensayista y guionista de cine. En la Metafísica podemos encontrar elementos pertenecientes a cada una de las disciplinas que se desempeña su autor.

Lévy-Kuentz estudió Filosofía y Estética en la Universidad Panthéon-Sorbonne y Arquitectura en la Escuela de Arquitectura Paris-La-Villette. En su faceta de escritor, destaca por ser el ganador del Prix Rive Gauche con la novela L’Indésiré. También son muy conocidos sus ensayos René Char, le tailleurs de temps (1984) y Sans Picasso (2018).

Además del mundo literario, el parisino conoce bien el mundo cinematográfico. Stéphan Lévy-Kuentz ha sido coordinador de la Bienal Internacional de Cine sobre Arte (BIFA) en el Centro Pompidou. Además, junto a su padre y su hermano, Edmond Lévy y François Lévy-Kuentz, ambos cineastas, ha coescrito una docena de guiones de películas sobre arte. Entre ellas, This is Man Ray, Pascin, Paul Klee, Yves Klein y Alexander Calder.

 

 

La ‘Metafísica’ es un breve e ingenioso tratado que pasa revista a la vorágine del mundo actual desde una perspectiva erudita y vitalista

 

 

La invitación a compartir el ritual del aperitivo

 

El punto de partida en la Metafísica del aperitivo es bien simple. Un hombre se sienta a tomar el aperitivo en la terraza de un bistrot en Montparnasse, en París. Se ha pasado el día andando y se ha tomado su tiempo para elegir el velador perfecto para entregarse al ritual del aperitivo.

Se merece sucumbir a él, concederse “una hora de eternidad, una franja de tiempo suspendido que significa libertad”. Esta es la clave del texto de Stéphan Lévy-Kuentz, un texto híbrido que no es ni una novela ni un ensayo. Pero que se puede leer como lo uno, como lo otro, incluso casi como un texto cinematográfico.

La Metafísica es un breve e ingenioso tratado que pasa revista a la vorágine del mundo actual desde una perspectiva erudita y vitalista. Ante la velocidad de nuestras vidas y la exigencia de ocupar todo nuestro tiempo en actividades productivas, el libro de Lévy-Kuentz es una invitación a reservar un momento a la contemplación y al ocio creador.

El libro está dividido en capítulos cortos con títulos que anuncian el contenido: “En camino”; “Antes de la embriaguez”; “El otro lado de la sed”; “Moleskine”, etc. Cada uno de estos capítulos es una etapa de las muchas en las que se divide el ritual del aperitivo.

Así, a través del monólogo interior, acompañamos al narrador en su aperitivo, desde la elección de la terraza hasta la hora de irse a casa. Después de varias copas y una larga disertación.

 

 

Lévy-Kuentz recrea el ambiente de forma magistral y, además, logra otra cosa aún mejor. Que ese ambiente sea extrapolable a una terraza de una zona de ocio concurrida y de cierta solera de cualquier ciudad

 

 

La excusa

 

La Metafísica del aperitivo está escrita en segunda persona del singular, algo no demasiado frecuente, pero que funciona genial en un monólogo interior. La identificación por parte del lector con la voz narradora es casi inmediata.

El lector se ve atrapado en ese discurso lejano y cercano al mismo tiempo, plagado de referencias culturales, algunas ajenas, otras conocidas. Todo mezclado con los recuerdos del narrador, al que suponemos un tanto dandi, y sus observaciones sobre las cosas sin importancia que suceden a su alrededor.

Stéphan Lévy-Kuentz nos transporta a las mil maravillas a una mesa de mármol en Montparnasse. Recrea el ambiente de forma magistral y, además, logra otra cosa aún mejor. Que ese ambiente sea extrapolable a una terraza de una zona de ocio concurrida y de cierta solera de cualquier ciudad.

Porque en la Metafísica del aperitivo, las mesas de la terraza, los bares aledaños, los camareros, el resto de comensales, todo el atrezzo, funcionan como representaciones del mundo real. El discurso nos lleva continuamente del interior al exterior del narrador, de nosotros mismos y del ser humano.

Como muy bien señala Denis Grozdanovitch en el posfacio que acompaña el libro, esta novela estática tiene un claro punto fuerte. La capacidad de mostrar la paradójica lucidez lírica alcanzada a través del alcohol.

La capacidad introspectiva de reproducir esos profundos instantes de gracia etílica. Esos momentos en los que la ebriedad crea la ilusión de danzar en absoluta armonía con el universo.

 

 

Estas páginas tienen un inconfundible sabor al ‘spleen’ de Baudelaire, pero también un gusto particular a la generación perdida

 

 

Los otros

 

El libro de Stephan Lévy-Kuentz reúne a multitud de artistas, intelectuales, escritores y músicos. Los cita y parafrasea en el soliloquio, cada vez más embriagado.

Entre mirada y mirada, entre sorbo y sorbo, asoman sus palabras. Se evocan los fantasmas de la bohemia literaria y artísticas. Estas páginas tienen un inconfundible sabor al spleen de Baudelaire, pero también un gusto particular a la generación perdida.  Una referencia constante al París de Hemingway, el de la fiesta continua.

Pero hay una presencia que recorre el texto de principio a fin, desde las citas que abren el libro. Todo está escrito bajo el influjo del lusitano Fernando Pessoa. El propio Pessoa escribió la mayoría de sus poemas sentado a las mesas de cafés solitarios a la hora del crepúsculo. Ambos escritores nos han regalado sus divagaciones metafísicas alumbradas al calor de la llama etílica.

 

Stéphan Lévy-Kuentz, Metafísica del aperitivo, 2022. Periférica. 136 páginas. 9,50 €

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Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto y licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada. Es profesora de Literatura, dinamiza clubes de lectura y talleres de escritura.