El artista multidisciplinario David Oliver (Grip Face) nos habla de las inquietudes que mueven su arte
Grip Face, nombre artístico de David Oliver (Palma de Mallorca, 1989), ha salido del mundo del patín a las ferias de arte internacionales. Se trata de una obra actual y divertida que empezó a dibujarse en los grips de los skates de sus amigos.
De la pintura a los murales y a las esculturas ha sido un paso natural. Más tarde, David Oliver empezó a plasmar en sus obras sus ansiedades, fruto de un mundo en constante transformación e innovación tecnológica.
Así, frente a los grandes cambios, el arte de Oliver parece ser conciliador. En realidad, en su obra dialogan a todo momento la figuración y la abstracción, sin favoritismos. De hecho, al artista le cuesta elegir alguno de los dos mundos.
Sin embargo, una de sus series más significativas es la de retratos. Algunos de sus personajes aparecen enmascarados, tatuados, llevando sus juguetes como joyas. Aunque remitan a una estética digital, recuerdan los cómics y la pintura americana de los años sesenta.
También los nombres de las obras hacen referencia a los tiempos de ahora, como el drama de los millennials y sus necesidad de estar conectados. Ya las esculturas, de gran formato, son tan alegres como enigmáticas. Grip Face utiliza múltiples materiales y, evidentemente, los colores de moda.
Actualmente, David Oliver se pregunta por el mundo digital, la vida analógica y la comunicación entre generaciones, parte de este contexto histórico. Las próximas paradas de Grip Face pasarán por un nuevo libro, y muestras en París y Pekín.
P. Grip Face empezó en el mundo del skate. ¿Cómo has pasado de pintar los grip de los skates de tus amigos a los murales?
R. El concepto mural vino mucho más tarde, al principio siempre fueron más bien intervenciones lo que me generaba curiosidad de las manifestaciones plásticas que sucedían en el espacio urbano.
El mundo del skateboarding siempre estuvo vinculado a descubrir y comunicarte con la ciudad, entonces la conexión con el arte público es más sencilla ya que son movimientos muchas veces pueden ser vinculantes.
P. Trabajas con pintura, esculturas, murales, ¿con cuál te sientes más cómodo?
R. El inicio de todo siempre fue el dibujo, pero siempre fui una persona muy inquieta y inconformista. Por eso no tengo ninguna disciplina que superponga a otra, ya que cada proyecto o cada circunstancia te lleva hacía un lado u otro.
En la actualidad, la escultura esta teniendo un peso importante en mi obra, aunque la pintura siga siendo el camino más transitado.
P. ¿Hay algún medio que no hayas probado todavía pero tienes ganas?
R. Muchos, creo que la instalación es uno de los fines que más me interesan. Entonces siento mucho interés por medios cada vez más tecnológicos y a la vez por materiales y técnicas más primitivas. Ahí voy encontrando cada vez más el equilibrio entre disciplinas, para llegar a lo que realmente quiero contar.
P. Tus retratos me recuerdan la vanguardia americana de los años 60, como por ejemplo la obra temprana de Jim Nutt, muy ligada a los cómics. ¿Cuáles dirías que son tus grandes influencias?
R. De Jim Nutt siempre me interesó, como se puede deformar y reconvertir una imagen y en este caso el retrato. Algo tan «rancio» como el concepto busto o retrato, puede tener muchas lecturas y en la actualidad nos chocamos con la era virtual y «premetaverso».
La relación que tenemos con el retrato ha cambiado totalmente y podemos hablar de nuevos modos de comunicación a través de un portrait, mediante la pintura u otros medios.
P. Tu obra muchas veces tiene un aspecto social pero también emocional. ¿Es un trabajo introspectivo?
R. Mi trabajo no es impersonal, nunca podría trabajar obviando mis estados anímicos y emocionales. Precisamente mi trabajo es la herramienta que tengo para luchar contra todo aquello que me preocupa y me daña del mundo exterior.
Todos los temas sociales o medioambientales que muchas veces aparecen en mis proyectos, son los que a mí personalmente más me sacuden y me angustian. No podría trabajar sobre un tema que no me tambaleara directa o indirectamente.
P. Mezclas habitualmente figuración y abstracción. ¿Qué aporta cada una a tu obra?
R. Siempre sentí que estaba dentro de un limbo visual, porque no me considero un artista plenamente figurativo y tampoco dentro del discurso abstracto.
Soy hijo de la sobreinformación y la saturación visual, entonces no tiene mucho sentido que por generación me blinde a una corriente plástica. De hecho, mi manera de trabajar es cada vez más intentar buscar el lenguaje propio de mi generación, sabiendo que quizás nunca llegue a encontrarlo.
P. ¿Cuál es tu proceso de trabajo? ¿Qué conforma para ti una buena imagen?
R. En la actualidad ya no soy un buscador de imágenes, si no que ellas llegan a mí. Muchas veces las deconstruyo y saco las piezas que me interesan para mi trabajo. Elementos, formas, desechos visuales que pueden reconstruir una imagen y convertirla en una pieza plástica nueva.
Además, en los últimos años una de mis obsesiones es ese puente entre la vida offline y el mundo virtual. De qué manera mi generación y las nuevas se comunican entre ellas. Y de qué manera eso está generando cambios positivos o negativos para nuestra sociedad contemporánea y su ecosistema.
P. Dices que tus intervenciones urbanas tienen mucho que ver con el entorno, ¿cómo eliges los lugares donde vas a trabajar?
R. Estoy en un periodo de transición en muchos aspectos. De hecho, en los últimos años he dejado exponencialmente de intervenir en espacios públicos para llevar a cabo mi proceso de excavación mental. De la que solo extraigo información de dichos espacios o de dicho entorno para llevarlo a procesos más intimistas y de trabajo indoor.
P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
R. Estoy preparando varios proyectos en Taipei, París, Pekín. Igualmente trabajando en mi tercer libro que espero que vea luz en 2023/4.
Además, estamos preparando un pequeño video de un proyecto que voy a realizar junto a la artista Coreana Miju Lee en una residencia de varios meses.
Puedes ver más obras de Grip Face en su perfil de Instagram.