Un viaje al fascinante mundo de ‘Cerebro(s)’

José A. Aristizábal
8 Min Lectura
Una muestra sobre los enigmas de la naturaleza. El CCCB hará jornada de puertas abiertas en durante los días de la Mercè

Cerebro(s), exposición inaugurada el pasado 27 de julio en el CCCB, es una amalgama compleja entre ciencia, tecnología, arte y filosofía.

Debido al enigma de su operatividad y a su lugar en la construcción de lo humano, el cerebro, se ha convertido en una obsesión. El fin último de disciplinas que se ocupan de las preguntas esenciales: la conciencia, la percepción, la realidad, etc.

Por esto, la exposición, comisariada por Ricard Solé y Emily Sargent, más que haber escogido un tema en común, encontró un enigma en común.

Es habitual hallar en el entorno de la ciencia y la medicina reflexiones al respecto. Pero las aproximaciones desde el arte y la filosofía sorprenden. Sobre todo, cuando en un ámbito expositivo, tenemos la oportunidad de experimentar la complejidad de aquello que nos constituye.

Como todos sabemos, el cerebro es la parte central de los vertebrados. Se ocupa de las funciones cognitivas, emotivas y del control de actividades vitales como los movimientos, el sueño, el hambre, etc. Pero, además, es donde se alberga la mente. Así pues, ¿qué de todo esto trata la exposición y de qué manera?

En un principio, Cerebro(s) nos muestra cómo se ha estudiado y representado a lo largo de la historia este órgano fascinante. Luego, se abre un espacio para la mente.

Allí es donde surgen preguntas fundacionales referidas al porque del pensamiento, la conciencia, los sueños, las emociones. Y, por último, el reconocimiento de una biosfera cognitiva más allá del cerebro humano: la naturaleza y las máquinas.

 

 

 

Vista de la instalación de ‘Cerebro(s)’. © CCCB, Martí E. Berenguer, 2022

 

 

 

De los cráneos fósiles a las inteligencias artificiales

 

La primera parte de la exposición se presenta a modo de gabinete de curiosidades (antiguos objetos de anatomía, grabados, dibujos y fotografías).

Un repaso cronológico a la manera en que hemos visto el cerebro. Desde la aparición de una mente simbólica con el arte rupestre, hasta mediados del siglo XX.

Se compone a partir de dos exposiciones precedentes. Brains: The Mind as Matter (2012) comisariada por Lucy Shanahan y Marius Kwint. Y, States of Mind: Tracing the edges of consciousness (2016) comisariada por Emily Sargent. Ambas presentadas en la Wellcome Collection de Londres, que a su vez es coproductora de la muestra que aquí nos atañe.

Acto seguido, la mente, y la memoria como elemento fundamental. «Ninguna mente artificial puede experimentar el tiempo. Las máquinas viven el presente. Nosotros somos viajeros del tiempo. Tenemos todo el pasado y, de hecho, el mismo sistema cerebral nos permite pensar e inventar muchos futuros diferentes. Eso nos convierte en animales narradores», dijo el comisario Ricard Solé.

Es en esta segunda parte de la exposición donde encontramos obras de arte tan reveladoras como los autorretratos del artista William Utermohlen. Quien se retrató a medida que avanzaba su enfermedad del Alzheimer.

En la tercera y última etapa, Otras mentes. Una aproximación a inteligencias colectivas como, por ejemplo, el caso de las hormigas. Hasta cierto punto, un equivalente del comportamiento del cerebro. Pero también, inteligencias artificiales que imitan circuitos cerebrales.

Llama la atención la obra de Tomás Saraceno. Un artista que trabaja a partir de telarañas para referirse al concepto de mente extendida. Este tejido de red, deja ver cómo las arañas han externalizado su mente, al crear una tela, sensor. Un sistema complejo que les permite capturar señales del ambiente e interpretaras.

 

 

 

Cerebro(s) - CCCB
Greg Dunn y Brian Edwards, Self Reflected, 2014-2016. Micrograbado reflector sobre material vitrocerámico. Cortesía de los artistas

 

 

 

Puesta al día con el cerebro

 

A medida que avanzamos en la exposición encontramos obras como las bandadas de pájaros de Xavi Bou. Una referencia a la inteligencia colectiva y que en otro contexto bien podría dar testimonio del ritmo y movimiento de una coreografía.

También podemos observar los Xenobots: pequeños robots formados a partir de células madre de ranas. Miden menos de un milímetro, pueden moverse, trabajar en equipo y curarse a sí mismos.

Además, Rimini Protokoll de Stefan Kaegi. Una acción que se aprecia en video. Observamos a un pulpo que se instaura como protagonista, en lugar ser de un mero objeto de observación. Una invitación a repensar radicalmente la jerarquía en la investigación convencional.

Por otro lado, encontramos la instalación inmersiva de Alex Guevara que parte de la grabación de su propia actividad neuronal mientras duerme. También, la artista Shona Illingworth, con su obra Time present.

Además, una instalación de vídeo multipantalla y sonido multicanal. Construida con el apoyo de los neuropsicólogos Martin A. Conway y Catherine Loveday, la obra explora el impacto de la amnesia individual y la que denomina amnesia cultural.

Más de trecientas piezas conforman la exposición, con veinte proyectos científicos y veinte artistas contemporáneos. Cerebro(s) reúne, además, obras de Santiago Ramón y Cajal, Patrick Tresset, Joan Fontcuberta, Greg Dunn, Roc Parés, Laramascoto, entre otros.

 

 

 

Cerebro(s) - CCCB
Vista de la instalación de ‘Cerebro(s)’. © CCCB, Martí E. Berenguer, 2022

 

 

 

Sobre todo, preguntas

 

La exposición se constituye a partir de preguntas: ¿Por qué la conciencia? ¿porqué soñamos? ¿cómo surge un cerebro, cuál es su evolución hasta constituirse como tal?

¿Qué es la realidad? ¿Cómo opera la conciencia? ¿Cuál es la singularidad humana respecto a los animales no humanos? ¿Será posible crear robots con la inteligencia y la complejidad de las personas?

Preguntas pertinentes en la ciencia actual y en su mayoría sin respuestas. O quizás estas respuestas son la experiencia de elevarse a una pregunta superior, más sofisticada.

De todos modos, conviene recordar que estas grandes preguntas de fondo, en realidad, son aquellas que tenemos en común.

Cerebro(s) podrá verse del 27 de julio hasta el 11 de diciembre en el CCCB de Barcelona. Durante la Mercè, el centro permanecerá de puertas abiertas los días 24, 25 y 26. Se podrán retirar las entradas a través de su página web.

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Doctor en Historia del Arte. Actualmente es profesor externo del Máster Oficial en Análisis y Gestión del Patrimonio Artístico en la Universitat Autònoma de Barcelona.