A fines del siglo XIX el mundo ve empezar un arte elegante mezclado a la propaganda en Francia. La Belle Epoque, Toulouse-Lautrec, Alphonse Mucha, garantizaban buenas exposiciones, alrededor de este tipo arte-mensaje, en una cultura de tertulia situada en los cafés. La litografía empieza en una atmosfera de dinámica crítica, pero de cierta forma anestesiada, ya que se da pocos años después de la Comuna de Paris, represión que ha costado la vida a unas 30.000 personas…