Mientras la avenida Passeig de Gràcia y la Rambla de Catalunya estaban atiborradas de personas en el mejor día del año para el mercado editorial, en el Carrer de la Bòbila del Poble Sec, la realidad de Sant Jordi era otra: un ambiente festivo, de barrio, familiar que incluía conciertos, presentaciones, talleres de escritura y micros abiertos.
Estos cuatro días de actividades, desde el 20 al 23 de abril, se traducirían oficialmente como el Encuentro de editoriales independientes de Sant Jordi en Barcelona. No obstante, no es la primera vez que el Poble Sec se gesta como el espacio alternativo para celebrar Sant Jordi.
En el 2022, que, por cierto, todo recuerdan como el Sant Jordi de la granizada, hubo un pequeño evento en la terraza del Bar La Cañada. Un par de mesas que ocupaban su terraza y que, en cuanto comenzaba a llover, eran trasladadas al fondo del bar.
El evento fue organizado por Sara Serrano y Juan Pedro González, junto a sus vecinos: la editorial Candaya, y con la participación de las pequeñas editoriales: En palabras y Mancebía Postigo.
«El 2023, Sara quiso hacerlo crecer, por lo que se unieron con la Associació de Comerciants del Poble Sec i el Paral·lel. Esta entró como organizador y permitió abrir el evento al resto de los comerciantes y del barrio en general», contó González a elemmental.
«Candaya nuevamente nos acompañó dándole todo el sentido y prestigio al evento, y sumamos unas cuantas editoriales: la segunda edición fue un éxito. Y llega la edición de este año 2024, siguiendo con la organización de Comerciants del Poble Sec i el Paral·lel».
Una tercera edición igualmente exitosa y en la que oficialmente se sumaron más de veinte sellos. «Ya en esta ocasión, organizado oficialmente junto a Candaya, decidimos dar un paso más y convertirlo en un Encuentro de editoriales independientes. Nuestra intención principal seguirá siendo posibilitar un espacio a las pequeñas editoriales independientes, un sitio donde poder presentar su catálogo, a sus autores. Y donde poder vender sus libros», explicitó González.
Haciendo del margen un lugar: Editorial Candaya
Candaya es una editorial independiente fundada en el 2003 en Barcelona que publica a autores hispanoamericanos, y tiende a apostar por proyectos periféricos.
«Haciendo del margen un lugar es el lema de los 20 años de Candaya. Y aquí estamos promoviendo pues la literatura independiente, la literatura de Latinoamérica y de autores que salen de aquí también», nos comentó Miquel Robles, editor adjunto del sello.
La colaboración de Candaya con el Bar La Cañada surgió de manera orgánica, según nos cuenta María Laura Padrón, la encargada de medios de la editorial.
«Es una forma de establecer esta palabra que está muy de moda: sinergias, pero de verdad, sinergias reales, que no son forzadas. Como una forma de darle dinamización al barrio y ofrecerles una oferta cultural que les permita conocernos. En definitiva, visibilizar la obra de distintos autores y proyectos editoriales», añadió Padrón.
«Y, en especial, en un día como hoy. Un lugar típico de reunión es el bar. Pero ya sacas el bar a las calles: sacas la cerveza, sacas los libros de las librerías a las calles, entonces es como la fusión perfecta», aseguró Padrón.
La Diada de Sant Jordi se pudo disfrutar de una manera relajada, con música en directo, presentaciones de libros, bebidas, comida y donde sentarse. Todo eso contribuyó para que el evento fuera un éxito y la afluencia constante.
«Es un público que no se va tan al centro, de repente se lo va topando, paseando por la ciudad, entonces la afluencia ha sido continua. No ha dejado de venir gente, preguntar. Gente que no necesariamente venía porque sabía que estaba el encuentro, otros que sí, pero yo creo es que otra manera de vivir el Sant Jordi», afirmó Padrón.
Con más de veinte años de existencia, Candaya se sigue ubicando en los márgenes. «Aún en la consolidación todavía sigue siendo un proyecto de resistencia, que no está dentro, respondiendo a lo que el mercado va dictando, etc. O sea, sigue siendo un proyecto que se arriesga, entonces ya eso es bastante que decir», recordó la encargada de medios de Candaya.
Sant Jordi de los relatos migrantes
Otra de las editoriales presentes en este Sant Jordi de los márgenes es la que surge del colectivo de escritura creativa En palabras [Relatos migrantes].
Este proyecto nace en el 2017 entre María Ríos y Diego Salazar, y está constituido por personas de América Latina interesadas en compartir su experiencia migratoria.
«Había conocido el sector editorial de la ciudad y me pareció un sector súper tosco y una industria muy dura y fría», contó Ríos.
«Me pregunté cómo más puedo yo aplicar mis intereses que no sea dentro de la industria pura y dura. Y hablando con Diego sobre nuestras historias personales nació En palabras [relatos migrantes]».
El colectivo y editorial trata, a través de múltiples voces, la experiencia de la migración en la ciudad de Barcelona. «La idea era tratar de indagar en las historias de migración detrás de los números que veíamos de inmigración latinoamericana a España. Dijimos: vamos a buscar gente de estos países que les interese indagar en su experiencia de migración, pero no solamente para contar sus testimonios de vida. Sino que encuentren herramientas en la literatura, en la escritura creativa para ir un poco más allá y tratar de dar forma a esas historias», nos contó Ríos.
«La migración siempre se contó por otras personas, el blanco español contaba la migración y lo dramático de la migración. A mí me interesaba un poco indagar en las vidas de las personas, más allá de sí, su historia dolorosa», añadió.
De esta manera, María Ríos y Diego Salazar organizaron el colectivo de escritores En palabras. A partir de una beca que ganaron en 2018, nació al año siguiente su primera Antología de relatos migrantes.
Intraducibles: Fusión literatura castellano-catalán
El equipo de En palabras ha seguido trabajando, y en enero publicaron Intraducibles (2024). El libro tiene la particularidad de estar escrito en castellano y en catalán. Este Sant Jordi de sellos independientes fue un escaparate para presentarlo.
María Ríos cuenta que la idea surgió de la necesidad de acercarse al catalán como un idioma que se impone en la vida diaria, con las herramientas propias de la literatura.
«Teniendo en cuenta la historia de esta lengua que ha sufrido mucha censura, nos parecía interesante el ejercicio de acercarnos a traductores catalanes. Y hacer el proceso de la traducción colectivo junto a estas personas», afirmó Ríos a elemmental.
Además, la editora lo señala como un ejercicio doble: no solo del migrante que se acerca a una lengua diferente, sino también de la realidad catalana que logra ser capaz de acercarse a los relatos de la migración.
«Es interesante tener una literatura que cuente historias con las que te identifiques, en una lengua a la que vas a tener que acercarte. Y el ejercicio es que las personas catalanoparlantes se acerquen a la realidad migrante y conozcan cuáles son nuestras vidas», comentó. Encuentros necesarios y que, sin duda, prometen.
