La fotógrafa eslovaca tiñe la arquitectura socialista de los colores del pop
Las fotos de Maria Svarbova (Eslovaquia, 1988) te dejan con ganas de más. Es elegante, minimalista, ordenada, repetitiva, armónica. Si el pop se ha inclinado en los últimos tiempos por los tonos pastel, la fotógrafa ha arrastrado hacia esta estética la arquitectura socialista, coloreando muchos espacios construidos en esa época como las piscinas y otros establecimientos públicos.
Por eso mismo la combinación fascina. Svarbova logra que sus composiciones sean casi cinematográficas y lleva la percepción estética más allá de los colores.
Ahí está la gracia. En términos narrativos también hay una supuesta contradicción: las tareas cotidianas como el ejercicio físico o el trabajo doméstico, evocan delicadeza y frescura por los colores, pero la performance y las expresiones muchas veces apáticas dejan interrogantes sobre el papel social y emocional de sus personajes. El resultado es, sin duda, muy interesante.
Con miles de seguidores en Instagram, su trabajo ha aparecido en varias publicaciones de prestigio como Vogue, Forbes, Cosmopolitan, The Guardian o El País. Si te ha gustado, también puedes encontrar más series de Svarbova en su página web.
