Miguel Piñeiro: «Me interesa utilizar el hiperrealismo como medio y no solo como fin en una obra»

María von Touceda Por María von Touceda
10 Min lectura
El artista nos habla de su carrera y de su técnica de trabajo

Uno de los valores más importantes de un artista es saber observar y en eso Miguel Piñeiro (Vilagarcía de Arousa, 1976) es experto.

A través de juegos visuales que funcionan como trampatojos pictóricos, el artista revisita el concepto de bodegón dentro de la esfera del arte pop incluyendo iconos de nuestra cultura más reciente. También se adentra en disciplinas como la escultura y la instalación sirviéndose de su sorprendente destreza técnica hiperrealista. 

El trabajo de Piñeiro va más allá de las propias pinturas puesto que la ilusión que proyecta continúa en el espectador cuando éste deja de verlas. Su mirada certera no se queda en la copia perfecta, sino que dota de una sensibilidad especial a sus obras y esto hace que destaque entre otros artistas del mismo método.

El artista defiende la técnica exacta sin abandonar el aura artística y tal vez sea eso el secreto de su éxito. Es uno de los creadores gallegos más valorados en la escena del arte contemporáneo actual y su trayectoria brillante lo avala.

Ha expuesto tanto a título individual como colectivo en diversos países como Holanda, Francia, Estados Unidos o Portugal; destacando su participación en ferias como Artexpo en Nueva York, además de diferentes galerías de esta ciudad, o Art Madrid hasta en once ocasiones.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Cadium Yellow Dark, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tus obras hay una clara predilección por productos e iconos populares, ¿defenderías el arte pop de los que lo tildan de superficial?

R. Es un movimiento artístico fundamental en el siglo XX. Habría que diferenciar entre contenido y técnica ya que personalmente no creo que mi pintura sea pop, aunque representar objetos cotidianos, le da un contenido pop. Es hacer una crónica de lo que nos rodea, incluso de la sociedad en que vivimos.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Rubik’s, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué técnica usas para lograr ese acabado hiperrealista?

R. Normalmente pintura acrílica de base y según qué partes o detalles pintura al óleo.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Red Hot, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Existe alguna búsqueda emocional en la elección de tu paleta de colores?

R. Creo que el color lo es todo en la pintura y forma una parte esencial de lo que se quiere transmitir y, cuando digo color, me refiero también al blanco y negro. Escoger el tono adecuado o el objeto del color adecuado es esencial a la hora de crear una composición.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Lisboa, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. En tu perfil de Instagram se puede leer en el cajetín de la descripción: «Básicamente pinto lo que me sale de las [emojis de pelotas]». ¿Es esa libertad lo que más valoras como artista?

R. Pues sí, tener la suerte de disfrutar y que nadie te diga cómo ni qué hacer en tu trabajo, a día de hoy, es un lujo. Me considero afortunado.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Punch Mouse, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué medida crees que han ayudado las redes sociales a dar a conocer tu trabajo?

R. La capacidad de divulgación de las redes es enorme. De hecho, esta entrevista está ocurriendo gracias a ello. La posibilidad de volcar una imagen y que llegue a un gran número de personas que tal vez ni tan siquiera tengan relación o interés con el arte, es una ventaja y una oportunidad.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Donald, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Dónde crees que reside la belleza?

R. Como dijo Platón, en los ojos del espectador. Todo puede ser bello si se mira de la forma adecuada.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Jobs, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Sigues alguna rutina para trabajar?

R. Pintar es un trabajo. Aunque parezca obvio todavía hay gente que se sorprende. En mi caso sólo trabajo con luz natural, lo que hace que una jornada de 7 u 8 horas se convierta en una de 10 o 12 en horario de verano. Como en todas las cosas el comienzo es lo más complejo, desde la composición, que me puede llevar semanas hasta el comienzo del dibujo. A medida que la obra va tomando forma es cuando realmente te engancha y disfrutas mucho más, al punto de que cuesta parar hasta para comer. Suelo trabajar acompañado de la radio o de música, pero para ser sincero ni siquiera la escucho.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Madrid, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?

R. Si tuviera que citar uno diría que Chema Madoz, una creatividad sin límites. Su fotografía representa lo que busco en mi pintura. El concepto de la idea, la metáfora de la imagen es lo que más me interesa, utilizar el hiperrealismo como medio y no sólo como fin en una obra.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Spain is different, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te ha impactado más?

R. Una de Cesar Galicia en la Fundación Laxeiro en Vigo en el año 2000 que fue el inicio de mi trayectoria profesional.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Still life with olives, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. Si solo pudieses comprar una obra de un artista coetáneo, ¿de quién sería?

R. Cj Hendry, una artista hiperrealista australiana.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Just Do It, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?

R. Como padre de dos hijas creo absolutamente en la igualdad entre sexos y en el arte, como en cualquier otra disciplina o trabajo, se debería reconocer y valorar a las personas por sus cualidades y no por su condición, cualquier otra cosa es un absurdo. Dentro de este mundo, por poner algún ejemplo, está la labor increíble de galeristas como Soledad Lorenzo o Nuria Blanco, cuya dedicación y aportación al mundo del arte es innegable.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Air Jordan, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?

R. La verdad es que no tengo queja. Agradezco mucho la acogida general que tiene mi obra pero soy consciente de que esto es una carrera de largo recorrido y queda mucho por hacer y aprender, hay que ser constante.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Flip Flop, 2017-2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Habitualmente trabajo en varias series a la vez, en breve comienzo una nueva que lleva por nombre My colours, de metáforas que exploran la relación ente objetos y una paleta de color muy personal.

 

 

 

Miguel Piñeiro, Wild, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. El mundo sin arte sería…

R. Una mierda.

 

 

Puedes ver otras obras de Miguel Piñeiro en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.