Fran Baena, Lisístrata en un cubo de basura junto a los excrementos del gato, 2023. Cortesía del artista

Fran Baena: “En los memes nada es tan banal como parece”

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
13 Min lectura
La obra del artista andaluz nos hace reflexionar sobre la doble cara del universo virtual

Tirado en la hierba, en un paisaje que muy bien podría haber salido de una tableta, Hyperpop sueña con aleatoriedades y juegos de poder. Así lo imagina Fran Baena (Priego de Córdoba, 1999), quién suele decir que toda obra de arte es una lección de filosofía.

La lección aquí es que nada es lo que parece. Y lo que parece ingenuo y divertido en realidad esconde una latente tensión. El imaginario simplificado se contrapone a las diferentes técnicas que utiliza. Del temple al huevo, óleo y esprays, al gotelé, el artista entremezcla el universo virtual con sus inquietudes internas.

Fran Baena ha ido adaptando su estilo de pintura para reflexionar sobre paisajes amenazados, las emociones y el actual ecosistema digital. En su obra reciente, los memes se solapan con las crisis existenciales, como si se tratara de compaginar ambas gramáticas.

Hablamos con él sobre Fran Baena. hyperpop, muestra individual que puede verse en estos momentos en el Palacio de los Condes de Gabia de Granada. En marzo, sus obras estarán Montalbán de Córdoba y en mayo vuelan a Art Busan en Corea del Sur, con la galería Yusto/Giner.

 

 

Fran Baena delante de 'El sueño de Hyperpop', 2023. Foto: Aina Diago
Fran Baena delante de ‘El sueño de Hyperpop’, 2023. Foto: Aina Diago

 

 

P. ¿Con qué sueña Hyperpop?

R. Sueña con los ángeles como Jacob, pero también con el absurdo, los juegos de poder y todo lo demás. Lo bueno es que es un sueño, por eso sale Shadow con un arma y guardaespaldas. Yo el otro día soñé que mataba a Hitler, Goebbels y Heidegger en un castillo con veneno y metralletas de plástico amarillas mientras veían un ballet.

Aunque no tengo Malditos Bastardos nada fresca. Al final, el contenedor llamado “cuerpo” que recoge tanto lo consciente como lo inconsciente se va vistiendo de imágenes desde que nacemos, incluso de aquellas que no percibimos. Por eso es tan importante poner una mirada amenazante sobre los inofensivos memes, nada es tan banal como parece.

 

 

Fran Baena, Algunos días despierto queriendo que mi cuerpo viaje a la deriva dentro de una cápsula en un mar de líquido amniótico, 2023
Fran Baena, Algunos días despierto queriendo que mi cuerpo viaje a la deriva dentro de una cápsula en un mar de líquido amniótico, 2023. Cortesía del artista

 

 

P. En tus primeras pinturas hay una clara preocupación por la naturaleza que aparece teñida de rojo, como en la serie Los árboles perdidos. ¿Cómo se dio el paso de la reflexión sobre el daño al espacio físico al espacio virtual? ¿Ves semejanzas?

R. Esa serie la empecé con 16 años, un verano donde sucedieron unos incendios enormes en Galicia. Y mi tierra, la Subbética cordobesa que es demasiado cálida, corría un peligro peor. Así que por influencia de la luz y la temperatura, junto a descubrir a los fauvistas y a De Chirico, empecé a pintar con colores muy primarios cansado del naturalismo que ya manejaba.

Pero el paisaje también se me andaba quedando corto y el cuerpo me pedía una nueva forma en la que abordar problemas más diversos. En un taller con Chema Cobo, me di cuenta de que los bocetos digitales que hacía en el móvil eran más interesantes para ello. Así que al final he tratado de seguir trabajando las mismas inquietudes sobre qué podrá pasar con nosotros por el camino que vamos.

 

 

Fran Baena, No future. Xanax has blinded all my feelings, 2022
Fran Baena, No future. Xanax has blinded all my feelings, 2022. Cortesía del artista

 

 

P. En tu muestra hyperpop, hay obras en las que estos dos mundos, natural y virtual, se aúnan. ¿Encerrarnos delante de un ordenador sería un equivalente contemporáneo al regreso romántico a la naturaleza?

R. Para nada, espero no equivocarme, pero siento que mi generación y quizás una o dos más serán las últimas en tener el móvil tanto en la mano como nosotros. Los niños que hoy tienen 15 años no suben fotos a Instagram porque sienten que su vida no es interesante. Y los que tenemos 24 años desearíamos no haber empezado a subir para poder aprender en qué época del año se planta un tomate. Hemos vivido el nacimiento del boom, ellos deberían aprender de nuestros errores. Es tiempo de utilizar la tecnología a su favor para ayudar al mundo. Que lean a Timothy Morton.

 

 

Porque yo solo sonrío cuando pienso en ti, prométeme que siempre cuidarás de mí, 2022
Fran Baena, Porque yo solo sonrío cuando pienso en ti, prométeme que siempre cuidarás de mí, 2022. Cortesía del artista

 

 

P. La depresión es una temática que aparece en tus obras tempranas. En obras recientes, ese tema gana muchas capas, confundiéndose con la ironía de los memes. ¿Estamos sintetizando nuestras angustias en vez de enfrentarlas?

R. Es probable. El posfordismo ha construido una piedra tan grande que Sísifo cada vez es menos capaz de rodarla. Y aunque está empezando a ser consciente de en qué condición se encuentra, todavía no es capaz de ayudarse de herramientas para pulirla y que le sea más fácil moverla. Está en su etapa paleolítica.

Pero el Paleolítico duró muchísimo. De alguna forma había que sobrevivir. En el humor nos reconocemos con nuestros defectos y rodar el pensamiento de mi espectador es la mejor manera para avanzar.

 

 

Fran Baena, Psicopompo, 2022
Fran Baena, Psicopompo, 2022. Cortesía del artista

 

 

P. Uno de los memes que más utilizas es el Wojak, también conocido como Feel Guy. ¿Cómo se dio esa elección?

R. Buscaba concretar más y se trata del meme perfecto. Porque los de la década del 2000 eran memes gráficos con expresiones muy concretas y solo caras, como Trollface o LOL. Pero Wojak nos viene con torso, expresión serena y un patrón fácilmente modificable, lo que permite personalizar y representar arquetipos.

Como el biólogo Richard Dawkins explica, el meme es una unidad de mímesis que nos ayuda a la supervivencia paralelamente al gen. Así que también perdura el meme que mejor se adapta, y con Wojak el meme ha llegado a su máximo pico hasta ahora porque se ajusta a todo.

 

 

Fran Baena, Trad Wife believe in men's magic, 2023
Fran Baena, Trad Wife believe in men’s magic, 2023. Cortesía del artista

 

 

P. Lisístrata acaba en un cubo de basura. Y no cualquiera, el de la caca del gato. ¿Es ese el destino de toda discusión virtual?

R. Lamentablemente parece que sí. Es un duelo a garrotazos. En ese cuadro aparecen dos señalándose con unas lanzas cuya punta es un dedo acusatorio. Un iluminado sabelotodo y el otro, que es más gris. Los dos creemos llevar la razón, incluso los que somos más de grises. Pero eso es Internet, especialmente cuando la discusión se da por escrito. Hablando en persona se entiende mejor la gente.

 

 

Fran Baena, Sopor Aeternus, 2022
Fran Baena, Sopor Aeternus, 2022. Cortesía del artista

 

 

P. Los títulos de algunas de tus obras son ansiosamente largos. Cuéntanos más.

R. Pues sí, porque como me gusta la travesura y hay cosas que pinta mejor la mente que la mano. Si te sigo generando imágenes mentales que dialoguen con el cuadro, diciéndote que me gustaría navegar en una cápsula en un mar de líquido amniótico verde con una niebla rosa, seguramente lo que te imagines será mucho más interesante que ponerme ahora a intentar ser William Turner.

Hay que ser consciente de tus limitaciones técnicas y los poetas lo saben muy bien, si no mira a Alberti o Lorca, queriendo pintar pero condenados a las palabras. Esto me sirve porque añado lecturas a la obra y voy en contra de los que ponen Sin título.

 

 

Fran Baena, STOP THE WORLD, I NEED REFERENCES, 2023
Fran Baena, STOP THE WORLD, I NEED REFERENCES, 2023. Cortesía del artista

 

 

P. Has expuesto en Seúl recientemente homenajeando a algunos de tus referentes. ¿Cuáles son?

R. Me voy a dejar muchísimos porque es imposible decir todos. Pero en cuanto a pensamiento tragicómico y su relación con el absurdo y la crudeza, sin duda Albert Camus, Beckett, L. M. Panero, Rodrigo García, Sarah Kane y Angélica Liddell. En música, me inspiran mucho Parálisis Permanente, Rojuu, Kurt Cobain y Bowie, Bring Me The Horizon, Depresión Sonora.

En las artes plásticas, Meret Oppenheim, Hockney, Daniel Richter, McCarthy, Kippenberger, Eduardo Arroyo, Gordillo, Manolo Quejido, Rembrandt y Goya, Picabia. Igualmente, Equipo Realidad, Calvin Marcus, Jasper Johns, Sasnal, Dexter Dalwood y Sigmar Polke.

Pero también me gustaría mencionar el Beato de Liébana y Oyasumi Punpun. Y amigos como Joaquín Peña-Toro, que como profesor me enseñó a tener hambre por seguir investigando y conociendo.

 

 

Ecosistema frágil, 2023
Fran Baena, Ecosistema frágil, 2023. Cortesía del artista

 

 

P. Además de la pintura, escultura, has trabajado collage y también performance. ¿Hay algún medio o técnica que no hayas probado todavía pero te gustaría explorar?

R. De cine me gustaría hacer algo, tanto película de imagen real como animación. He grabado muchísimo, aunque no haya llegado a nada, y me fascinan las películas de Fernand Léger y Man Ray, o las de Paul McCarthy. Pero con lo que más sueño es con hacer una escenografía y vestuario para un teatro. Al final, mis cuadros son decorados con paisajes falsos simplificados donde aparece un personaje.

 

 

Ana Barriga, 2023
Fran Baena, Ana Barriga, 2023. Cortesía del artista

 

 

P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

R. Pues voy de nuevo este año a Art Busan en Corea. En marzo, bajo el marco de Z Jornadas de Arte, tengo una individual en Montalbán de Córdoba titulada The Man Who Sold The World, referencia a Bowie y Cobain, trabajando sobre el síndrome del impostor en el artista.

Actualmente, estoy en una beca de artista residente de posgrado de la Facultad de Málaga con una expo final en la Coracha del CAC. Y también asoman por ahí alguna colectiva en Nueva York, además de cosas que aún no puedo confirmar.

 

‘Fran Baena. hyperpop’ puede verse en el Palacio de los Condes de Gabia de Granada hasta el 31 de marzo de 2024.

Compartir este artículo
Seguir:
Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.