En los bastidores del ‘Balé Literal’: Laura Lima en el Macba

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
9 Min lectura
De las calles de Río de Janeiro, la monumental “instalación viva” de Laura Lima se presenta por primera vez en un museo

Muñecos, máscaras, vajillas antiguas, trajes de apicultura. Una serie de objetos, muchos de ellos autobiográficos, esperan su turno para bailar con el público de Barcelona. Si se acude más de una vez al Macba, nunca se encontrará con la misma selección de piezas.

El Balé Literal, de la artista brasileña Laura Lima (Governador Valadares, 1971) es una enorme maquinaria que reflexiona sobre el cuerpo, los objetos, las estructuras y la acción humana.

Se trata de esculturas danzantes que representan también ideas en movimiento. «El planeta gira todo el tiempo, las ideas, la política, las luchas y la manera de mirar el mundo van cambiando», dijo la artista en rueda de prensa.

El balé es una infraestructura compuesta por dos andamios conectados por los cables que atraviesan la sala de exposición. La obra ha surgido en 2019, como una instalación en las calles de Río de Janeiro, cerca de la galería A Gentil Carioca, de la cual es cofundadora.

«Estábamos en un momento muy difícil de la política brasileña», señaló. Aquel había sido año que supuso el avance de las políticas reaccionarias en el país. Y el Balé Literal ha surgido como la representación materializada de un estado de cosas alejado de ideas morales e inmutables. Ni hay recuerdos sin haber vivido, ni objetos sin trabajo.

Por esta razón, cuerpo y objetos aparecen simultáneamente en la obra de Lima que enfatiza en ellas el elemento vivo. La fuerza colectiva, dice, tiene un papel central.

«El esfuerzo colectivo es muy importante [en el Balé]. Es un planteamiento distinto al del artista que está solo en un estudio, delante de un dibujo», apuntó Laura Lima.

 

 

Laura Lima, Balé Literal
Laura Lima, Balé Litera, 2019. Río de Janeiro. Foto: Pedro Agilson/A Gentil Carioca

 

 

Jugar con los límites del museo

 

El Balé Literal es novedoso, además, por su propio despliegue expositivo. Adaptar una instalación temporal, de cinco horas de duración en la calle, a una exposición de cinco meses en un museo no es tarea fácil.

Para ayudar a convertir explícitamente el trabajar en arte, alrededor de veinte personas participan en la activación del Balé Literal, bajo la dirección del artista brasileño Ivar Rocha (Niterói, 1986).

Gran parte de los activadores son estudiantes de la Escuela Massana. Con cascos en la cabeza, ellos son los encargados de gestionar las piezas y crear las composiciones que vemos en la sala. En los andamios, las obras van literalmente de un lado a otro y arriba y abajo. Abundan cables, las herramientas, e incluso libros.

«La propuesta de Laura es hacer que estas personas formen parte del balé y que sean vistas trabajando», dijo Ivar Rocha a elemmental. Él llamó atención para el hecho de que, en realidad, la ventana de los bastidores es lo primero que vamos a ver del Balé Literal.

«Es un balé en permanente construcción y transformación», dijo. «Además, hay toda una dinámica que permite también que aquellas personas que participan en la activación del balé elaboren pequeñas diferencias, composiciones, durante el día».

Alrededor de ochenta piezas hacen parte de la obra. Las esculturas comparten espacio con objetos cotidianos, y otros más complicados de lidiar. Para Ivar Rocha, el reto más grande es que el balé se encaje en la rutina diaria.

«Son piezas que varían mucho entre formato, técnica, soporte, tamaños. Trabajos muy delicados y trabajos muy grandes y pesados. Hay trabajos que involucran hielo seco, trabajos que involucran un pez vivo. Hay una serie de detalles que hacen que tengamos que, todo el tiempo, adaptar el guion a la dinámica del día», nos contó.

«Lo que me parece realmente hermoso es que un balé que si vienes hoy y la próxima semana, probablemente verás otro resultado, otra escena, otra composición de piezas», añadió Rocha.

 

 

Laura Lima, Balé Literal, Macba 2023
Algunas piezas en los bastidores del ‘Balé Literal’ en el Macba. Foto: Danielle Cruz/elemmental

 

 

Una obra que transita entre los límites

 

El cuerpo humano, la carne (“flesh”) y otros seres vivos, además de los objetos, pueden ser parte de las inmensas –y en ocasiones controvertidas– obras de la artista brasileña.

Ya en 1997, ella sorprendía con Doped, una pieza en la que la que se daba a los participantes una píldora para dormir. En 2001, haciendo una relectura de Yoko Ono Cut Piece, llevó una cabra como performer al KW de Berlín.

Otro ejemplo es Gala Chicken (2004), que según contó en entrevista a la revista italiana CFA, pudo observar cómo se comportaban un grupo de gallinas, adornadas con plumas de Carnaval.

Laura Lima centra su reflexión entre las relaciones de los cuerpos con el espacio, y fusiona así performance e instalación. Sin embargo, dice que lo suyo no se llama «performance», pues son obras que dan vida al museo durante toda la exposición: son instrucciones más que ensayos. De hecho, ella nunca ejecuta sus obras.

En 2014 la artista ganó el premio más importante del arte contemporáneo de Países Bajos, el BACA, otorgado por el museo Bonnefanten de Maastricht.

Del galardón resultó la exposición The Fifth Floor, en el mismo museo, y El mago desnudo, que pasó por la National Gallery de Dinamarca, y el Malba, en Buenos Aires.

Los años siguientes la obra de Laura Lima pasó por Art Basel Unlimited, la Goodman Gallery de África del Sur, la Pinacoteca de São Paulo, la Fundación Prada de Milán, entre otras.

 

 

Laura Lima, Balé Literal, Macba 2023
Vistas de la exposición Laura Lima. Balé Literal, 2023. Foto: Miquel Coll/Macba

 

 

El factor humano

 

En 2016, Laura Lima presentó en el ICA Miami la muestra The Inverse, que le ha rendido dolores de cabeza. Se trata de una enorme instalación con cuerdas industriales de nylon conectada bajo las faldas de una participante. La obra explora una continuidad entre el cuerpo y la arquitectura, interna y externamente.

Una pieza provocadora, pero no explícita, como explicó la artista en Art Forum, en respuesta la acusación de una de las participantes de haber sido inducida a la “autoviolación”.

Laura Lima consideró que la acusación desvirtuó la reflexión más bien filosófica sobre la carne que estructura la realidad, que acompaña su obra. Además, las participantes habían firmado un contrato. Sus partes eran cubiertas por un vestido, y sabían que eran libres de interactuar con la pieza de la manera que les fuera más cómoda.

La acusación, surrealista se se piensa profundamente, no prosperó. Sin embargo, los desafíos de trabajar con el factor humano saltaron a la vista.

Así como en el caso el Balé Literal en Barcelona, los activadores trabajan en las obras de Laura Lima durante buena parte del día. Conviene tenerlo en cuenta antes de planear su visita.

 

‘Laura Lima. Balé Literal’ podrá verse en el Macba de Barcelona hasta el 25 de septiembre de 2023. Consulta los horarios en la web del museo.

Compartir este artículo
Seguir:
Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.