Juana González: «Hago pintura figurativa con un lenguaje y estilo que no encajan con lo que veo en nuestro país»

María von Touceda Por María von Touceda
19 Min lectura
La pintora nos habla de sus proyectos, sus influencias y el pensamiento que rige sus obras

Juana González (1972, Puertollano) es una artista cuya pasión por su trabajo combate todos los obstáculos que la vida y el sistema artístico le pone por delante.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense ha obtenido numerosos premios y menciones de honor a lo largo de su carrera. Sus obras proyectan un gran conocimiento de la pintura clásica y están realizados con una técnica poderosa.

Bajo el abrigo del Barroco nos narra sus inquietudes sin que estas se conviertan en ningún tipo de dogma. De esta manera, su trabajo va más allá del lienzo y transgrede nuestro espíritu crítico a través de un discurso sólido pero abierto.

Juana González, con una sinceridad tan incisiva como valiente, reconoce el estado de las cosas sin que nada la derrumbe. Esa misma fuerza indómita es que la que proyecta en todas sus obras. Quizás sus obras, en cierta medida, incomoden. Pero es este malestar que convierte una pintura en «arte de verdad».

Hacemos un recorrido por sus trabajos y su vida.

 

 

 

Juana González, Discurso, 2015. Cortesía de la artista

 

 

 

P. El «Entender es reducir…» de Buñuel es casi el lema de todo tu trabajo. Tu pintura es narrativa pero ¿qué es lo que te atrae tanto los de los finales inconclusos, de las respuestas y preguntas enigmáticas que planteas?

R. Crear estados de confusión e incertidumbre, estas sensaciones me resultan muy reales porque la vida te coloca en estados de incertidumbre constantemente. Me interesan mucho los estados de incomodidad, de tensión. Por eso tampoco me interesa demasiado la pura ficción o la fantasía porque son escenas claramente irreales y la irrealidad no me interesa. No me gustó la fantasía ni cuando era niña.

 

 

 

Juana González, Fracaso, 2016. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Te ves más influenciada por el Barroco o por el Surrealismo?

R. Por el Barroco claramente, aunque mucha gente cataloga mi pintura como Surrealista. Es cierto que la gente mete en el saco del Surrealismo muchas cosas. Pero me siento más en casa dentro del Barroco. Supongo que por su oscuridad, no lumínica sino mental. También mi pintura tiene mucho de teatral, creo que hago puestas en escena y eso es muy barroco también. Aunque del surrealismo uso una idea muy importante para mi trabajo y es el desechar trabajar desde un estado mental de la lógica o lo analítico.

 

 

 

Juana González, Escultor, 2014. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En tu paleta destacan los pardos y los rojizos en contraste, casi siempre, con azules y verdes. ¿Qué emociones despiertan en ti estos colores?

R. Los pardos y rojizos los considero colores de una paleta de pintura clásica española, sobre todo barroca. Me fascina la pintura clásica y he aprendido toda la técnica que sé observándola y analizando cómo hacían esas maravillas esos artistas. Creo que estos colores me transmiten realidad pura y dura, lo que es inamovible. Y los colores que mencionas, especialmente los verdes, son colores estridentes e incómodos, incluso feos a veces. Los pongo para molestar visualmente al que mira y a mí misma. Marcan quizás los puntos de tensión o conflicto en cada obra.

 

 

 

Juana González, Meditación, 2017. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En tu serie Sobre la crueldad de la degeneración (2010) confrontas a ancianos con guerreros en el marco del Street Fighter. Un tema, pese al contexto del videojuego, muy barroco también. ¿Crees que el humor es la mejor forma de sobrellevar una muerte para todos inevitable?

R. Justo es eso. El tema de la muerte me ha obsesionado siempre, especialmente en mi adolescencia y juventud. Era algo que me angustiaba. Y respecto al trabajo con el humor, tuve unos años en los que trabajé mucho con la ironía, era una válvula de escape maravillosa para compensar todo lo que me generaba un alto estado de dolor. Ahora ya no la uso apenas.

 

 

 

Juana González, Longeva Vs Kick Killer, 2010. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En tu serie Evolution? (2011) planteas un viaje en el tiempo de las mujeres, a la velocidad de la luz, como metáfora de una evolución tan rápida que dificulta analizar la forma y resultado de esta. ¿En qué crees que se diferencia la nuestra evolución de la de los hombres?

R. Uf… para responder a eso tendría que esperar unas cuantas décadas más y ver cómo evolucionamos las mujeres porque realmente es ahora cuando veo que las mujeres han empezado esta lucha en masa, unidas. Y eso ha sido una de las grandes carencias en la historia, la camaradería, unión y respeto entre mujeres casi nunca ha existido y eso nos ha hecho claramente más débiles. Yo soy feminista desde siempre y mi crítica, como feminista, no es ni ha sido condescendiente con la parte de responsabilidad de las mujeres en este asunto. De hecho, en este tema siempre he dicho que tenemos el enemigo en casa y con esto me refiero a una parte considerable de mujeres que han trabajado para continuar activando pautas educacionales machistas. Ahora sí que veo que está empezando un gran cambio. Pero respecto a esta serie que me mencionas, el mensaje es crítico hacia determinadas actitudes por parte de algunas mujeres que yo personalmente, no considero evolución sino imitación del género masculino, por eso están representadas calvas, que suele ser un rasgo de los hombres. Es complejo este asunto…

 

 

 

Juana González, Evolution – J, 2011. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Frente a la crítica de Evolution? en Constructoras (2012-2013) alabas la acción de construir de la mujer, que suele estar más relacionada con el género masculino. ¿Se trata de una serie sobre mujeres poderosas o empoderadas?

R. No exactamente para mí. Veo que a la gente si les parece esto pero para mí son mujeres que por primera vez se están permitiendo a si mismas el esfuerzo y tiempo en construir algo que no se sabe para que servirá, tampoco creo que se lo planteen, solo quieren intentar hacer algo y lo hacen. Y lo más importante es que se permiten fracasar en sus intentos y seguir investigando. Eso es, para mí, una actitud típica del género masculino, y esto no es una crítica. Aquí me parece que sí tenemos que aprender de los hombres.

 

 

 

Juana González, Generador electro-fotovoltaico, 2012. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En tus dibujos hay una serie dedicada a la tauromaquia que, como hizo el maestro Goya en su calidad de ilustrado, es una crítica y no una alabanza. ¿Qué te lleva a posicionarte en contra del toreo?

R. Soy absolutamente animalista, defensora de los derechos de los animales. Me parece el mayor holocausto de la historia. Y volviendo al tema de la evolución, cuando era pequeña yo quería ser torera. Veía los toros con mi abuelo y me fascinaba el toreo pero afortunadamente los años, en ocasiones, mejoran las cosas y hace mucho tiempo ya que estoy en esta posición. El toro es un animal bellísimo, pero la crueldad no lo es. Soy una apasionada de los deportes de lucha. De hecho, práctico este tipo de deporte desde que era una adolescente. Pero creo en una lucha justa, en la que los que pelean están uno frente a otro por voluntad propia y en igualdad de condiciones y en el toreo estas condiciones no se dan.

 

 

 

Juana González, 23 + 976 = 976 + 23, 2012. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué criterio te lleva a elegir como modelos a personalidades como Lady Di o Poe, entre otros muchos, en tu última serie hh (2014-2018)?

R. Simplemente son personajes que han dejado huella en la historia, de una manera u otra y que sufrían algún tipo de angustia vital. En el caso de Lady Di, tengo que admitir que fue un personaje de relleno, ya que no es fácil encontrar la imagen de un personaje femenino reconocible físicamente por el espectador. Pero creo que aunque lo haya elegido yo, no es acertada mi elección. No encaja con el resto de personajes elegidos.

 

 

 

Juana González, Edgar, 2017. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cuáles son tus principales referentes dentro y fuera de la Historia del Arte?

R. Por supuesto uno de mis referentes es Neo Rauch. Es un genio, yo lo llamo El Resucitador de la Pintura porque hace unos años el panorama era desolador para la pintura. Se veía muy poca en las galerías y centros de exposiciones, especialmente en nuestro país. No quiero defenderme de esta influencia porque considero que la Historia (la del Arte, la de la Ciencia, etc) está construida con la ayuda de la influencia del trabajo de otros y algunas de ellas han dado resultados maravillosos. También me encanta Luis Gordillo por su maravillosa modernidad y frescura. Intento contagiarme algo de ella pero me resulta difícil. Por supuesto la pintura clásica pero intento mantener poco contacto visual con ella porque me fascina y quiero alejarme en estos momentos de su belleza y virtuosismo técnico. Por último, el collage es un método de trabajo que siempre me ha interesado muchísimo y que está muy presente en mi método de trabajo, tanto en el contenido como en lo formal de mis pinturas y dibujos. El collage produce tensiones muy interesantes en su acción de fragmentar y unir piezas de distinta naturaleza. También me resultan muy inspiradoras otras disciplinas artísticas, como el teatro y la danza. Y el cine en blanco y negro me atrae mucho.

 

 

 

Juana González, Hoguera, 2014. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué opinión te merecen las exposiciones sólo de mujeres?

R. Me parecen un arma de doble filo. No estoy a favor de ellas pero por desgracia actualmente son los proyectos en los que más oportunidades tengo para mostrar mi trabajo al público. Es triste que tengan que crearse exposiciones con esta premisa para que determinados artistas, en este caso mujeres, tengamos oportunidad de enseñar nuestro trabajo. Y que conste que en la última exposición en la que participo, que es una expo de artistas mujeres, nos han tratado con una dignidad profesional nunca vista por mí.

 

 

 

Juana González, Huida, 2014. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado del arte?

R. Me siento una artista totalmente fracasada en este sentido respecto a que no trabajo con ninguna galería, ni casi tengo oportunidad de participar en proyectos expositivos. No sé cómo lo harán otros artistas que estén en la misma situación que yo, porque imagino que habrá muchos ya que dicen que el mercado es muy pequeño. Creo que los artistas deberíamos airear más nuestras miserias, decir más claramente que nos va mal, que no vendemos casi nada, que no tenemos exposiciones a la vista, que tenemos otros trabajos en los que nos pagan para poder seguir trabajando en este de la creación….. o quizás pienso que hay más artistas como yo en estas circunstancias y no hay tantos. La verdad es que yo me siento atrapada aquí. Hago pintura figurativa narrativa con un lenguaje y estilo que no encajan con lo que veo en nuestro país, y obra de gran formato, que es más difícil de vender, según dicen. Tengo esperanza en poder tener la oportunidad algún día de enseñar mi trabajo fuera, quizás me iría mejor, creo que podría funcionar pero no sé cómo llegar a esa oportunidad. Si alguien lo sabe, agradezco que me lo diga.

 

 

 

Juana González, Dios, 2017. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué rutinas creas para ponerte a pintar?

R. Voy a trabajar a mi estudio de lunes a viernes. Está en Carabanchel, zona Oporto, donde hay muchos otros estudios de artistas. No llego especialmente pronto porque duermo fatal y eso dificulta madrugar. Nada más llegar, me cambio de ropa porque me mancho mucho y porque me gusta llevar ropa de «trabajo», creo que es algo inconscientemente reivindicativo: ¡ser artista es un trabajo! Después paso mucho tiempo sentada en mi silla frente a la obra en la que esté trabajando en ese momento. Analizo lo que ya está hecho, lo que me gusta o no, y dejo pasar el tiempo necesario hasta que visualizo lo que quiero hacer. A veces esto se ve interrumpido porque llega alguna compañera de estudio y dedicamos un rato a charlar. Cuando me levanto de la silla para empezar a pintar, es como darme un empujón a mí misma porque siento ese desafío, dudas sobre si conseguiré hacer algo que me deje satisfecha. Pongo música, siempre trabajo con música (escucho una amplia variedad: clásica, electro, folklore, trip-hop…). Y el resto de mi rutina es un bucle entre pintar y volver a sentarme en la silla para mirar lo que he hecho, pensar y otra vez levantarme para volver a pintar. Hay algunos días en los que paso más tiempo en la silla que en la acción pura de pintar. Paro para comer con mis compañeras de estudio. Comemos allí. Y después vuelvo al trabajo, salvo un par de días a la semana en los que tengo que ir a trabajar, a ese otro trabajo que da algo de dinero seguro.

 

 

 

Juana González, Pérgola de químicos oxigenada, 2013. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué proyectos tienes ahora entre manos?

R. Ahora estoy con una obra de gran formato, 245 x 200 cm, su título es Crisis, representa a un pintor en crisis. Tuve una hace poco. Como te decía antes, ahora estoy participando en la expo colectiva de mujeres Una Puerta Violeta en La Zubia, Granada. El mes próximo participaré en el II Gabinete de Resistencia, una expo colectiva en Madrid. También es reseñable que mi estudio participará en el próximo festival ArtBanchel durante mayo. Y poco más en cuanto a exposiciones. Eso sí, a seguir trabajando todo lo posible en el estudio, que es felicidad y sufrimiento en estado puro.

 

 

Puedes ver más obras de Juana González en su página web y también en su perfil de Instagram.

Compartir este artículo
Seguir:
Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.