Olmo Blanco, Ping Pong Party, 2020

Olmo Blanco: «Pinto porque hacerlo me parece emocionante y me remueve cosas por dentro»

María von Touceda Por María von Touceda
12 Min lectura
El artista nos habla de su carrera y de su proceso creativo

Muchos artistas conforman su estilo trabajando sobre la misma idea en un sinfín de variaciones. No es el caso de Olmo Blanco (Boiro, A Coruña, 1982) que sorprende al espectador en cada una de sus series, tanto por la temática como por la técnica elegidas, logrando que su estilo sea tan cambiante como el propio tiempo en el que vivimos.

Ha dibujado patrones quitando el polvo de una mesa, en azulejos con rotulador, pintura con reminiscencias fauvistas, dibujos con estética retro. Sin embargo, el triunfo de estos cambios es que este artista gallego logra hacerse con todos ellos de manera reconocible en cada uno de sus diferentes trabajos.

Licenciado por la Universidad de Salamanca, Olmo Blanco ha expuesto tanto en nacionalmente como internacionalmente en lugares tan diversos como Reino Unido, Bélgica, Uruguay y Portugal.

Ha sido galardonado, entre otros, con el premio Eixo Atlántico. También tuvo sus obras en ferias como Arte Marbella (2019) y ha expuesto recientemente su serie ‘Parking’ en la Galería Metro de Santiago de Compostela.

 

Olmo Blanco, Hotel al sur de Oporto, 2020

 

P. Muchas de tus obras son reflejo de un trabajo de paciencia. ¿Qué te aportan este tipo de labores?

R. Realmente no realizo este tipo de proceso porque me aporte nada en sí mismo, sino que lo hago porque es la única manera que tengo de alcanzar los resultados que quiero. No me considero una persona paciente para nada. De hecho, siempre intento ahorrar tiempo y hacer el proceso más eficiente, aunque a veces no queda otra que echarle horas.

 

Olmo Blanco, Cartel de la exposición ‘Parking’, 2020

 

P. En tu última serie abordas la temática del «parking». ¿De dónde surgió esta idea?

R. El concepto de «parking» es una de las temáticas que aparecen en esta serie en la que he intentado representar lugares a partir de mis recuerdos. Comenzar a utilizar la memoria como recurso fue una de claves para poder llevar a cabo esta serie. En otras ocasiones había intentado pintar a partir fotografías, pero la verdad es que este método me daba muchos problemas: por un lado, te exige tener un registro de todo lo que quieras representar. Además, interpretar la foto es algo que no me gusta hacer, me parece que falta información y no sé bien como rellenarla. En cualquier caso, me siento más cómodo simplificando la información de la realidad que tengo a mi alrededor que rellenado los vacíos de una fotografía. Con esto me he dado cuenta de lo bien que funciona nuestra memoria, ya que, selecciona lo esencial y desecha todo aquello que es innecesario. En la exposición me ha pasado que muchas personas reconocían sin problema los lugares que aparecían representados, a pesar de que son pinturas muy esquemáticas. Parking es una de las temáticas que se pueden ver en mi última serie de trabajos. Buscar sitio para aparcar, no encontrarlo y acabar metiéndote en un parking de pago es algo cotidiano que mucha gente ha experimentado. A mí cuando me pasa me hace reflexionar sobre el modelo productivo y de crecimiento en el que estamos inmersos. En las piezas de esta serie aparecen muchos coches, en ocasiones incluso rebasan su espacio natural e invaden el terreno reservado para el ocio.

 

Olmo Blanco, Paisaje de periferias, 2020

 

P. Has hecho incursiones en el mundo de la moda y de la joyería. ¿Cómo valoras estas experiencias?

R. He trabajado en colaboraciones con otras marcas, como en el caso de la colección Pictogram y también he desarrollado algunos trabajos de joyería por mi cuenta. Enfrentarse a nuevos formatos siempre es emocionante. En mi caso lo de la joyería me viene porque comparto taller con dos joyeras Milena Colella y Nuria Manzano, de La tonta y la rubia. De ellas he aprendido lo que sé.

 

Olmo Blanco, Foto de la colección Pictogram, 2019

 

P. ¿Te sientes dentro de alguna corriente artística?

R. ¿Existen las corrientes artísticas? Yo la única corriente que veo es el scroll infinito [risas]. No sé, hay tanta información y tanto ruido que es difícil ver lo que realmente está ocurriendo. Veo estilos y temas con los que me puedo sentir identificado, pero no creo que a eso se le pueda considerar una corriente artística.

 

 

Olmo Blanco, Máquina recreativa, 2020

 

P. ¿Hay alguna búsqueda emocional o simbólica en la elección de tu gama cromática?

R. Sí, los paisajes tienen un carácter emocional importante, tanto por los colores como por el modo tan esquemático de representarlos. De hecho, para mí, la práctica de la pintura sobre todo tiene que ver con mi vida emocional. Pinto porque hacerlo me parece emocionante y me remueve cosas por dentro.

 

Olmo Blanco, Mural en Cambados, Galicia, 2019

 

P. ¿Qué es para ti la belleza y dónde crees que reside?

R. Sobre este tema se ha escrito mucho y no sé si tengo una buena respuesta. Creo que es bastante subjetivo, por lo tanto, parte de que la belleza reside en el que mira. Para mí las soluciones más esencialistas y naturales son bellas y reconozco que no siento mucha afinidad con lo innecesario y lo efectista.

 

 

Olmo Blanco, Rave, 2017

 

P. ¿Sigues alguna rutina para trabajar?

R. Mi rutina cambia bastante según lo que tenga que hacer, si tengo que trabajar con el ordenador, si tengo que desplazarme para pintar algo en un lugar específico o si voy a pintar un cuadro. La mayor parte del tiempo trabajo en un mundo de ideas, bocetos y composiciones digitales más o menos terminadas. Para hacer este proceso no necesito ir al taller, normalmente lo hago en casa o donde me pille. Cuando voy al taller es para materializar las ideas en las que he estado trabajando o para desarrollar nuevas técnicas. En cualquier caso, no materializo las ideas de forma automática, solo pinto cuando realmente lo veo necesario y después de haberlo reflexionado un tiempo.

 

Olmo Blanco, Paisaje de periferias 2, 2020

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?

R. Tengo muchos referentes no solo en las artes visuales, también de la música, el cómic, la literatura, la filosofía, los videojuegos. Los lugares por los que he ido pasando son también una referencia muy importante en mi trabajo. Ahora, por ejemplo, me interesan mucho los memes. Creo que tiene muchísimas posibilidades expresivas y además funcionan muy bien a la hora de reflejar las problemáticas de cada contexto.

 

Olmo Blanco, Rúa Virxe da Cerca, 2020

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te han impactado más? 

R. Me impactó mucho el museo Van Gogh de Ámsterdam, no solo por la obra de él, sino por toda la colección de pintura impresionista y postimpresionista que tienen allí.

 

Olmo Blanco, Cancha-Parking, 2020

 

P. Si sólo pudieses comprar una obra de un artista coetáneo, ¿de quién sería?

R. Me gustaría comprar las fotografías de Zusqvarna que me faltan. En 2018 fui a una exposición suya que hizo en su casa, como estaban muy baratas me llevé varias. Al cabo de unos días me di cuenta de que quería tenerlas todas, así que cuando lo volví a verlo se las pedí. Me dijo que no, que iba a hacer un libro con ellas y así las podría tenerlas. Al final no pude comprar las fotos y el libro nunca llegó a existir. No ha dejado rastro, borró su cuenta de Instagram y su página web.

 

Olmo Blanco, I.E.S., 2020

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?

R. Yo no sé qué estrategias hay que tomar, pero si puedo confirmar que en el mudo del arte hay tanto machismo como en el resto de la sociedad. Por un lado, se ve reflejado en la falta de visibilidad que tienen las artistas mujeres que ha habido a lo largo de la historia. Si no hay referentes es difícil que la cosa cambie. Y es cierto que cada vez hay más mujeres en el entorno profesional, pero los puestos de importancia (directores, etc..) son casi siempre para hombres. Por otro lado, está el machismo que hay en las propias representaciones artísticas y en el relato que se construye a través de éstas en las exposiciones. Creo que es importante repensar el tipo de relatos que se quieren transmitir.

 

Olmo Blanco, Mural cerca de Santiago de Compostela, 2018

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?

R. Escasa o prácticamente inexistente. En Galicia, que es donde vivo, no creo ni que se pueda hablar de un mercado del arte como tal. Lo que está claro, es que los artistas de mi generación ya no podemos vivir exclusivamente de las ventas en exposiciones. Yo, además de esto, hago otras cosas: murales, joyería, ropa, encargos diversos, cursos, mercados, y en épocas, si es necesario, también trabajo de lo que salga (normalmente en turismo) para poder tirar.

 

Olmo Blanco, Ping Pong Party, 2020

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. En nada. Leo mucho, investigo, tomo notas de ideas y hago bocetos, pero no estoy produciendo nada concreto. Como dije más arriba no soy de esos artistas que tienen la necesidad de producir constantemente.

 

Puedes ver más obras de Olmo Blanco en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.