Carlos Blanco Artero: «El arte sin Picasso hubiera sido otra cosa, pero hubiera sido igualmente»

María von Touceda Por María von Touceda
13 Min lectura
El artista nos habla de su estilo pictórico, sus influencias, y su visión del arte y el coleccionismo

Aunque fue Picasso el que dio inicio a las vanguardias con sus ‘Señoritas de Avignon’ (1907), en esa obra aparece un pequeño frutero, en homenaje a los estudios geométricos que había hecho años Cézanne. La razón es que en la Historia del Arte los avances se entrelazan con los trabajos que han realizado otros artistas anteriores.

La obra de Carlos Blanco Artero (Madrid, 1983) no se puede separar de los trabajos de las vanguardias, pero él también da un paso adelante creando su propio lenguaje. A través del gesto y la expresión, y trabajando lo abstracto, pero sin abandonar del todo lo figurativo, Blanco logra marcar otra muesca más en este fluir estético que es la Historia del Arte.

Gracias a la tecnología, podemos disfrutar online de su exposición ‘Seres Fifos’. En ella, una serie de personajes que beben del Cubismo son retratados con el personalísimo lenguaje de este artista madrileño. La muestra, en Altro Mondo Gallery de Filipinas, puede verse del 25 de septiembre al 24 de octubre de 2021.

Así mismo, podremos disfrutar de sus trabajos en la feria Estampa, con Pedro Luis RequenART, del 21 al 24 de octubre, y en la Bienal de Florencia, del 23 al 31 de octubre.

Carlos Blanco Artero ha expuesto en diferentes instituciones y galerías de Nueva York, Los Ángeles, Miami, Hong Kong, París, Filipinas, Zaragoza, Barcelona y Madrid, y sus obras se encuentran en varias colecciones de diferentes países.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Canario comiendo un plátano, 2021. Óleo y mixta sobre lienzo. 136 x 116 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tu trabajo está muy influenciado por las vanguardias, ¿qué supone para ti este periodo tan rupturista?

R. Supone el principio de todo, lo que pasó en Europa a principios del siglo XX sentó, sin duda, las bases de la pintura moderna, y por supuesto de lo que se haría a partir de los años 50 en Estados Unidos. Siempre me he planteado que hubiera sido de la pintura sin Picasso, y de la multitud de artistas que han bebido de él, entre los que por supuesto me incluyo. El arte sin él hubiera sido otra cosa, pero hubiera sido igualmente.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Afterhours I, 2018. Óleo y mixta sobre lienzo. 235 x 200 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tu pintura es figurativa, pero, a su vez, también ahondas en la abstracción, ¿cómo logras el equilibrio entre estas dos formas de entender el arte?

R. Para mí, cada camino es un descanso del anterior, y en ocasiones, acaban siendo uno solo. Me hizo gracia hace años cuando me dijo un crítico que estaba «perdido» por querer hacerlo todo, y meterme en el abstracto y la figuración al mismo tiempo; mientras yo tenía en la cabeza la obra de Gerhard Richter, al que se valoraba por encima de todos por su increíble versatilidad. Al final, salvando las distancias en estilo, tema y alguna cosa más, la obra de Richter y la mía son lo mismo, la única diferencia, (y sin duda lo que propició que aquel crítico hiciera ese comentario), son sólo unos cuantos millones de euros.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Gentleman, 2020. Acrílico sobre lienzo. 108 x 82 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Los retratos que realizas tienes un gran componente psicológico. ¿Qué rasgos tiene que tener una persona para que fijes tu mirada en ella?

R. Normalmente trabajo sin modelo, o sin ninguna referencia. Los rostros salen así de mi cabeza. Las pocas veces en las que utilizo un modelo, lo que busco es «un algo» que se tiene o no se tiene, y que ni siquiera sabría explicarte en qué consiste. Por ejemplo, mi buena amiga y artista Helena Pallarés tiene «ese algo», por eso la he pintado varias veces, y ya estamos planeando la siguiente.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Fiesta, 2021. Óleo y mixta sobre lienzo. 312 x 305 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tu paleta cromática huye de estridencias, ¿qué valores simbólicos o emocionales crees que despierta?

R. Creo que, como decía Clement Greenberg sobre el color en Picasso y en Pollock, que el mío es mucho mejor también cuando es más discreto. He intentado en alguna ocasión llevar el color a un terreno más estridente, pero soy absolutamente incapaz. Me resulta muy curioso ver cómo está tan de moda entre los pintores, este tipo de color casi fluorescente, artistas como Macarrón, Barriga o incluso Jenny Saville que ha empezado a incorporarlo, pero en mi caso, como te digo, me resulta imposible meterlo de una forma coherente en mi trabajo.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, German, 2019. Óleo y mixta sobre papel. 63 x 48 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. También realizas homenajes a obras clave de la Historia del Arte. ¿Cómo abordas estos trabajos?

R. Pues con mucho respeto. En realidad, solamente lo he hecho una vez, con mi obra «Meninas»; sabía que tarde o temprano me iba a enfrentar a alguna de estas obras maestras, pensaba que sería mucho más adelante, pero las circunstancias hicieron que fuera hace unos años. De todas formas, nunca me entusiasmó el resultado final, ya que lo quería llevar mucho más allá, y no pude. Es como cuando pintas a alguien tan bello al que te es totalmente imposible deformar como tú quieres, algo así me paso con Velázquez.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Afterparty, 2020. Óleo y mixta sobre papel. 63 x 45 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Crees que tus estudios de piano influencian de alguna manera tu forma de pintar?

R. Sin duda. Todo aquello que esté relacionado con el arte empapa tu manera de ver las cosas, la música, un buen libro… Barceló decía hace poco algo parecido, que tú puedes ver una serie y que pase de largo por tu mente, sin más, pero un buen libro, o escuchar buena música cala y permanece… y transforma, en ocasiones. El haber estudiado tantos años piano hizo que fuera muy sensible desde muy pequeño al mundo. Incluso hice una serie de obras sobre las piezas de piano de Claude Debussy en 2015, cuando estuve viviendo en Austria. Para mí escuchar el Arabesque nº1 de Debussy es como escuchar a la puta naturaleza follando consigo misma.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Meninas, 2018. Óleo y mixta sobre lienzo. 130 x 100 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Has expuesto en ciudades como Nueva York, Miami, París y tu obra ya forma parte de importantes colecciones, ¿qué consejos le darías a tú yo recién salido de la facultad sabiendo lo que ya sabes?

R. Pues duré 15 días haciendo Bellas Artes en la Complutense. Me pilló un poco mayor, ya con 26 años, y vi que no era lo que necesitaba en ese momento. También ver a profesores que nos decían que teníamos que encontrar un árbol y darle un abrazo todas las mañanas, hicieron un poco más fácil que tomara aquella decisión. Si pudiera volver atrás en el tiempo, como dices, me daría una palmadita en la espalda porque creo que hice lo correcto. Elegí tomar un camino mucho más largo y profundo, pero que ahora está dando sus frutos.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Rave, 2020. Óleo y mixta sobre lienzo. 150 x 135 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras el panorama del coleccionismo español?

R. Si te digo la verdad, mi trabajo se vende y se valora mucho más fuera que en España, aunque sí que es verdad que en los últimos 2 años el coleccionista español se está interesando mucho más en mi trabajo. De todas formas, de momento, no se puede comparar el coleccionista, por ejemplo, americano, o alemán, con el español, al igual que no se puede comparar ARCO, con Art Basel.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Drunk English, 2020. Óleo y mixta sobre papel. 63 x 48 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para erradicar el machismo en el ámbito artístico?

R. Recuerdo estar en Nueva York en 2016, en la zona de galerías de Chelsea, y ver que en las mejores galerías (la Gagosian, la Pace…) estaban exponiendo individuales de mujeres, en todas, algo que me pareció totalmente normal y a lo que no le di mayor importancia. Creo que el arte, al menos fuera, en España no lo sé, ya no está pendiente de estas cosas, el buen arte no distingue géneros, me importa una mierda si una buena obra la ha hecho una mujer, un hombre o una persona asexual; sólo me importa su trabajo. Por supuesto que ha habido desigualdades históricas con respecto a la mujer, pero no creo que sea el caso en la actualidad, al menos en el arte. Existen artistas de primerísimo nivel en la actualidad, como Cecily Brown, Jenny Saville o Pat Steir, entre otras muchas.

 

 

 

Carlos Blanco Artero, Zumbao, 2021. Óleo y mixta sobre papel. 42 x 40 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Ahora estoy trabajando en obras de gran formato, de más de 3 x 3 metros, en mi estudio en las Islas Canarias. Y preparando mi exposición individual en Filipinas en septiembre, Estampa a finales de octubre en Madrid, la Bienal de Florencia a finales de octubre también, y una exposición benéfica en Los Ángeles en noviembre.

 

Seres Fifos podrá verse virtualmente en la web de Altro Mondo Gallery hasta el 24 de octubre de 2021. Puedes ver otras obras de Carlos Blanco Artero en su página web y en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.