Llum BCN 2021 recibió a más de cien mil visitantes

Tátylla Mendes Por Tátylla Mendes
9 Min lectura
Del 5 al 7 de noviembre tuvo lugar en el barrio del Poblenou el festival Llum BCN 2021. Simultáneamente, protestas por la subida del precio de la luz ocurrieron en Plaça Universitat

En Cataluña y en toda España, el precio de la luz sigue en escalada. El sábado, 6 de noviembre, hubo incluso una gran manifestación en Barcelona en contra de la subida de precios de la energía eléctrica.

Ahora bien, como una de las funciones del arte es poner las paradojas en evidencia, el escenario del Llum BCN 2021 no podría ser mejor. El festival de las arte lumínicas se llevó a cabo entre el viernes y el domingo, encendiendo el barrio del Poblenou, en la capital catalana.

Acomodados en un rincón de la plaza Josep Antoni Coderch, Rafaela Fernández y su marido admiran la obra La llum com a veu de la matèria. Las proyecciones sobre la Torre Agbar y el Museo de Diseño de Barcelona son de autoría de Eugènia Balcells, homenajeada en esta edición. Así como otros asistentes, la pareja observa con atención los cambios de luces y colores sobre las fachadas.

Sin embargo, cuando les comentamos sobre la manifestación de ese mismo día, Rafaela nos dice: “Suena un poco raro, ¿no? Un poco contradictorio. Pero, bueno, creo que un poco el motivo [del festival] es atraer la gente, para poder tirar palante. Yo lo veo como un evento para darle vida a la ciudad”.

El número de visitantes del Llum BCN 2021 parece confirmar la opinión de Rafaela. Según los cálculos del Ayuntamiento de Barcelona, entre el 5 y el 7 de noviembre, más de cien mil personas pasaron por el festival.

 

 

 

Eugènia Balcells, La llum com a veu de la matèria. Instalación compuesta por las obras ‘De l’infraroig a l’ultraviolat’ (en la Torre Agbar) y ‘Freqüències’ (en el Museo de Diseño). Llum BCN 2021. Foto: Tátylla Mendes

 

 

 

Hipnotizados por la luz

 

Muchas veces el arte tiene el poder de paralizar nuestros cuerpos mientras acelera el ritmo de nuestros pensamientos. Quizá esa haya sido una de las actitudes más repetidas por los asistentes del Llum BCN 2021. Por ejemplo, en De l’infraroig a l’ultraviolat y Freqüències, de Eugènia Balcells, había mucha gente en pie, observándolas atentamente. Aunque sus pensamientos pudieran estar volando a la velocidad de la luz.

Horizon, del estudio barcelonés Playmodes, era otra obra con efecto igual de hipnótico. La música ya se oía mucho antes de llegar. En el espacio, flashes secuenciales y sonido 3D creaban la sensación de movimiento y conducían la atención de los visitantes hacia la pantalla al fondo.

Atraídos por los juegos lumínicos, muchos de los asistentes se sentaban en el suelo por largo rato, sin parar de admirar la pantalla. Aunque estuviera a cielo abierto, una llegaba a tener a veces la impresión de que estaba en un túnel o cruzando portales para otra dimensión.

 

 

 

Tigrelab Art, Color Conversations. Nau Revolution. Llum BCN 2021. Foto: Tátylla Mendes

 

 

 

Aunque fuera un festival de luces, el Llum BCN 2021 también estuvo hecho de sombras, colores, sonidos y mucha tecnología. Como ya hemos dicho aquí, ese “gran laboratorio del paisaje nocturno” contó con proyecciones audiovisuales, instalaciones arquitectónicas, 3D mapping, obras interactivas y mucho más.

Sin embargo, para los jurados de la premiación esa edición las estrellas del festival fueron tres obras más sencillas. Al menos en términos tecnológicos, ya que estaban todas cargadas de potentes conceptos y reflexiones. El jurado tuvo en cuenta elementos como la identidad con el barrio, la transformación del espacio y la originalidad.

Entre las 16 instalaciones escolares aspirantes, CARAB, de la Escuela Superior de Arte Dramático del Institut del Teatre, fue una de las ganadoras. Lo curioso es que la obra no trabajaba con fuentes lumínicas directamente, sino con un material reflector. La idea: hacer reflexionar a la gente sobre aquellos que se quedan en las sombras, moviendo las mascotas de los parques de atracciones.

La sombra también asumió el protagonismo en otra obra vencedora: Ombres que són llum, de la Escuela Massana. Además, la UPC School-CCCB Máster en Diseño y Producción de Espacios ha recibido una mención especial por la obra Elemental.

 

 

 

Tigrelab Art, Color Conversations. Nau Revolution. Llum BCN 2021. Foto: Tátylla Mendes

 

 

Arte arquitectónico

 

Mientras algunas de las instalaciones del Llum BCN 2021 nos hacían ahondar en reflexiones, en otras, se trataba sobre todo de sentir, percibir o experimentar. En Unshaped, por ejemplo, el dúo italiano Quiet Ensemble mezcló luces, colores y viento para hacer una tela convertirse en una gran ola. Ya el Tigrelab Art, en Color Conversations, exploró la percepción a través del color.

Pero el festival no enfocó solamente obras con cualidades estéticas y conceptuales. También había instalaciones de carácter más funcional, como es el caso de Parainfrastructuras, de Guillermo Santomà.

Inspirándose en los invernaderos del norte de Europa, el artista creó una estructura de depósitos de agua (llenos de peces y algas) suspendidos sobre un jardín salvaje. Un sistema en que todo estaba conectado y se retroalimentaba. La iluminación, además, hacía recordar la serie Greenhouse del fotógrafo alemán Tom Hegen.

 

 

 

Guillermo Santomà, Parainfrastructuras. Ca l’Alier. Llum BCN 2021. Foto: Tátylla Mendes.

 

 

 

Expectativas para el futuro

 

Según la Guardia Urbana, unos 1.800 manifestantes se reunieron el sábado bajo el lema “Aturem l’estafa de la llum”. Uno de ellos era el barcelonés Andreu Pagès, quien estuvo distribuyendo folletos de protesta en Plaça Universitat. Le preguntamos, pues, su opinión sobre la celebración del Llum BCN 2021 este mismo fin de semana. Andreu confesó que no conocía el festival. Sin embargo, comentó:

“Tendría que verlo. No sabría prejuzgar. Porque, a lo mejor, utilizan un sistema de bajo coste o de bajo consumo. Pero, bueno, en este caso pienso más en lo artístico que en otro. Si es artístico, me duele menos. Me duele más cuando encienden las luces por navidad, que es una incitación al consumo. Me sabe más mal que la luz vaya hacia arriba y haya contaminación lumínica y no te permita ver las estrellas. En cambio, pienso que la luz es necesaria, porque si no hay luz, hay inseguridad”.

 

 

 

Manifestación “Aturem l’estafa de la llum”, Plaza Universitat, Barcelona. 6 de noviembre de 2021. Foto: Tátylla Mendes

 

 

 

¿Lograrán los manifestantes sensibilizar a políticos y multinacionales? ¿Bajará el precio de la luz? No lo sabemos.

Lo que sí es cierto es que las inversiones en el Llum BCN, esas sí, deben aumentar. Dado que se aprobó ayer el Real Decreto que reconoce la cocapitalidad cultural y científica de Barcelona, nuevas concesiones directas fueron autorizadas. En total serán 20 millones de euros destinados a 37 entidades y proyectos de la ciudad, entre los cuales está el Llum BCN.

La próxima edición del festival se celebrará en febrero de 2022.

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Comunicadora, cronista y publicista. Coautora de los libros 'Mosaico: 33 historias sobre la vida tunecina' (Autoedición, 2019), 'Viaje a la madre Tierra' (Livingstone, 2019) y 'Puentes' (Gato Blanco, 2021).