Carla Cañellas: «El arte es una herramienta poderosísima de transformación social»

María von Touceda María von Touceda
13 Min Lectura
Hablamos con la artista multidisciplinaria Carla Cañellas sobre su muestra ‘Goya vive, la lucha sigue’, en Madrid a partir del 3 de febrero

Las injusticias han sido fuente de inspiración para multitud de obras de arte porque hay artistas optan por dirigir su trabajo hacia la crítica social.

Tal vez sea Goya su máximo exponente ya que, por su calidad de Ilustrado, arrojó luz sobre varias de cuestiones preocupantes de su época. Por desgracia, muchos de estos problemas siguen vigentes hoy día.

Carla Cañellas (Valencia, 1982) expone Goya vive, la lucha sigue del 3 de febrero al 1 de abril en la galería madrileña A Ciegas. En esta muestra parte de una injusticia dada en el caso Nahuel. En noviembre de 2015, la Ley Mordaza encarcelaba a un joven por escribir en Twitter: «Goku vive, la lucha sigue».

A partir de este caso de tintes absurdos, Canellas elaboró su nueva serie de dibujos de tinta. En Goya vive, la lucha sigue expone con animes de Bola del dragón, temas cuestionables a la manera del maestro zaragozano.

Carla Canellas es licenciada en Bellas Artes por la Facultad San Carlos en la Universidad Politécnica de Valencia. Su trabajo indaga en la construcción de la identidad en diferentes contextos sociales, investigando especialmente los escenarios manipulados por lo que podríamos llamar ingeniería social.

Hablamos con ella sobre su recién inaugurada exposición, el poder del arte, el influjo de lo kawaii y otros temas relacionados con el ámbito artístico.

 

 

Carla Cañellas, Goya Vive La Lucha Sigue (Serie Caprichos), 2021. Tinta y lápiz sobre papel. 70 x 70 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Por qué te has decantado por los anime de Goku para crear Goya vive, la lucha sigue?

R. Goya Vive, la lucha sigue es un proyecto que reflexiona sobre la producción de ficciones y sobre el ejercicio de expresión. También sobre censura y los límites impuestos a la creación, la gestión de la información y cómo se nos presenta a través de los medios. Para ello, parto y tomo como ejemplo de uno de los casos más absurdos y tristes en los que el conjunto de normas y artículos de lo que denominamos Ley Mordaza se ejecutó: el caso de Nahuel.

Nahuel es un chico muy joven que pertenecía a un movimiento vegano, antiviolencia, antidrogas y anticapitalista. Por escribir un tuit que decía «Goku vive, la lucha sigue» fue víctima de un montaje. Tras la confusión policial pasó un año y cuatro meses en prisión, hasta que fue puesto en libertad, habiendo admitido las fuerzas del estado que se trató de un error.

Cuando conocí su caso y vi cómo se gestionó su información, se me pusieron los pelos de punta. Inevitablemente su historia me hizo pensar en la Inquisición, y en cuántos paralelismos existen actualmente con ello. Y, ¿quién es el primer artista en este país que habló de ello? Goya. Así comienza el proyecto, haciendo a los personajes de Bola de Dragón, protagonistas de las imágenes del Maestro.

 

 

Carla Cañellas, Por haber nacido en otro sitio( Serie Caprichos), 2021. Tinta y lápiz sobre papel. 70 cm x 50 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Qué cualidades tiene lo kawaii para que resulte tan atrayente en la cultura occidental?

R. El termino japonés lo podríamos traducir como “cuqui” o “adorable”. Todo ese tipo de cosas que nos resultan enternecedoras de alguna manera. Por ejemplo, podemos decir que es Kawaii Baby Yoda, aunque no lo diríamos de Yoda. Hay una correlación muy estrecha ligada a la infancia, a esa inocencia. Quizá por ello que a los occidentales nos llame tanto la atención. Y esa atención puede ser muy sincera o puede ser interpretada de una manera perversa.

A mí la parte que me interesa es esa segunda acepción. Coger los personajes que están íntimamente ligados a nuestra infancia, como Goku y sus amigos, para colocarlos en unas situaciones bien jodidas. Ese juego para mí representa una metáfora de lo perverso del sistema.

 

 

Carla Cañellas, Las gigantillas (Serie Cartones para tapices), 2021. Tinta y lápiz sobre periódicos imprimados. 150 x 110 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. La crítica que realiza Goya a través de los emblemas de Alciato es el mejor referente para la crítica social. ¿Por qué crees que sigue tan vigente hoy en día después de tantos años?

R. Considerando el Renacimiento como primer periodo humanista, son tanto sus emblemas como toda la iconología generada por Ripa. Guías para la conformación del lenguaje visual de las que beben los primeros «creadores libres», los que no solo generan su labor para la iglesia. Así que de manera consciente o no, es inevitable significar la imagen de acuerdo a estos patrones. Al menos en lo que a Occidente se refiere.

 

 

Carla Cañellas, Muchahchos trepando a un árbol(Serie Cartones para tapices), 2021. Tinta y lápiz sobre periódicos imprimados. 150 x 110 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. La crítica que realiza Goya a través de los emblemas de Alciato es el mejor referente para la crítica social. ¿Por qué crees que sigue tan vigente hoy en día después de tantos años?

R. Esa distinción a veces creo que es algo generado desde los estamentos de poder que controlan las reglas del juego, el conglomerado de medios, políticos y grandes multinacionales. ¿Qué es lo que conviene que sea un éxito de masas? ¿Qué sociedad tendríamos si se promocionase la filosofía como una serie de Netflix? ¿Hablaríamos entonces de alta y baja cultura?

El ejercicio elitista ocurre cuando desde ciertos sectores utilizan la cultura como una herramienta de poder, haciéndola inteligible solo para unos pocos. Eso es algo que se puede observar muy bien con el lenguaje político o legislativo. Se hace complejo porque no interesa que se entienda, porque su comprensión empoderaría y nos haría libres. O al menos más conscientes.

 

 

Carla Cañellas, Los zancos (Serie Cartones para tapices), 2021. Tinta y lápiz sobre periódicos imprimados. 150 x 110 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Crees que el arte tiene capacidad para cambiar el pensamiento del espectador?

R. Creo que es una herramienta poderosísima de transformación social. Un terreno de juego para lanzarnos preguntas, para abrir ventanas en muros, para crear una ciudadanía con criterio e inquietudes, para abordar nuevas perspectivas.

 

 

Carla Cañellas, El balancín (Serie Cartones para tapices), 2021. Tinta y lápiz sobre periódicos imprimados. 150 x 110 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Con qué técnicas has abordado esta serie?

R. Toda la serie son dibujos de tinta, algunos mezclados con lápiz de color. Como soporte principalmente he usado los papeles washi japoneses, aunque también papeles de periódico imprimados imitando cartones.

Además, hay dos vídeos en formato NFT. Uno muestra el proceso de creación de la pieza principal del proyecto, un dibujo de tres por cuatro metros. El segundo es una animación realizada con un stop motion de unos doscientos dibujos de tinta.

 

 

Carla Cañellas, Albañil Herido/Borracho (SaludMadrid), 2022. Tinta y lápiz sobre partes de Atención Primaria. 135 x 100 cm. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Qué amas y qué odias del sistema artístico español?

R. Más que amar «el sistema», amo a muchas personas que hacen que el tejido de este sector sea digno y enriquecedor. La verdad es que hay muchos agentes culturales, artistas, curadores, galeristas, coleccionistas, críticos, periodistas, haciendo que la cultura sea más accesible, necesaria y nutritiva. Con todo, lo que detesto son las pocas ayudas que hay en el sector, que todavía tengamos que reivindicar la ley de mecenazgo, el IVA cultural.

 

 

 

 

P. ¿Cómo definirías tu relación para con el coleccionismo tanto nacional como internacional?

R. Solo puedo decir que en ambos casos me siento una privilegiada porque son muchas las personas que han apoyado mi carrera dentro y fuera de España. Sin embargo, volviendo a la pregunta anterior, tiene que haber muchos cambios en el sistema para poder favorecer el coleccionismo aquí. ¿Qué ocurre con el IVA cultural? ¿Qué pasa con la Ley de Mecenazgo? Comprar arte no es un capricho burgués como algunos lo consideran, es fomentar el desarrollo cultural de un país a todos los niveles. No estás solo adquiriendo un objeto estás fomentando un proceso de pensamiento.

 

 

Carla Cañellas, Videoinstalación, 250 cm x 300 cm x 150 cm , vídeo monocanal 3’05», 2018. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito artístico?

R. Empezaría por hacer una revisión de la Historia del Arte y por nombrar a todas las mujeres que se han olvidado, o llamado anónimo. También, revisar de dónde venimos y comprender que existe otra configuración de la que nos contaron. Nombrar y reclamar, porque ya se sabe que todo lo que no se nombra no existe. Trabajos como Queridas viejas de María Gimeno o Art Now de Verónica Ruth Frías son dos reflexiones potentísimas sobre ello.

Al igual que en este ámbito, en muchos sectores se emite un juicio hacia tu profesionalidad que mide desde tu capacidad intelectual hasta tu físico. Unos parámetros muy diferentes a los que se utilizan si eres un hombre y además se acrecienta con la edad. Hay que hacerse todavía muchas preguntas y revisarse constantemente, pero desde luego dar voz y visibilidad a todo lo anteriormente callado ya es un paso.

 

 

Carla Cañellas, Vídeoinstalación (Dibujo a tinta sobre papeles washi de 250 cm x 250 cm x 108 cm. Video Proyección mapeada multicanal, 3′ 04»), 2020. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Sigo trabajando en el proyecto Goya vive, la lucha sigue. También en un libro para la editorial La mirada creadora sobre la fotografía vernacular japonesa y los procesos internos que ocurren al transformar una imagen fotográfica en otra dibujada.

 

 

‘Goya vive, la lucha sigue’ podrá visitarse del 3 de febrero al 1 de abril de 2022 en Madrid, en la galería A Ciegas. Puedes ver otras obras de Carla Cañellas en su página web y seguirla en Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.