Antonio García Villarán: «Pretendo que mi obra sea universal y atemporal»

Danielle Cruz Danielle Cruz
17 Min Lectura
Hablamos con el artista, docente e ‘youtuber’, Antonio García Villarán. Su exposición ‘Vangloria’ podrá verse en Madrid durante los próximos días

Conocido por el concepto de «hamparte», Antonio García Villarán (Aznalcázar, 1976) combina una valiente crítica al arte contemporáneo con sus clases de pintura en su canal de Youtube y academia virtual.

Con más de un millón de seguidores, él también nos cuenta de una manera desenfadada los últimos acontecimientos del mundo del arte.

El arte no tener talento, el «hamparte», se configuró como una idea sencilla para agitar una crítica hasta entonces adormecida. A partir de esta perspectiva conservadora, el artista reflexiona sobre qué es el arte y qué debe ser.

Tanto es así que en su obra prima la técnica, así como las influencias de la pintura clásica. Sus impresionantes pinturas de gran formato tocan temas como la cultura, el mundo virtual, las mujeres artistas, el amor por los gatos, entre otros.

Antonio García Villarán me recibió en la inauguración de su exposición Vangloria, el pasado jueves en la galería White Lab. Una charla agradable, en la que hablamos de educación, de arte sin talento, y paseamos por más de cien obras, algunas digitales, que pueden verse en Madrid por primera vez.

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio Garcia Villarán, Las tentaciones de San Antonio, 2021. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué te llevó de la universidad al Youtube?

R. Me metí en Youtube por casualidad, y por un desencanto social en general. Yo sí quería ser profesor de universidad, y lo conseguí. Conseguí una plaza, pero al año me echaron con otros profesores.

También tenía la editorial, Cangrejo Pistolero Ediciones. Ya llevaba 13 años con ella, y tampoco vi que tenía mucho más desarrollo, y empecé a hacer cursos online. Lo que es mi academia. Ahora sí es una academia online, antes era una academia física. Y una cosa llevó a la otra.

Vi Youtube y digo: «voy a desahogarme aquí diciendo lo que me parece». Había terminado un montón de proyectos, y quería cambiar de vida. Pero yo no me imaginaba que iba a tener ningún tipo de repercusión, lo hice un poco por desahogarme.

 

 

 

Antonio García Villarán, autorretrato
Antonio García Villarán, Autorretrato Shiva, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. Bueno, y una cosa lleva a la otra.

R. Sí, claro. De yo siempre pintaba, pero es verdad que llevaba como nueve años sin pintar, y al volver a hablar tanto de arte, todo me entró otra vez las ganas de pintar cuadros. Dibujar, siempre dibujaba. Pero sí, todo lo que me está pasando ahora, nada absolutamente se había planeado, ni imaginado. ¿Quién iba a imaginar que iba a hacer una exposición aquí en Madrid tan grande?

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio García Villarán, Lola. Alegoría VII, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. Es tu primera exposición individual en Madrid, pero parece una retrospectiva.

R. Sí, pero claro, para una retrospectiva necesitamos cinco espacios como éste porque tengo mucha obra. De verdad que sí, se ha vendido muchísimo, pero por ejemplo, aquí mi época abstracta no está representada, ni mi época amarilla. Son obras de 15 años para acá. Nueve años de dibujo, que sólo estuve dibujando, dibujando y dibujando, y luego, desde hace seis años que volví a pintar al óleo. Entonces hice una retrospectiva de 15 años.

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio García Villarán, Autorretrato o la vanidad de lo que no es, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. Eres doctor en Bellas Artes y has hecho una tesis sobre la pedagogía. ¿Cómo se revoluciona la educación artística?

R. Pues a través de la red. Mi tesis iba efectivamente sobre la reflexión del pensamiento pedagógico de arte plástica, y de una docencia renovada. Pero cuando hice la tesis Internet estaba empezando. Entonces mi tesis real es la que estoy haciendo ahora.

Había un capítulo que lo llamé La Red Rizoma. Habla de que en un futuro (que ya ha pasado) íbamos a poder aprender de profesores de todas partes, pues iban a poder hacer videos con sus clases. Yo ya lo olía, y la revolución ya es eso: aprender de no de un profesor, sino de muchísimo profesores y profesoras de todas partes del mundo. Es más económico, no tienes que viajar. Esa es la gran revolución.

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio García Villarán, Los Autómatas. Alegoría XXIV, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. Has expuesto recientemente en el metaverso Decentraland. ¿Qué tal la experiencia?

R. Es una experiencia virtual. Es muy raro, muy extraño. Porque todo lo nuevo es ver una obra tuya digital. Ahí está la gente paseando, que son avatares, claro, pero detrás del avatar hay una persona. Evidentemente, no es lo mismo lo virtual, ver los cuadros desde el móvil o desde la pantalla del ordenador que verlo en físico. Tiene un aura, la plasticidad del óleo… Pero bueno, es otro formato. Está muy bien.

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio García Villarán, Candelaria. Alegoría IX, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. En la historia de la Filosofía hemos pasado por la «muerte del autor» de Barthes. ¿Crees que ahora, con las inteligencias artificiales, es el momento de la «muerte del artista»?

R. Yo creo que es todo lo contrario. Porque lo que ya está pasando con la inteligencia artificial fue lo mismo que ha pasado con el móvil, con la fotografía, por ejemplo. Antes si tu querías una buena cámara y hacer una buena foto, requería de mucho trabajo y una inversión importante. Ahora, el iPhone que tengo hace una foto magnífica, solo tengo que estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado. Eso ha devaluado la imagen y ha devaluado la fotografía. Esto va a pasar y ya está pasando con la inteligencia artificial.

Si yo pongo una frase y me genera un montón de imágenes nuevas, lo que ahora va a primar son los autores. Ahora la gente va a querer la obra que haga fulanito de tal o fulanita de tal, porque esa obra la va a poder hacer esa persona, nada más.

Así que al contrario, nos va a venir muy bien. Y la obra física mejor todavía, porque ahora todo es virtual, con lo cual lo mismo digo al haber mucho se va a devaluar. Pero ¿quién va a pintar el cuadro? Si ya es un objeto de lujo, ahora va a ser de superlujo.

 

 

 

Antonio García Villarán, artista
Antonio García Villarán, Frida Kahlo. La superviviente, 2021. Cortesía del artista

 

 

 

P. Y los NFTs, ¿van a seguir o ha sido solo una moda?

R. Los NFTs han tenido un boom del que se ha aprovechado muchísima gente, donde ha habido mucho timo. Mucho de los que ponen el título de arte, pero no era arte, eran coleccionables o eran estampitas virtuales. Pero ahora ya esa burbuja se ha desinflado. En mi caso, no me ha afectado nada eso. Yo empecé a hacer NFTs, al igual que hacía mi obra física, y sigo haciendo NFTs, y vendiendo por los mismos precios que mi obra física. Pero claro, [los coleccionistas] no eran tan especuladores, y veían la trayectoria del artista, y veían que la obra era válida, era de valor, invirtieron en eso y bien.

Los artistas que yo veía que era lo que se iban a quedar son los que se han quedado, vendiendo incluso. Pero ya no es como antes, que todo el mundo que hacía uno de estos lo vendía.

 

 

 

Antonio García Villarán, artista
Antonio García Villarán, Los 3 Papas. Alegoría III, 2016. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tienes una serie que se llama Alegorías andaluzas, con muchas calaveras. ¿Son ellas cadáveres culturales?

R. Bueno, las calaveras a mí me encantan, me parecen bellísimas. Además son universales. Pero por ejemplo, tengo el cuadro de los tres papas. Si yo hubiese pintado al papá de ahora, a Francisco, ese cuadro podría tener un fecha de caducidad. Pero yo he decidido pintar al concepto general de la Iglesia, con lo cual pinto una canina que puede ser cualquiera. Lo que pretendo con mi obra es que sea universal y atemporal, y además pintando de lo que pinto. Que hay mucha gente que le parece tétrico, le parece de tal, pero no hay cosa más bonita que un hueso, que parece una escultura blanca, tan bien formado. Es una estructura perfecta. La columna vertebral es preciosa.

 

 

 

Antonio García Villarán, El negro capote. Alegoría X, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. Entonces hablas más de lo inmortal que de lo mortal. Por ejemplo, el cuadro del torero.

R. El torero, por ejemplo, es una reflexión sobre el toreo. Tiene un capote negro. Es una canina, un ser que no tiene vida, pero está como con la chaquetilla, que es muy bonita. A mí el toreo no me gusta ni nada, pero todo lo que rodea, los trajes que se ponen, me parecen una preciosidad.

Así que busco cazar esa belleza del toreo, y a la vez lo absurdo que es hoy este tipo de fiesta, con ese capote negro que está de luto. Él con la mano hacia arriba, como diciéndole al tendido, pero está solo. Son todo cuadros muy críticos, y no solo hay crítica, también hay mucho humor.

 

 

 

Antonio García Villarán
Antonio García Villarán, Remedios Varo. La mística, 2021. Cortesía del artista

 

 

 

P. En otra de tus series de mujeres artistas, has elegido a Remedios Varo, Louise Bourgeois, Leonora Carrington. ¿Por qué exactamente?

R. Son artistas que a mí me gusta mucho. Lo hago también como una reivindicación. Me pasó en mi academia que un día pregunté: «¿qué artistas os gustan?» Y todo el mundo me dijo artistas hombres. Pregunté:» ¿y mujeres?». Solo conocían a Frida Kahlo, no es posible. Y yo mismo no conocía mucha mujeres artistas. ¿Por qué? Porque no me lo habían enseñado en la universidad, ni estaban en los libros ni en ningún lado. Así que como algo que yo mismo me impuesto, y que me gusta, ahora hago retratos de mujeres artistas. Para que queden en la historia, y para reivindicar que, oye, que han habido, pero ni siquiera nos las han mostrado. Entonces muchas de la que yo admiro están ahí y voy a seguir pintando sus retratos.

 

 

 

Antonio García Villarán, artista
Antonio García Villarán, San Jaime Altozano (como San Bartolomé), 2022. Cortesía del artista

 

 

 

P. Otra de tus series las dedicas a los youtubers, a los llamas «mártires».

R. Sí, porque cuando empezamos los youtubers de Cultura se nos machacó mucho. Yo que soy doctor en Bellas Artes, cuando empecé a hacer vídeo me decían «Pero ¿qué haces, si eres doctor en Bellas Artes! ¿Cómo te metes a youtuber!». Tuvimos al principio mucho hate. He cogido los mártires cristianos que están todos de en leyenda dorada de Santiago de la Vorágine.

He cogido amigos míos y amigas como Jaime [Altozano, productor musical], como Ter [Historiadora del arte], como Dani [SMDani, sacerdote], y para encontrar la similitud con su vida. Son la vida de los santos, pero pasado su a su vida, lo que yo creo que han tenido que pasar.

 

 

 

Antonio García Villarán, artista
Antonio García Villarán, Santa Ter (como Santa Lucía), 2022. Cortesía del artista

 

 

 

P. Una una característica del «hamparte» es que las obras tienen un precio desorbitado. Sin embargo, pero cuando utilizamos el concepto, también presuponemos su significado. ¿Crees que puede dar margen ahí a confusiones, a la crítica fácil a lo que a uno no le gusta?

R. El «hamparte» tiene un manifiesto y tiene un libro, así quién se quiera enterar, se entera. «Hamparte» es simplemente el arte de no tener talento. De coger cualquier objeto y por el simple hecho de que el artista diga esto es arte, pues lo eleva a esa categoría que también está mal entendida.

Cuando decimos «oye, oye, cuidado, que esto es arte», le estamos otorgando un valor económico, y otros tipos de valores por los cuales tenemos que respetarlo. Yo lo que digo es que la obra «hamparte», primero no se necesita talento para hacerla. Martín Creed tiene un papel arrugado puesto en medio la galería [Work no. 88, 1995]. Para eso ni se necesita talento, ni se necesita técnica, ni siquiera concepto. Entonces eso para mí es «hamparte».

Para mí el «hamparte» tiene valor cero, o sea, no vale nada económicamente hablando y artísticamente tampoco. No tenemos más remedio, por la historia contemporánea que nos ha tocado vivir, que tomarlo como arte porque ya está en los museos. A no ser que en un futuro decidamos entre todas que aquello no lo vamos a considerar arte. Pero eso, si tiene que venir, vendrá.

 

‘Vangloria’, de Antonio García Villarán, podrá verse hasta el 16 de octubre de 2022 en la galería madrileña White Lab.

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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.