‘Silencios’ reúne dos breves ensayos de Tillie Olsen, una de las escritoras más influyente de la literatura americana
Silencios es un pequeño librito rosa que recoge dos de los más conocidos ensayos de Tillie Olsen (Wahoo, 1912–Oakland, 2007). Bajo este título, se recupera “Silencios” y “Una de doce: mujeres y escritoras en el siglo XX”. Ambos prologados por Marta Sanz y traducidos por Blanca Gago, en la editorial independiente Las afueras.
En estos ensayos, ambos muy breves, la autora norteamericana reflexiona sobre los silencios vinculados a las circunstancias de la creación literaria. Sobre la relación entre la escritura y la clase, el sexo, el color, la época o el medio a los que se pertenece por nacimiento.
Olsen habla de los diferentes silencios a los que se ven sometidos los escritores y las escritoras, silencios que invisibilizan y discriminan.
De este modo, la autora hace un repaso a varios autores (Melville, Anaïs Nin, Kafka o Katherine Anne Porter, por ejemplo) a través de cartas, dietarios y testimonios. Incluida ella misma, quien nos confiesa haber llegado casi a enmudecer en ocasiones a lo largo de su vida.
Tillie Olsen a finales de los años veinte. Wikimedia Commons
Comunista, feminista y portavoz de la clase trabajadora, Tillie Olsen sabía mucho de silencios y de lo que cuesta sacar una familia adelante e intentar escribir.
Silencios es una lectura deliciosa que nos acerca a la experiencia vital y creativa de Olsen y otros muchos escritores. Dos ensayos ligeros, fáciles de asimilar, pero con mucho contenido, que son, en realidad, conferencias que Olsen impartió en 1962 y 1971.
Todo en Silencios nos recuerda a la potencia de Un cuarto propio de Virginia Woolf, que tan vigente sigue estando también hoy en día. Hay que señalar el excepcional prólogo de Marta Sanz; en su línea, inteligente y muy ameno, desmenuza los textos añadiendo su punto de vista. Siempre es un placer leer a Marta Sanz. Eso sí, mejor leerlo como epílogo.
Tillie Olsen, 1927. Wikimedia Commons
Una autora activista
Tillie Lerner Olsen es una de las escritoras más influyentes de la literatura norteamericana. Aunque fue una alumna brillante, Olsen se vio obligada a dejar los estudios pronto.
La situación económica familiar no era buena, por lo que comenzó a trabajar para ayudar a sus padres, activistas políticos de origen ruso. Sin embargo, siguió leyendo, escribiendo y estudiando y siempre aseguró que las bibliotecas habían sido su universidad.
A mediados de la década de los treinta, se asoció al partido comunista. Fue encarcelada en 1934 por organizar un sindicato de trabajadores en una empacadora.
En esas mismas fechas, empezó a colaborar con el periódico Daily Worker y la revista New Masses. Fue entonces también cuando comenzó a escribir “Yonnondio: From the Thirties”. Una novela sobre las privaciones de una familia obrera durante la
Tillie Olsen, Biblioteca del Congreso, 1996. Wikimedia Commons
Gran Depresión, basada en su propia experiencia.
No obstante, las responsabilidades de la vida cotidiana le obligaron a interrumpir su redacción. Tenía que ocuparse de sus cuatro hijas, encadenar trabajos precarios y mantener su activismo político. Cuando volvió a escribir tenía ya más de cuarenta años.
La precariedad económica fue una compañera fiel durante todo el período del macartismo y la caza de brujas, así como las persecuciones políticas.
Tillie Olsen y su marido vivieron un tiempo complicado hasta que la Universidad de Stanford le concedió una beca. Esta beca le permitió escribir un libro de relatos, Dime una adivinanza (1961; Las afueras, 2020). Este libro se convirtió en su primera obra publicada y con él obtuvo gran reconocimiento.
A partir de ahí vinieron las colaboraciones con diversas publicaciones, universidades y editoriales. Pronto se alzó como autora referente para el movimiento feminista. El feminismo tomó sus textos como lecturas iniciáticas, tanto por los temas tratados como por la fuerza política de su voz.
Tillie Olsen a sus sesenta años. Wikimedia Commons
Obligados a callar
Nos recuerda Olsen, en esta conferencia que impartió en el Instituto Radcliffe, que existen diferentes silencios que oscurecen la historia literaria y el presente.
Algunos se prolongaron durante años en escritores reconocidos. Otros permanecieron ocultos, otros afloraron tras la publicación de la primera obra. Otros no permitieron que un texto tomara la forma de libro.
Existe un silencio que surge de la ausencia de creatividad, una vez que ésta desaparece. También, los silencios de censura. Censura de los editores. Censura interna o política.
En cualquier caso, no se refiere a los silencios naturales, necesarios para la renovación de ideas, el llenado sin el que es imposible vaciarse en la escritura.
Se refiere a los silencios derivados de las desventajas colectivas que hacen enmudecer a los escritores y bloquean la creación. Lo que se refleja directamente en el canon literario de los silenciados. Tillie Olsen muestra los silencios en clave política, reivindicando las voces que no tienen la oportunidad de alzarse.
Con este ensayo, la escritora revolucionó los estudios literarios de su país durante los años sesenta. Al igual que Virginia Woolf, pero aportando su propia experiencia, Olsen trata de la imposibilidad de encontrar un espacio y condiciones materiales para que la escritura pueda desempeñarse como oficio.
Habla de todos los escritores en general, pero el foco en particular en el caso de las mujeres. Habla de sí misma, de sus silencios como escritora, porque sus silencios son los de otras muchas.
Cubierta del libro
Cuestión de estadística
“Una de doce: mujeres y escritoras en el siglo XX” es el segundo ensayo recogido en esta edición. Olsen lo escribió a partir de las notas para una conferencia en el Foro de Escritoras del siglo XX de la Asociación de Lenguas Modernas.
En palabras de la propia escritora, el contenido de “Una de doce” estuvo condicionado por el público al que iba dirigida la conferencia. Esto es, profesoras universitarias de literatura. Esta misma versión se publicó en 1972 en el número titulado “Women Writing, Women Teaching” de la revista College English.
Tillie Olsen pasó un año estudiando e investigando sobre el tema antes de escribirlo. Aborda en estas páginas la invisibilización de las escritoras, el desprecio de la crítica hacia los temas escogidos, la autocensura y la problemática combinación entre creación y maternidad, entre escritura y cuidados.
Lo hace a través del examen de la vida y el trabajo de las escritoras del siglo XX, ciñéndose, sobre todo, a la prosa escrita en lengua inglesa.
En este brevísimo ensayo Tillie Olsen anima a las mujeres a escribir, a dejar de lado los temores y limitaciones que las silencian. Para que “el número de escritoras aumente hasta quedar a la altura de nuestra capacidad innata”.
Tillie Olsen, Silencios, 2022. Las afueras. 136 páginas. 13,95 €