Erik Thor Sandberg: la belleza defectuosa

Danielle Cruz Por Danielle Cruz
2 Min lectura
Interesado por las cosas muertas, el vintage y los desnudos, el artista americano explora los entresijos más oscuros de la psique humana

La comodidad de la belleza combinada con la inquietud que provoca la búsqueda de un ideal son los temas principales de la obra de Erik Thor Sandberg (Quantico, 1975). El artista dialoga con diferentes tradiciones, de lo renacentista al surrealismo pop, garantizando que la excelencia técnica contraste con las narrativas que expone.

Esto puede suponer el rechazo de los más puristas, pero desde luego no deja a nadie indiferente. Erik Thor invita a una reflexión sobre los estándares sociales a la vez que utiliza todo un armazón simbólico para enfrentarnos también a diferentes mitos y escenarios donde lo que está en cuestión es la psique humana.

Naturaleza, animales y objetos se estructuran en una simbiosis cuyo resultado es un relato a fantástico a descifrar. Su obra, llena de teatralidad, monstruosidades, amputaciones y agujeros, van más allá de la interioridad solipsista y nos pone de lleno en un escenario constructor de intersubjetividad.

Abajo, una pequeña muestra del increíble trabajo de Erik Thor Sandberg y las animaciones de su obra hecha por el artista turco Yasin Arıbuğa.

Para más información, sigue al artista en su página de Facebook.

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Es editora de elemmental. Doctoranda en Comunicación. Estudió Edición y Filosofía. Amante del arte y los nuevos medios. Estuvo antes en el Cultura/s del diario La Vanguardia.