Estefanía Martín Sáenz: «Bordar amansa a las fieras»

María von Touceda Por María von Touceda
15 Min lectura
La artista nos habla de sus proyectos, inspiraciones y su experiencia trabajando con textiles

Estefanía Martín Sáenz (Bilbao, 1982) cautiva a los espectadores con sus delicados trabajos sobre telas estampadas en los que pinta y borda escenas que van más allá de la narrativa de una ilustración.

En sus diferentes series aborda temas relacionados con la literatura, feminismo y planteamientos existenciales tan importantes como la muerte.

Estefanía Martín Sáenz revaloriza el tiempo trabajado hasta convertirlo en tesoros que transcienden su propia belleza en pro de una reflexión estética sobre sus inquietudes. Aunando belleza y talento, logra sumergirnos en un mundo donde, a través del preciosismo, toca temas inmanentes a la deriva humana.

Conversamos con ella sobre su vida y obra.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, No pienses tanto, 2018. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Tu obra y lo textil siempre van de la mano. ¿De dónde viene esa productiva fijación por las telas?

R. Pues de mi madre, ella es costurera y de siempre nos ha hecho la ropa. Íbamos a comprar las telas al casco viejo y nos pasábamos, lo que para mí eran horas, un buen rato mirando muestrarios de telas. A día de hoy lo sigo haciendo pues es parte del proceso de trabajo, elegir la tela. Gracias a mi madre sé cómo tienen que ser las telas, el entramado, el acabado de la misma e incluso el tipo de estampado. Puede parecer una tontería pero a la hora de trabajar sobre una u otra tela puede arruinarte todo el trabajo que has realizado sobre ella.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Lujo y luto I, 2017. Técnica mixta sobre tela estampada. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Las flores también tienen mucho peso en tus obras, sobre todo en tu serie Lujo y luto. ¿Qué tipo de emoción crees que suman a la estética de tu trabajo?

R. Los diseños de las telas estampadas que compro están muy limitados. O bien flores o plantas o imágenes campestres de ahí que la flor sea un elemento siempre presente en mis obras. No reniego de ellas, pero sí que me gustaría en un futuro hacer mis propios estampados. Pero en Lujo y luto en cambio eran básicamente esenciales al elegir el Bodegón con flores de Arellano.

Estos estampados de flores suelen ser bonitos, bucólicos y muy agradables a la vista, y lo que a mí me gusta hacer es romper esa belleza como rompo el patrón de su dibujo. Trampantojos, borrar el estampado, alterar la repetición del patrón. Intento hacer algo para que cuando el espectador vea la obra le chirríe de alguna forma y que no sepa muy bien qué es lo que he hecho y qué he dejado sin tocar.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Conviérteme, 2011. Acrílico sobre tela, 200 x 150 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Llorar es un tema recurrente en muchas de tus obras. ¿Qué te evoca el llanto para darle tanto protagonismo?

R. Llorar ese sentimiento que vale tanto para un momento bueno como para uno malo. Puede que sea el sentimiento más versátil de todos y lo utilizo por el simple hecho de que que te salga agua de los ojos es bastante curioso. Tenemos dos conductos de los que nos sale agua para expresar lo que nos ocurre, para mí una locura. Luego también está esa duda de si llorar es síntoma de debilidad. Yo creo que no, es más, creo que es sano (si no enquista). Es cierto que algunas de las mujeres que dibujo lloran de forma desmesurada, como en la canción Cry Me A River de Ella Fitzgerald, pero también alargan sus brazos de maneras imposibles y de sus ojos brotan llamas y humo.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Lloronas de Krampus, 2017. Técnica mixta sobre papel. 50 x 32,5 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Tus delicados bordados, además de ser a la vez tan precisos como preciosos, también hablan de un proceso de trabajo que se alarga en el tiempo. ¿De qué te sirven, como autora de los mismos, todas esas horas que pasas bordando?

R. Bordar amansa a las fieras, es la frase que siempre digo. Yo no sé bordar, nunca de un curso ni nadie me enseñó, soy autodidacta total. Si tengo alguna duda tiro de Youtube, benditos tutoriales. Pero es que para mí bordar es como dibujar pero con hilo y cuando el bordado es más amplio es como pintura. Parece imitar al dibujo y a la pintura pero con otra piel. Me encanta el momento de planchar el bordado, los hilos se juntan y se alisan. ¡Queda perfecto! Cuando lo hago con hilos metalizados parece orfebrería.

Me puedo pasar más de cuatro horas bordando sin problema. Se vuelve mecánico y en otras es como dibujar a mano alzada. Al pasar tanto tiempo me da para mucho. Al principio puede que piense en cómo seguir bordando e imagino cómo quedará cuando termine, después cuando el proceso se alarga mi mente se va quedando en blanco y lo único que pienso es en: una hebra más y lo dejo. Pero no, sigo. Es frustrante después de pasar una barbaridad horas bordando ver el poco trabajo adelantado. Pero así es. Y paro cuando mi cerebro empieza a pensar en las cosas que tengo que hacer cuando llegue a casa o cuando dejo de notar mi espalda. En resumen: es desconectar de todo.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Corre, 2019. Técnica mixta sobre papel, 50 x 70 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. También tienes series relacionadas con escritoras, como Emily Dickinson o personajes femeninos de la literatura como brujas, princesas y demás, que se convierten en una suerte de microrrelatos. ¿En qué medida crees que está relacionada la literatura con lo que tú aportas como artista?

R. Pues van de la mano. Me encanta leer. Y muchas veces me expreso fatal cuando hablo y también como puedes ver cuando escribo. Me como palabras o directamente el verbo que quiero poner no me sale, me bloqueo. Pero cuando escribo esos microrrelatos es diferente, todo fluye y no me faltan las palabras. Por eso estos minicuentos me ayudan a expresarme y a contar lo que quiero decir.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Dibujos literarios, Marcela I, 2016. Técnica mixta sobre papel. 50 x 50 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Reivindicas el feminismo a través de lo femenino, frente a lo que no hace mucho era lo contrario: recoger actitudes, gestos o estéticas masculinas y hacerlas nuestras. ¿Qué significa para ti este liberador cambio de paradigma?

R. En mis primeros años de facultad renegaba del feminismo por falta de conocimiento. Pero es interesarte por algo, leer y ¡voilà! Fíjate cómo cambia la historia. ¡Lo que hace leer! Y esa negación, esa falta de conocimiento, solo alimenta al miedo. Por eso cuando ves que ser feminista no es lo que te han hecho creer cuatro seres con miedo a los cambios pues es, como dices, liberador. Lo que sí da miedo es lo que está pasando con la extrema derecha porque los derechos hay que protegerlos. El feminismo es lo que es y no se le puede poner etiquetas. ¿Eres feminista y femenina? ¡Estupendo!

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Máscara 5, 2018. Técnica mixta sobre papel. 50 x 35 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué opinión te merecen las exposiciones solamente de mujeres artistas?

R. Por desgracia necesarias. Es triste ver los porcentajes en ferias, exposiciones, jurados, comisarías de mujeres participantes. Pero puede que también sea un arma de doble filo.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Las Leonas, 2018. Técnica mixta sobre papel. 35 x 50 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cómo te preparas para trabajar?

R. Llego al estudio a las 10 de la mañana y dependiendo el día me quedo allí o paro y me voy a comer a casa. Mi estudio es un piso chiquitín e interior así que luz hay poca pero en verano se está muy bien. La luz que entra es perfecta y se está fresco. Chanel, mi gata vive ahí, es su palacete y a mí me deja trabajar. Nos echamos unas buenas siestas juntas, ya es mayor y se pasa casi todo el día en modo ceporro. Me pongo música/radio pero también enciendo la tele, no la hago mucho caso pero me gusta tener un murmullo de gente hablando y no tener que prestar atención. Y en verano los vecinos me amenizan los días con discusiones, folleteo, llamadas telefónicas y sesiones de música de los años ochenta. Para las 21:30 recojo y me voy a casa.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Skoromati, 2016. Técnica mixta sobre papel. 50 x 32,5 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cuáles son tus referentes artísticos?

R. Victoria Civera fue de las primeras artistas que me hizo investigar estando en la facultad Óscar Alonso Molina y gracias a ello descubrí su gran trabajo. Amy Cutler es una locura. La descubrí investigando sobre mujeres artistas y el dibujo. A los pocos meses pude ver sus obras en el Museo Reina Sofía, una delicia. Balthus, Marcel Dzama admiración pura. Y en arte textil, Anni Albers por ser pionera en el uso del tejido visto como arte. Michelle Kingdom, sus obras me recuerdan a Amy Cutler pero en bordados.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Las flores son para el cementerio I, 2018. Técnica mixta sobre tela estampada. 150 x 120 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué le aconsejarías a alguien que, en los tiempos que corren, decide ser artista?

R. Que trabaje mucho, que su obra la mueva por un sin fin de concursos, becas y demás. Y paciencia que tenga mucha paciencia. Es duro porque seguramente tendrá que trabajar en algo que no le interesa mucho para poder hacer frente a los gastos del día a día y dedicar el poco tiempo que le queda para realizar sus proyectos y eso quema mucho, agota. Pero mira, yo lo he conseguido, después de 12 años trabajando 8 horas diarias de lunes a viernes, lo dejé.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Sígueme, 2019. Técnica mixta sobre papel. 50 x 70 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Dinos alguna faceta del arte para la que piensas que no os preparan en Bellas Artes y crees necesario que así fuese.

R. Desenvolverte en este mundo. Saber cómo actuar ante un galerista y mostrarle tu obra. Defender tu trabajo ante una crítica de arte/comisario/espectador. En resumen que te preparen para lo real y saber hacer un buen proyecto.

 

 

 

Estefanía Martín Sáenz, Máscara 2, 2018. Técnica mixta sobre papel. 50 x 35 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué proyectos tienes entre manos de los que nos puedas hablar?

R. En abril me voy, bueno más bien mi obra, se va a ArtLima. En mayo parte de la obra Lujo y luto se va a Lisboa y en septiembre expongo en el Centro de Arte de Alcobendas con un proyecto nuevo.

 

 

Puedes descubrir más obras de Estefanía Martín Sáenz en su página web o en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.