Hilma af Klint: cuando la ciencia y la mística se convirtieron en abstracción

Miriam Varela Por Miriam Varela
11 Min lectura
Un repaso por la fascinante historia de Hilma af Klint, la pintora sueca más destacada, con un legado de más de mil obras realizadas entre pinturas, bocetos y retratos

Si imaginamos el nacimiento del arte abstracto no debemos hacerlo pensando en un pintor frente a un lienzo en blanco. Debemos hacerlo con una mujer descalza pintando sobre un gran papel en el suelo. Aunque esto tampoco es preciso.

Las primeras obras abstractas de gran formato nacieron así. Pero antes Hilma af Klint (Solna, 1862 – Danderyd, 1944) ya había realizado algunos lienzos, numerosos dibujos, bocetos y anotaciones en sus cuadernos que no atendían a ilustrar el mundo que nos rodea sino que intentaban explicar conceptos más complejos.

En 1907 la infancia era niños, juguetes, madres. La juventud eran fiestas, amores, trabajo; y la vejez, arrugas. Para Hilma af Klint, en 1907 las etapas de la vida eran enormes formas de color plano, líneas y símbolos sobre fondos de tonalidades muy concretas: azul para la infancia, juventud naranja, edad adulta en rosa.

 

Hilma af Klint, Serie SUW UW, Grupp IX SUW, nº 1., El cisne, nº 1, 1915 © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

Formación e inconformismo

 

Podemos considerar a Hilma af Klint un genio de la pintura al estilo clásico renacentista. Genio en el sentido de persona ilustrada que domina todos los campos del saber. Este conocimiento de las artes y las ciencias es consecuencia de su legado familiar.

Hilma nació en 1862 cerca de Estocolmo en una familia de la aristocracia sueca. Es hija de un almirante preocupado por su educación. Por lo que además de acudir a una escuela «para señoritas», cuando llegaba a casa Hilma recibía clases de matemáticas, astronomía y navegación.

De hecho, esta base de conocimiento científico le dió la soltura necesaria para en su edad adulta acercarse a las teorías de la relatividad, comprender los fenómenos físicos como la radiación y, lo que es más importante: pintarlos. Pero vamos paso a paso.

Cuando cumplió 20 años, Hilma af Klint se matriculó en la Real Academia de Bellas Artes de Suecia formando parte de uno de los primeros grupos de mujeres que reciben formación completa en esta academia. Con anterioridad, las clases de anatomía, por ejemplo, no estaban permitidas para las alumnas.

En ellas, Hilma comenzó a destacar sobre sus compañeras ya que era una gran retratista con unas capacidades para captar la personalidad de los modelos que posaban ante ella y porque, saltándose las reglas, realizó estudios integrales eliminando la sutil tela que cubría sus genitales.

Poco a poco fue ganando notoriedad hasta convertirse en una gran pintora, famosa por sus retratos. Trabajos que le permitieron ser económicamente independiente entre 1887 y 1905. En estos años también destacó por sus paisajes.

 

 

Hilma af Klint, Estudio de pájaro, 1919 © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

El nacimiento de la abstracción

 

Como muchas personas de la alta sociedad, Hilma se inició en el espiritismo, una práctica mainstream a finales del siglo XIX. En 1896, realizó las primeras anotaciones del grupo Las Cinco: un grupo de amigas que se reunía para realizar sesiones espiritistas en las que practicaban la escritura y el dibujo automático.

De hecho, es a raíz de las experiencias vividas en estas sesiones cuando, en 1906, creó su primera serie de pinturas abstractas: Grupo I, Caos Primordial (1906-1907).

 

Hilma af Klint, Caos primordial nº16, Grupo I serie WURosen, 1906-1907 © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

En estos pequeños cuadros en los que predominan las tonalidades azules, verdes y amarillas representan el nacimiento del mundo. Igualmente, el color está lleno de significado en la obra de Hilma af Klint correspondiéndose el azul a la mujer y el amarillo al hombre. La artista alternó la realización de estas pinturas con su trabajo como ilustradora científica para el Instituto Veterinario.

Inició en 1907 su gran obra. Las Pinturas para El Templo son varias series de cuadros que pinta, según nos relata en sus escritos, guiada por espíritus superiores. Entre 1907 y 1908, pintó 111 cuadros lo que nos demuestra la gran capacidad de creación y producción de la autora. Son obras de un enorme formato (más de dos metros de alto) en los que refleja conceptos abstractos con formas orgánicas de colores sobre fondos neutros.

Este es el caso de Grupo IV, nº 2. Los diez mayores, Infancia 1907  en el que vemos círculos, formas ovaladas y estructuras florales sobre un fondo azul claro.

Estas obras no se asemejan a nada pintado anteriormente en la Historia del Arte. Comienza aquí la construcción de un camino nuevo, el camino de la abstracción que la pintora construye a la vez que lo recorre siendo pionera de esta tendencia artística.

 

Hilma af Klint, Grupo IV, nº 2. Los diez mayores, Infancia, 1907. Temple sobre papel rayado sobre lienzo © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

Lo que no vemos

 

A partir de 1912, tras un parón creativo de 4 años, la artista retoma la producción de obras con la intención de mostrar lo que el ojo no es capaz de ver. Así, la artista se propone hacer una traducción de la naturaleza y los fenómenos invisibles al ojo humano.

Podemos encontrar en su obra representaciones de las ondas de radio, la radiactividad, la teoría cuántica o incluso la teoría de la relatividad y el átomo.

Conceptos científicos muy avanzados alrededor de los cuales puede reflexionar gracias a la completa educación recibida cuando era pequeña. Igualmente, las partículas atómicas en particular tuvieron gran importancia en su pintura y en su forma de vida dedicándoles una serie entera de obras y numerosas reflexiones en sus cuadernos.

 

 

Con el fin de crear una obra que sea fuerte y poderosa, me he visto obligada a renunciar al deseo más querido de mi juventud: ser capaz de reproducir la forma exterior y el color1

 

 

Hilma af Klint realizó numerosos estudios de la naturaleza intentando disolver los límites de lo que entendemos por realidad, lo que el ojo ve frente a lo que realmente existe en un plano más amplio, atómico, científico, espiritual.

Dibujos de plantas, flores y animales de gran naturalismo acompañados por una pequeña «traducción» a otros espectros de la realidad. La serie El cisne es un ejemplo de esta capacidad de síntesis (o reinterpretación).

 

Hilma af Klint, HaK157, Grupo IX, Series SUW, El cisne, 1915 © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

Además, en esta serie nos muestra a veces la figura del ave de una forma realista y en numerosas ocasiones la reinterpretación de la misma en conceptos geométricos A veces contraposiciones de círculo, a veces composiciones más complejas. De este modo, podemos entender estas obras como creaciones de una científica de la imagen que busca mostrarnos la realidad que nuestro cerebro no es capaz de percibir con la vista.

Conceptos más espirituales son los que recoge en su serie de las grandes religiones en las que intenta captar conceptos esenciales de las creencias populares.

Un ejemplo de esto es su obra Nº 3b. La posición de judaísmo y el paganismo (1920), un óleo sobre lienzo en el que podemos ver un circulo negro con un óvalo blanco en su interior. En la zona inferior un pequeño agujero en ambas figuras deja ver el fondo del lienzo en un color neutro.

 

Hilma af Klint, No. 3b. La posición del judaísmo y el paganismo, 1920. Óleo sobre lienzo © Stiftelsen Hilma af Klints Verk

 

Así, la obra de Hilma af Klint cuenta de por sí con un halo de misterio por los conceptos que trata. A mayores, el hecho de haber permanecido oculta tras su muerte en 1944 durante 20 años por expresa petición de su autora, la convierte en una producción única.

Un rara avis en el arte. Una obra que se adelantó a los postulados abstractos de Kandinsky pero que comienza a reivindicarse a principios del siglo XXI y que todavía está siendo introducida en la narrativa de la Historia del Arte.

 

Referencias y enlaces de interés:

 

  • Fundación Hilma af Klint
  • Exposición de Hilma Klint en el Museo Picasso de Málaga
  • Díaz Bucero, J. y Sánchez Pérez, Mª. D. (2015): Hilma af Klint. ¿Ahora?. Arte y Movimiento, 12, 26-39.
  • Halina Dyrschka & Eva Illmer, Halina Dyrschka. (2020). Beyond the Visible: Hilma af Klint. Ambrosia Films.
  • Sarriugarte-Gómez, Iñigo (2019) Mediunismo y arte. El caso de Hilma af Klint: de la mano dirigida a la mano intuitiva. La Colmena, 102, 85-103.
  1. Dyrschka, H (2019): Beyond the Visible – Hilma af Klint. Documental. Alemania-Suiza-Reino Unido
Compartir este artículo