Jose Luis Ochoa: «El mundo está cambiando y la mayoría solo se preocupa por cosas insignificantes»

María von Touceda María von Touceda
15 Min Lectura
El artista nos habla de su interese por diferentes materiales, sus viajes por el mundo y su proceso creativo

Jose Luis Ochoa (Santander, 1974) es un artista que baraja conceptos como la memoria y la historia, junto con la experimentación de las diversas materias que utiliza, entretejiendo un discurso muy personal sobre su forma de ver el mundo.

La obra de Jose Luis Ochoa está muy cercana a la poesía: las imágenes que proyecta hablan de sus intereses pero son inevitablemente reinterpretadas por el espectador bajo la cadencia que con la que el propio artista las ha creado.

Su trabajo es una reflexión sobre la vida y sus porqués a través de la memoria colectiva de lo que pudo ser y no fue, y sobre lo que puede llegar a ser.

Doctor en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, está también muy influenciado por los viajes que realiza donde la inmensidad de los paisajes lo abraza en una suerte de romanticismo del que saca el máximo partido.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, A place beyond the end. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué peso emocional tiene la memoria en tu trabajo?

R. La memoria siempre ha sido un referente en todos mis proyectos. Es un material con el trabajar e investigar. No tan solo en relación al pasado sino hacia el presente y el futuro. Es un lugar en el que siempre me gusta indagar tanto donde se unen la memoria histórica, la memoria del otro y por supuesto la memoria personal. La memoria es como una biblioteca compleja en la que navegar sin saber muy bien el destino.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, The opacity of memory, 2014. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Por qué esa fijación con Europa del Este?

R. Mis proyectos se basan en gran medida en mis experiencias y una de las más importantes son los viajes. En los viajes conoces y te conoces. Son una fuente inagotable de conocimiento.
Europa del Este fue un poco por casualidad. Siempre me ha interesado mucho la Historia. Las experiencias radicales, sus causas y consecuencias. Cuando fui a ver Auschwitz (Polonia) buscando la memoria de la Segunda Guerra Mundial. Una vez, visitando Polonia (Auschwitz) Me llamo la atención la arquitectura y la atmósfera de ese otro mundo en cierta medida olvidado y desfasado. Me recordaba casi a mi infancia, esos recuerdos que visualizamos en gris. De ahí empecé a relacionar todo ese ambiente y territorios como algo personal. Me interesó mucho y a partir de ahí decidí visitar otros países del mismo estilo como Rusia, Ucrania…

 

 

 

 

Jose Luis Ochoa, Road to Nowhere, 2014. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué valores estéticos crees que aporta el polvo de hierro y su oxidación a tu discurso?

R. La transformación del hierro en mis obras tiene dos fundamentos o vías: una el hecho de la transformación de un material, el paso de un estado a otro. Un carácter, si se quiere, un tanto alquímico o energético. Y, por otro, el del hierro como material simbólico de un mundo perdido como fue la cortina de hierro en el este de Europa.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, Silent Blocks. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuándo descubriste el cine de Tarkovski y de qué manera incidió en el devenir de tu trabajo?

R. Lo descubrí en la Universidad. En la facultad de Bellas Artes de Bilbao. Un profesor de semiología nos ponía ejemplos de diferentes artistas para sus explicaciones y un día surgió Stalker y otro Solaris. A partir de ahí me interesó el personaje y su obra. Un pintor que hacia películas, su trabajo con la memoria, la melancolía y esa búsqueda del interior humano.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, A place beyond Earth. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tus obras destilan una soledad muy cercana al abismo. ¿Qué significa para ti este estado mental?

R. Al final uno es él mismo cuando está solo. Si no te conoces a ti mismo es muy difícil proyectar hacia afuera. Yo intento todos los días conocerme un poco más. El trabajo en el estudio, la lectura y sobre todos los viajes son un aprendizaje en este sentido. A mí me interesa ese punto donde nos vemos en el límite, alejados de nuestras comodidades diarias, me gusta el paisaje extremo, desolado, que es el que nos devuelve a nuestra mirada original como especie. Lo radical en el sentido que nos conlleva a la raíz, al fondo de nosotros mismos. Mis obras son un reflejo de esto.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, Verloren (Olympia), 2015. Cortesía del artista

 

 

 

P. Hace poco te doctoraste en Bellas Artes. ¿Cuál ha sido el tema de tu tesis?

R. Sí, este invierno acabe mi tesis doctoral: Materia y trascendencia en la pintura. Una aproximación personal a las experiencias radicales contemporáneas. El trabajo viene dado por la propia investigación y su desarrollo a lo largo del tiempo. Los conceptos principales han sido: lo matérico, porque es el eje central de mi practica artística, el estudio de la materia. Junto a esto, siempre he tenido un interés especial por aquello que se puede entender como de difícil explicación como es lo trascendente o lo inmaterial. Y después, las experiencias radicales que son aquellas experiencias que llevan al hombre a sus límites, como pueden ser las guerras, los desastres nucleares, etc. En el fondo ha sido un trabajar con la contradicción. Una paradoja poética en torno al estudio de lo material e inmaterial desde una perspectiva personal.

 

 

 

Jose Luis Ocha, Untitled (Utopia), 2015. Cortesía del artista

 

 

 

P. Eres artista y también profesor. ¿Con qué te quedas? ¿Creación o docencia?

R. Ambas, en las dos se aprende. Tanto para lo bueno como para lo malo la creación es algo personal. En el estudio estas tú solo luchando con los materiales, con las ideas y los proyectos. A veces es extraño no saber la dirección que vas a tomar, pero al final es gratificante ver cómo puedes adentrarte en algo que aparentemente no tiene un valor muy especial. Eso es lo importante del arte que en sí mismo, un trozo de tela, de arcilla o un papel no vale casi nada en sí mismo. Lo importante son sus conceptos o ideas proyectadas en ellos. En cuanto a la docencia todos los días aprendes algo, a diario tienes que resituarte y no puedes quedarte estancado. Da igual que sean niños, adolescentes o personas mayores. La docencia te hace estar despierto y atento. Además, está el valor de la comunicación.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, Subject Matter. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo te pones manos a la obra?

R. Desde hace años me he acostumbrado a trabajar cuando puedo. Por mis trabajos o la tesis, mis horarios han sido muy variables, así que me organizo por momentos, por lugares, depende. Aunque sí es verdad que es importante tener un lugar propio para trabajar, un estudio permanente en el que focalizar todas las ideas y tener los materiales. Pero, por otra parte, y por lo que hablaba de los horarios, un simple cuaderno de notas puede ser también un sitio ideal. Siempre anoto cosas, ideas o hago apuntes. Cualquier actividad artística me es interesante, aunque si es verdad que la música es vital. Siempre hay una música para un momento o un proyecto, una banda sonora personal que ayuda a que todo fluya. Al igual que imágenes, bien sean documentales, películas, etc., todo ayuda a crear un corpus de trabajo.

 

 

 

Jose Luis Ochoa, All That Is Solid Melts Into Air. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuáles son tus referentes dentro y fuera de la Historia del Arte?

R. Hay muchos, diría que son incontables pero bueno puedo mencionar algunos. En los últimos años me han interesado artistas de diferentes ámbitos. Aunque procedo de la pintura, mis raíces, no me veo como un pintor sino como un artista abierto a cualquier posibilidad: escultura, dibujo, instalación, etc. Los que más me han influido en los últimos años han sido Miroslaw Balka, Boltanski, Tacita Dean, Beuys, Smithson, Pierre Huyghe, entre muchos otros. Aunque siempre la base mi trabajo es la experiencia personal, los archivos que he ido recopilando en cada proyecto, la gente con la que me he relacionado…

 

 

 

Jose Luis Ochoa, And yet, music as if by some miracle gets through to our heart, 2015. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado del arte?

R. Habría que preguntarle a él [risas]. La verdad es que siempre que he hago exposiciones se vende y eso motiva, pero lo último que hago es trabajar para vender. Es verdad que todos necesitamos dinero para vivir, pero yo no tengo muchas necesidades, estoy acostumbrado a sobrevivir. El mercado es una cosa y el arte otra, aunque estén relacionadas.

 

 

 

Fotografía de Jose Luis Ochoa. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Crees que la construcción del Centro Botín ha incidido de alguna manera en el panorama artístico santanderino?

R. Sí. No tengo ninguna duda. Cualquier espacio que fomente la difusión y pensamiento del Arte es necesario. Claro que todos tenemos ideas personales de cómo podría ser cada cosa o cada lugar, pero desde luego que es mejor tener que no. Luego cada uno es muy libre de visitarlo o usarlo como crea correspondiente.

 

 

 

Fotografía de Jose Luis Ochoa. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué nuevos proyectos estás trabajando ahora?

R. Después del impás de la tesis, que ha sido muy grande, los dos últimos años han sido casi de clausura… Estoy otra vez focalizado en el trabajo práctico, en el estudio. A pesar del trabajo de investigación del doctorado sí que me he podido escapar en alguna ocasión. Desconexiones vitales podríamos llamarlas. Mis últimos viajes me han llevado a sitios especiales y lejanos. He estado en Sudamérica en los Andes y en Tierra del Fuego, también estuve en Islandia y hace poco estuve en el archipiélago de Svalbard en el Círculo polar Ártico. El visitar estos lugares tan extremos te da una perspectiva diferente de lo que es nuestra situación como individuos en el planeta. El ver como los glaciares desaparecen, las especies migran y que casi nadie hace nada o se preocupa es un drama. Un desastre que esta ahí. En este contexto, me interesan conceptos como el fin del mundo, no como algo apocalíptico sino como el cambio de una era. El mundo está cambiando y la mayoría solo se preocupa de cosas insignificantes. Los conceptos del Antropoceno, los hiperobjetos (Timothy Morton), además de las expediciones míticas de la edad contemporánea, son algunos de los temas que más me interesan ahora mismo y con los ahora estoy trabajando.

 

 

Encontrarás más información sobre la obra de José Luis Ochoa en su página web y su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.