Elena Rato: «Pretendo hablar de la pintura desde ella misma, de sus procesos, enfoques y limitaciones»

María von Touceda Por María von Touceda
12 Min lectura
La artista nos habla de la importancia del gesto y la abstracción en sus obras expandidas

El arte se nutre de miradas incisivas como la de la artista asturiana Elena Rato (Noreña, 1979). Ella traza, a través de la abstracción, un complejo mundo interior que se torna público, gracias a una maravillosa factura, la cual acerca su imaginario al espectador.

La obra de Elena Rato llena de esperanza a un espectador que disfruta y entiende que la pintura continúa a pesar de los límites físicos. Al igual que cuando él abandona la exposición y el trabajo de la artista persiste en su memoria y transforma a este en otra persona diferente a la que era antes de la visita.

La artista configura una especie de cosmovisión interior para explicar al público diferentes maneras de ver la pintura y plasmar magistralmente, a través de sus formas gestuales, los frutos de su bagaje como artista.

Licenciada en Bellas Artes, con la especialidad de pintura, por la Universidad de Salamanca, completó sus estudios en la Universidad Politécnica de Valencia en el ámbito de la escenografía. Actualmente compagina su trabajo como artista con la docencia.

 

 

 

Elena Rato, Soft Shot, 2014. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿A qué remite este «salirse del marco» del que haces gala en muchas de tus obras?

R. Esta necesidad comienza hace años, de la mano de las manchas negras que denomino «marañas». Introducidas en un principio, en 2005, de manera sutil, poco a poco han ido creciendo como si lo hicieran por cuenta propia, densificándose y variando plásticamente de lo geométrico a lo orgánico, ocupando cada vez una mayor superficie sobre el lienzo y llegando incluso a rebasarlo. Surge aquí la intención de conectar unas pinturas con otras y de ocupar el espacio expositivo de una manera más rotunda, por ello me gusta utilizar la etiqueta «instalación pictórica» para definir estas obras expandidas.

 

 

 

Elena Rato, El límite y el reflejo, 2018. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Existe alguna relación entre la elección de tu paleta cromática y ciertas emociones o idiosincrasias?

R. Sí, absolutamente y cada vez de forma más patente. La utilización de una gama cromática reducida propició desde los inicios un mayor enfoque en cuanto a las formas y a la composición. Actualmente hay series que reiteran en el uso del negro junto a amarillos y rosas, se podría decir que son «marca de la casa». Especialmente patente queda en las series Rosa sobre negro, Pink choice o Yellow choice donde la silueta que configura las manchas rosas o amarillas procede de una acumulación de imágenes artísticas elegidas desde Instagram por incluir elementos con estos matices. Las imágenes son extraídas de su contexto y tratadas digitalmente para configurar un solo elemento-mancha. Me interesa especialmente el color rosa, generalmente asociado a lo etéreo, lo dulce y lo agradable, al amor, la inocencia y lo femenino; realizando una apropiación del color en tono irónico y devolviendo una visión fortalecida, despojada del «aura débil».

 

 

 

Elena Rato, Capricho metapictórico, 2018. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué te ha llevado hacia el camino de la abstracción frente a lo figurativo?

R. Ha sido un proceso natural, la propia pintura me ha llevado por ese camino. Partiendo en los años de formación de una figuración distorsionada que remitía a fotografías propias o encontradas, después los referentes de la realidad se fueron desdibujando cada vez más. Sin embargo, hay determinadas series, como Realismo psicótico actual o la serie Rosa sobre negro ya nombrada, en las que ha habido alguna incursión figurativa.

 

 

 

Elena Rato, Risas, 2011. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué importancia tiene el gesto en tus obras?

R. El gesto es uno de los elementos clave en mis creaciones. La expresividad de mi pintura gestual ha ido evolucionando hacia una «gestualidad contenida», depurada y transformada en simulación. El gesto no está aplicado directamente, sino imitado. Mediante un discurso metapictórico y autorreferencial pretendo hablar de la pintura desde ella misma, de sus procesos, enfoques y limitaciones.

 

 

 

Elena Rato, Los límites del gesto II, 2018. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué valores genera el dripping en el discurso de tu trabajo?

R. Como decía anteriormente, tanto brochazos como goteos son simulados. Dibujados de manera mimética sobre la superficie del lienzo, imitando su contorno y variando el proceso natural de esta forma de expresión.

 

 

 

Elena Rato, De la volatilidad en el gesto, 2019. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cómo te preparas para trabajar?

R. Lo primero es poner la música y tanto en el estudio, pintando, como en los «momentos de limpio», pegada a la pantalla del ordenador, me parece esencial. Diferencio bastante estos dos momentos, la parte de limpio la realizo en casa, generalmente por la noche, para aprovechar la luz natural para pintar. Con la música me suelo enfocar en un determinado estilo o artista largo tiempo, de hecho, preparando la individual para Furiosa Gallery he estado escuchando durante semanas a Tommy Guerrero. Otras veces me da por escuchar conferencias o charlas que encuentro en la red, con temas de lo más dispar; Claudio Naranjo, experto en psicología Gestalt, o temas de física cuántica aplicada al desarrollo humano con J. P. Garnier Malet.

 

 

 

Elena Rato, Doble seriación de gesto anterior (Vómito pictórico). Parte I y II, 2016. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué te hubiese gustado aprender en la facultad de Bellas Artes que no te han enseñado allí y luego has necesitado saber?

R. Por ejemplo, la parte informática. Tuve que aprender a manejar a posteriori programas de retoque fotográfico, dibujo vectorial, maquetación, etc. y ahora son herramientas fundamentales para mí. Cuando estaba en Bellas Artes justo se estaba realizando el cambio en asignaturas aplicadas al diseño ya que el uso de ordenadores no estaba ni mucho menos generalizado hasta entonces. Todo se hacía «a patita» como decía uno de los profesores de diseño gráfico de la Facultad de Salamanca.

 

 

 

Elena Rato, (Exterior, Noche) VI, 2019. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?

R. Los Referentes son numerosos y muy variados, a lo largo de los años voy añadiendo nombres al sustrato. En la facultad recuerdo mi fascinación por las fotografías en blanco y negro de Joel-Peter Witkin. Parece que en una primera etapa me atraía sobre todo un tipo de imagen violenta que abarcaba desde las pinturas negras de Goya, las performances de los accionistas vieneses, pasando por las esculturas de los Hermanos Chapman, Cindy Sherman y sus Film Stills. Luis Gordillo, ¡Francis Bacon!, los expresionistas abstractos americanos, Arnulf Rainer, el informalismo, Hokusai, las performances-danza de La Ribot, Louise Bourgeois, el arte bruto y, por supuesto, Ángela de la Cruz.

 

 

 

Elena Rato, Crónica en 3 pasos. Vista de la instalación, 2016. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te ha impactado más?

R. Como siento especial debilidad por el trabajo de Ángela de la Cruz, me fascinó su exposición Homeless en el CGAC de Santiago de Compostela que visité en 2019.

 

 

 

Elena Rato, Sinergia estética I, II y III, 2014. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?

R. Se me ocurre que esto no puede atajarse si no es desde la base y desde la educación. Todo cambio social necesita sus procesos y hasta que no haya una igualdad real en todos los ámbitos de la sociedad tampoco lo habrá en el arte, por más que se presuponga una mentalidad abierta, culta y avanzada en el mundo artístico.

 

 

 

Elena Rato, Gesto contenido sobre fondo altivo. Variación II, 2018. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?

R. En los últimos años ha ido acrecentando esta relación, sobre todo con una mayor incursión y continuidad en ferias. Valoro muy positivamente la posibilidad de estar representada y de trabajar con 3 galerías: Arancha Osoro en Asturias, Furiosa Gallery en Madrid y The Americas Collection en Estados Unidos, Miami.

 

 

 

Elena Rato, Los límites del gesto VI, 2019. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Continúo centrada en la pintura expandida al mismo tiempo que trabajo en otras líneas o series. Me interesa cada vez más que las diferentes series se «contaminen», ahora permito que lo hagan, que fluyan sin compartimentarlas tanto, dejando que se estructuren y se mezclen.

 

 

 

Elena Rato, Fluido heterótrofo, 2012. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En mundo sin arte sería…

R. Un horror, ¡inconcebible!, no puedo ni imaginarlo. No tendría sentido para mí.

 

Sometimes the canvas is not enough se puede ver hasta el día 12 de marzo de 2020 en la Furiosa Art Gallery, Madrid. Elena participa, además, en Art Madrid’20 y Urvanity Art 2020.

Puedes ver otras obras de Elena Rato en su página web y en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.