Mono Cieza: «Es en el inconsciente donde están las semillas de mi trabajo»

María von Touceda María von Touceda
15 Min Lectura
El artista nos habla de su imaginario y proceso creativo

Los sueños siempre han sido una gran fuente de inspiración para el arte y la literatura. Y eso lo sabe muy bien Mono Cieza, artista argentino establecido en Barcelona, que actualmente se dedica a la realización de escultura en diversos materiales y combinaciones, como resinas, cerámica y bronce.

De esta manera, el artista crea un universo que transciende por su propia idiosincrasia. Se trata de una mitología personal con la que el público disfruta de las ensoñaciones del artista.

Existe algo de magia en la creación de este particular elenco de personajes, un estado de gracia que permite introducirte dentro de un sueño elaborado con lo mejor de cada mundo: la fantasía de los sueños y la fantástica ejecución palpable de las obras.

Mono Cieza no se abandona del todo a lo real, logrando así conjugar de una manera magistral dos mundos aparentemente antagónicos. «Los sueños, sueños son», que decía Calderón de la Barca, si tú permites que solo sean sueños, añade la firmante.

Ha desarrollado su trabajo a través de diferentes disciplinas: estudió composición musical en la Facultad de Bellas Artes de la Plata (Argentina), y ha realizado música para cine. En Barcelona estudio guión cinematográfico y realizó cortos de animación en stop motion. Ha estudiado técnicas escultóricas en la Scola Llotja de Barcelona.

Sus esculturas han sido expuesto en galerías y ferias de arte en Europa y EEUU, como Fousion Gallery (Barcelona), La Luz de Jesus Gallery (Los Angeles), Archenemy Art Gallery (Filadelfia), 3 Punts Galería (Barcelona), Pretty Portal Gallery (Alemania), Art Madrid (España), Cologne Art Fair (Alemania), Moniker Art Fair (Londres), Urvanity Art Fair (Madrid) y SCOPE (Basel, Suiza).

 

 

 

Mono Cieza, About the Future I y II, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. Tus esculturas son personajes zoomórficos con rostros humanos o personajes antropomórficos con rostros animales ¿de dónde parte esta mitología?

R. Parte de la necesidad de indagar en lo animal, en la naturaleza, y en los vínculos los que tuvimos y tenemos con ambos, hasta donde somos todo ello, dónde está esa electricidad, esa materia que nos unifica. Mitología como una forma de juego sobre el carácter sobrenatural, mitología con su propio código místico y sus superhéroes mitad bestias mitad humanos para abordar lo espiritual.

 

 

 

Mono Cieza, El Lenguaje de las Hojas, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Son los torsos desnudos un atributo de la libertad?

R. Creo que son más que nada una cita de la sexualidad, que es el lugar donde juegan, se conjugan y se enfrentan nuestras condiciones de humano y animal.

 

 

 

Mono Cieza, Malambo, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué peso crees que tiene lo onírico en tu obra?

R. Lo onírico tiene un montón de peso. Es en el inconsciente donde están las semillas de mi trabajo. Muchas veces, durante el proceso creativo, no sé de qué estoy hablando hasta terminar la pieza. Aun así, cuando trato de interpretarla, muchas veces me cuesta arribar a la verdad. Y la verdad está solo en la obra, en su conciencia, en su ser hecho de forma, peso, color, dinámica, tensión.

 

 

 

 

Mono Cieza, El Juego de la Mecánica del Alma, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué materiales utilizas para dar vida a estos seres?

R. Cerámica, resinas, bronce, concreto, escayola. Muchas veces, combinados. Ahora estoy trabajando casi únicamente en cerámica. Me gusta porque es directamente hornear el barro en el que has estado modelando. Es un proceso más directo. Después hay que policromarla, desde luego.

 

 

 

Mono Cieza, Meditative Gargola (I y IV), 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Hay alguna búsqueda emocional o simbólica en la elección de tu gama cromática?

R. Sí, el acabado, ya sea en cuanto a color, textura o material completa la pieza. algunas veces la intención es más «realista» cromáticamente hablando, otras veces más sintética o artificial, pero siempre con el objeto de completar la intención.

 

 

 

Mono Cieza, Sunrise Runner, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué medida crees que han ayudado las redes sociales a dar a conocer tu trabajo?

R. Creo que las redes sociales fueron en un principio fuente de descubrimiento y de validación del arte. Sin embargo, han ido gradualmente entrando en juego otros parámetros de funcionamiento que las han hecho más sosas y chatas, con algoritmos dando preponderancia a contenidos muchas veces alejados de la calidad, y más que nada, de la diversidad. Confío en que la fluctuación de las dinámicas haga surgir nuevas opciones, porque sí: las redes sociales han sido y son importantes para mí a la hora de difundir y testear mi arte, conocer otros artistas, galerías y gente relacionada con el medio.

 

 

 

Mono Cieza, Water is Kibó, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué es para ti la belleza y dónde crees que reside?

R. Es un conjunto de coordenadas orgánicas y matemáticas en equilibrio, una conjunción de la materia y la energía generada de manera tal que nos hace vibrar el alma. ¿Dónde de reside? Creo que, en casi todo, solo que hay que poder verlo, ¡y eso a veces es difícil! Tal vez los artistas estemos para facilitar ese camino.

 

 

 

Mono Cieza, About the Future I, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Sigues alguna rutina para trabajar?

R. Desayuno, paseo con Kibó, mi perro, por el Montjuic y luego vamos al estudio. Mi estudio está en el corazón del Raval, es una edificación antigua y en condiciones… pintorescas, pero está en un ático, es grande y tiene mucha luz y ventilación, dos cualidades edilicias fundamentales para mi trabajo. Escucho música, pop rock electrónica, clásica. A veces prefiero el silencio. Es alucinante el silencio a la mañana, sobre todo los días feriados en los que todo empieza a sonar más tarde. Comparto espacio con dos artistas y amigos, Gabriel Raventos y Matt Duffin. Nos hacemos críticas y comentamos la obra. A veces trabajamos horas sin hablar. Con Peca, artista plástica y compañera de mi vida, también vemos, analizamos y comentamos arte a diario. Y discutimos sobre nuestro arte en proceso. Creo que esto sirve un montón para la construcción de la persona-artista y el entendimiento de tu obra.

 

 

 

 

Mono Cieza, Primal monkey. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?

R. El otro día volví  a escuchar la Fantasía en Do menor de Mozart, que revela cosas que la palabra no puede decir, algo muy profundo sobre la existencia, supongo, y dicho con una belleza y un manejo de la energía únicos. Eso sería un referente para mí. Lo mismo a veces y en diferentes niveles, con obras de Eleonora Carrington, de Giger, de Philip Dick, de Hayao Miyazaki, de Gus Van Sant, de Charly García de Kurt Cobain y muchas otras aparentemente inconexas entre sí, pero vinculadas por ese equilibrio de energías que describí más arriba. No sé si tengo a un artista al que admire y siga incondicionalmente, sino eventos creados por artistas que me van despertando cosas importantes en distintos momentos de mi vida.

 

 

 

Mono Cieza, Para encontrar el camino II, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. Has expuesto en muchas ciudades de diferentes continentes, ¿dónde has sentido que se valora más a los artistas?

R. No tengo tan claro de que se trate de una ciudad, o de un país, creo que depende del contexto en el que te metas, el intercambio y la empatía que se genere con el medio.

 

 

 

Mono Cieza, Conejo con traje solar, 2016. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo ves el panorama artístico de Barcelona?

R. Barcelona es una ciudad de eternas movidas artísticas superpotentes, por otro lado, con un panorama de galerías un poco apolillado. Pero han ido apareciendo galerías jóvenes con una apertura de concepto más amplio y con una decisión de apostar por nuevas cosas. Eso está bueno.

 

 

 

Mono Cieza, Sagitta in Senses, 2019. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Recuerdas qué exposición, de todas las que has visitado, te ha impactado más?

R. Visitar Colección Solo ha sido de lo más impactante que en este año.

 

 

 

Mono Cieza, Guardianes-Observers, Mono, 2014. Cortesía del artista

 

 

 

P. Si sólo pudieses comprar una obra de un artista coetáneo, ¿de quién sería?

R. Mmmm, no sé, de muchos… Hay un artista holandés que combina escultura y música, Lars Dietrich. Me atrae mucho su trabajo, creo que debe de ser muy divertido tener una obra suya y jugar con ella en casa.

 

 

 

Mono Cieza, Bosc-eyes-Negres, 2018. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?

R. Lo veo como un problema muy de base y que excede el mundo del arte, que creo que se mejoraría con la educación. Critica y criticista, como decía Paulo Freire. Que cada persona pueda ser critica a la hora de juzgar un artista, darle el lugar adecuado o pagarle lo que debe de cobrar, indistintamente de que sea hombre o mujer.

 

 

 

Mono Cieza, Kibó to Terra, 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado artístico?

R. Bien. Buena. Puedo vivir de mi trabajo como artista. Exhibo mi trabajo en galerías y en ferias de arte. Luego hay un sector del mercado del arte, que tiene que ver con la pirotecnia especulativa y los polígonos industriales almacenando obra, que me cuesta entender y con el cual creo que no tengo mucha relación.

 

 

 

Mono Cieza, La Resaca de los diablos, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué medida a afectado la covid-19 a tu producción?

R. Mucho, tal vez por esta situación de confinamiento en la que no hay atrás ni adelante, me haya servido para pararme en algún tipo de presente. Mirarme y mirar mi condición de humano. Creo que he hecho zoom sobre el hombre, sobre nuestra fragilidad como especie, nuestra condición de seres necesitados de artefactos para la existencia. También he pensado mucho sobre lo efímero y la continuidad, lo que quedará de nosotros, de nuestra cultura, en lo que será la «arqueología del futuro».

 

 

 

Mono Cieza, El Juego de la Mecánica del Alma-Xul (y tres de doce piezas pequeñas), 2020. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Estoy trabajando en representaciones de humanos con rasgos tribales y urbanos, y sus posibles artefactos. Las referencias a lo animal no aparecen tanto; es más el hombre con citas a su origen y su presente. Y a un posible futuro.

 

 

 

Mono Cieza, Nature of Senses, 2017. Cortesía del artista

 

 

 

P. El mundo sin arte sería…

R. Muy aburrido… ¡Nuestros cerebros se volverían piedra por falta de electricidad para empujar nuestros pensamientos!

 

 

Puedes ver más obras de Mono Cieza en su página web y su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.