Carmen García Huerta: «Esa enorme mitad de la humanidad que no está narrada tiene que narrarse»

María von Touceda María von Touceda
12 Min Lectura
La ilustradora Carmen García Huerta nos habla de sus técnicas, referencias y su visión del arte

Hay ilustradores que, gracias a la potencia del carácter que imprimen sus trabajos, se convierten en un must para cualquier marca que quiera asociar clase y elegancia a su nombre.

Carmen García Huerta (Madrid, 1975) se ha convertido en una de estos referentes en el campo de la ilustración tanto nacional como internacionalmente.

En 2014, ha sido seleccionada por Taschen como una de las cien mejores ilustradoras del mundo. Sus retratos comparten imaginario con los motivos vegetales que podemos ver en prendas, accesorios, gafas, vajillas y diseño de murales.

Sus dibujos con lápices de colores y grafito inundan las páginas de revistas y periódicos como ‘El País’, ‘Vogue España’ y ‘Elle España’. También en la publicidad de marcas como Louis Vuitton, Nivea, Yves Sant Laurent, El Corte Inglés, Max Factor, Joyerías Suárez y Custo Barcelona.

Uno de sus trabajos recientes ha sido el cartel del Festival de Cine Fantástico de Sitges. Una composición de dualismos, en la que hombre, lobo y naturaleza se complementan en un naipe. El estilo de Carmen García es delicado, proyecta una gran fortaleza volumétrica y una gama cromática que ya es parte de su sello.

Licenciada en Publicidad por la Universidad Complutense de Madrid, ella compaginó sus estudios con prácticas y encargos de diseño en agencias de comunicación. Sin embargo, pronto dio el salto a la ilustración de moda, publicidad y marcas comerciales.

Su obra se ha expuesto en ciudades como París, Shanghai, São Paulo, Barcelona, Madrid y Tel Aviv.

Hablamos con ella sobre su imaginario, técnicas, referentes y otras cuestiones que atañen al ámbito de la ilustración.

 

 

 

Carmen García Huerta
Carmen García Huerta, Campaña 8 de marzo, 2021. Ayuntamiento de Barcelona. Cortesía de la artista

 

 

 

P. En tu imaginario las plantas tiene un papel principal, ¿de dónde te viene esa pasión por las plantas?

R. Para mí misma es una sorpresa, porque nunca me habían atraído especialmente, de hecho, se me suelen morir. Tengo una hermana botánica pero no me viene en absoluto por ahí, y me crié en Carabanchel, que no es precisamente un vergel. Tampoco me interesé por las láminas científicas clásicas hasta que yo misma ya me dedicaba a ello de lleno. Yo creo que empecé a dibujar plantas porque tenía una terraza llena de ellas (cuidadas por mi novio); por pura cercanía y porque son modelos muy pacientes, me puse a dibujarlas. Y se me abrió un mundo.

 

 

 

Carmen García Huerta, Accesorios, 2020. Louis Vuitton. Editorial Vanidad. Lápiz, grafito y edición digital. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Muchas de tus ilustraciones decoran vajillas, gafas de sol y otros objetos de consumo, ¿cómo adaptas tus dibujos a estos soportes?

R. No es mucho más complicado que adaptarlo a una revista o un cartel. Lo más complejo fue la vajilla de la Cartuja. Los calcos se producen en Florencia de manera muy artesanal y pedían los artes finales en tintas directas, no en cuatricromía. Y eran bastantes, como ocho o nueve Pantones con los que había que afinar al máximo. Pero por lo demás no es más que adaptarlo a la plantilla del objeto en cuestión, que te viene dada.

 

 

 

Carmen García Huerta, Colección utopia. Joyerías Suárez. 2018. Lápiz, grafito y edición digital. Cortesía de la artista

 

 

 

P. La moda también es una parte importante de tu trabajo. Ilustras para varias marcas y revistas sobre el tema. ¿Qué crees que aportan tus dibujos a estas prendas y calzados?

R. La moda es un campo idóneo para ilustrar por su marcada dimensión estética, por eso ahí puede funcionar muy bien el aspecto ornamental y colorido de mi obra. Por otro lado, creo que el grafito aporta elegancia y contención con las gradaciones de negro.

 

 

 

Carmen García Huerta, Paradores de Chinchón, 2021. Lápiz, grafito y edición digital. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Con qué técnicas abordas tus ilustraciones?

R. Utilizo lápices de colores y de grafito de distintas durezas. Y me sirvo de la tecnología de Photoshop para la composición en capas y los ajustes finales.

 

 

 

Carmen García Huerta, Cartel oficial del festival de Sitges, 2021. Lápiz y grafito. Cortesía de la artista

 

 

 

P. Uno de tus últimos trabajos ha sido la imagen del Festival de Cine Fantástico de Sitges, ¿cómo has enfocado este encargo?

R. Fue un trabajo en equipo, porque la idea partía de la agencia de publicidad que lleva el festival desde hace años, CHINA. Para mí supuso una gran euforia que me seleccionaran, pues barajaban varias opciones. Además, hay un histórico alucinante de carteles; algunos de los setenta y ochenta son un delirio daliniano erótico-esotérico maravilloso, me hacía mucha ilusión formar parte de ese archivo.

En el boceto de la agencia ya estaba clara la idea del naipe y del hombre lobo, la dualidad día y noche, hombre y bestia, lo oculto y lo visible. Por mi parte quise evocar un poco el imaginario del cuento gótico decimonónico traído al siglo XXI. Ellos además querían que pusiera especial acento en mi empleo de las texturas para el oleaje y las pelambreras de ambos personajes, lo que para mí es un deleite y casaba con esa idea trágico-romántica. Y se resolvió en tiempo récord, a pesar de ser mucha gente interviniendo se tomaron decisiones ágiles y rápidas, fue un gustazo trabajar así.

 

 

 

Carmen García Huerta, Revista Inditex. Consumo responsable, 2021. Cortesía de la artista

 

 

 

P. También te dedicas a la docencia con cursos y talleres de ilustración, ¿cómo vives esta experiencia?

R. Es muy gratificante, aunque siempre dosificada. No tengo plena vocación de maestra, mi foco es claramente mi trabajo y mis encargos, pero es maravilloso conectar con las alumnas. Creo que mi punto fuerte está en motivar contando mi propia experiencia para que sirva de estímulo y espejo, más que en la enseñanza canónica y académica, pues soy demasiado desorganizada y perezosa para eso. La clave fundamental, aunque suene contradictorio, es enseñar a ser autodidacta, a que te iluminen los artistas afines a ti que recorrieron el camino antes que tú. Eso se descubre en soledad. Un alumno es alguien un poco perdido y un buen profesor sirve para ayudarle a encontrarse en ese camino de soledad.

 

 

 

Carmen García Huerta
Carmen García Huerta, Gucci. Vein Magazine, 2015. Grafito sobre papel. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Qué significa para ti ser influencer?

R. Para mí, influencer significa justo lo que he explicado sobre ser un buen maestro. Ojalá lo haya sido para alguien en algún momento. Desde luego, mi experiencia directa con algunas alumnas me hace pensar que sí. En cuanto al concepto influencer de Instagram, solo me provoca risa… Me acuerdo de mi hija cuando me ve haciendo unboxings o stories, que me llama influmierder y se ríe en mi cara.

 

 

 

Carmen García Huerta, Cinco jotas, 2019. Pañuelo de seda. 90 x 90 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿A qué ilustradores o ilustradoras admiras?

R. Podría decirte muchas (y muchos), pero me quedo con dos. Jeanne Detallante es mi diosa contemporánea. Y Maria Sibylla Merian mi diosa clásica. Y no he elegido que sean mujeres a propósito, sencillamente lo son. Afortunadamente este es un campo muy feminizado.

 

 

 

Carmen García Huerta, Anna Wintour, 2015. Vein Magazine. Grafito sobre papel. 30 x 42 cm. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito artístico?

R. Por supuesto, fomentar políticas de igualdad desde las instituciones es esencial. El ámbito artístico general ha estado monopolizado por los hombres como todos los campos «serios» de la existencia. Pero la ilustración se ha considerado siempre un arte menor, como la artesanía, el diseño textil, cosas de chicas. No sé por qué tejer un tapiz o un traje no entraba en la misma categoría de importancia que levantar un edificio, o bueno, sí lo sé.

Por eso creo que la estrategia es: 1 ) Plantar en la mesa el ego femenino sin culpas, como llevan haciendo ellos toda la vida. ¿Síndrome de la impostora? Basta ya. 2 ) Hacer las cosas sin más, tomar el espacio sin pedir permiso ni perdón, ni siquiera como reivindicación (que también), pero que el acto creador lo sea porque sí, no para justificar algo. Esa enorme mitad de la humanidad que no está narrada tiene que narrarse y lo hará por sí misma. Compara una maternidad de Fra Angélico y una de Louise Bourgeois. Las dos son maravillosas, pero hasta ahora solo nos habían mostrado una. Faltaba la más importante.

 

 

 

Carmen García Huerta, Año Nuevo Chino del Gallo, 2017. Joyerías Suárez. Cortesía de la artista

 

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. En un proyecto precioso con unas bodegas míticas, en el año chino del tigre 2022, en un encargo del CES y en una exposición de la que no puedo contar absolutamente nada para el año que viene. Como pista mencionaré de nuevo a Maria Sibylla Merian.

 

Puedes ver otras obras de Carmen García Huerta en su página web y en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.