Sergio Mora: «Los dogmas son enemigos de la evolución y del aprendizaje»

María von Touceda Por María von Touceda
17 Min lectura
Visitamos la exposición de Sergio Mora, ‘Welcome to the Paradise’, en Santander. El artista nos habla de su imaginario, nuevas técnicas, NFTs, encargos y la reciente paternidad

Hay que ser muy habilidoso para conjugar una multitud de estilos y crear así uno propio e inconfundible como es el caso de Sergio Mora (Barcelona, 1975), también conocido como Magicomora. Del 28 de diciembre del 2021 al 2 de febrero del 2022 el artista expone sus obras en ‘Welcome to the Paradise’ en la Galería Siboney de Santander.

Una muestra en la que el blanco y el azul tiene todo el peso cromático de sus dibujos, tanto en acuarela, óleo, como en esmalte sobre azulejo. Medios por los representa ese universo Mora, lleno de matices y guiños a la cultura pop y a la mitología.

Las obras lucen en contraste con las paredes rosas que el galerista, Juan Riancho, ha ideado para la ocasión. La visita a la exposición me ha introducido de lleno en el imaginario del artista y sus diferentes técnicas y texturas. Destaca en el fondo de la sala una Piedad llevada a su estilo. Se trata de una bailarina tiki que soporta en sus rodillas a Aquaman. Esto nos recuerda como lo nuevo se recrea en el pasado y, aun así, sigue siendo rompedor.

Es fascinante como esta pequeña galería de la santanderina calle Santa Lucía, convierte esta muestra en una ventana a un mundo de infinitas emociones de la mano de este artista catalán. No hace falta un despliegue enorme de obras para captar la esencia de Sergio Mora.

 

 

Galardonado con un Grammy por el álbum de Love of Lesbian, el artista se atrevió en 2021 con los NFTs, en colaboración la revista Forbes

 

 

‘Welcome to the Paradise’ es un título más que acertado para las sensaciones que el visitante alberga nada más cruzar el umbral de la puerta de Siboney. La galería se torna paraíso por cómo todo deja de importar cuando te rodeas de los temas exóticos, y mitológicos, en unos cromatismos aparentemente sencillos, pero que tocan los resortes más emocionantes del público.

Mora es pintor, ilustrador y dibujante. Ha creado un universo en el que lo tiki, la ‘old school’, el cine, el rock, la cultura popular y lo alienígena se aúnan en una serie de imágenes que ya forman parte de la Historia del Arte de España.

En 2021 se ha atrevido, en colaboración con la revista ‘Forbes’, con los NTFs. El nuevo formato de certificación digital que está dando mucho que hablar. En esta ocasión Mora dibujó a los hombres más ricos del mundo, y trae a Amancio Ortega convertido en un adivino que porta una bola de cristal donde se refleja el símbolo del Euro.

Hablamos con él sobre el proceso creativo, premios, nuevas técnicas y formatos, y la reciente paternidad.

 

 

 

Sergio Mora, Cosmic Dancers, 2020. Óleo sobre lienzo. 150 x 200 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. Eres pintor y ilustrador, y plasmas tu trabajo en multitud de formatos. Para tu última exposición Welcome to the Paradise te has decantado, entre otros, por las cerámicas monocromas en color celeste. ¿Cómo has vivido la experiencia de trabajar con esta técnica?

R. En el año 2016 diseñé los murales para el restaurante Bazaar Mar del Chef José Andrés (Miami), diseñado por Philippe Starck. Me dieron libertad creativa y me permitieron incluso la posibilidad de hacerlo a todo color, pero siendo un restaurante dedicado al pescado me pareció que tenía todo el sentido trabajar con el azul cobalto que además es la gama más icónica y representativa de los murales cerámicos.

Bruno Borrione, que era socio de Starck en aquella época, me comentó que existía la posibilidad de hacer una exposición de pinturas en el museo que tiene en Miami el dueño del hotel SLS (del que formaba parte el restaurante Bazaar Mar) porque le habían gustado mucho mis trabajos. Hice unas pruebas en óleo sobre tela trasladando a la tela la técnica y la gama de los murales cerámicos. Finalmente, no se llegó a hacer esa exposición por temas de logística, pero seguí investigando con esa técnica, y también sobre cerámica y sobre papel y con el tiempo ha pasado a formar parte importante de mi lenguaje plástico.

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, Restaurante Bazaar Mar, 2016. Cortesía del artista

 

 

 

P. Has creado un imaginario propio donde el mundo tiki, la old school, el rock, el flamenco, el espacio y la mitología se unen de manera natural. ¿Cómo logras aunar todos estos referentes tan diversos y que funcionen juntos con tanta fluidez?

R. Mi forma de trabajo se fundamenta en eso. Conjugo las cosas que me gustan sin prejuicios pese a que sean dispares y aparentemente «imposibles» de conjugar. A veces en las corrientes o en los lenguajes se crean fórmulas cerradas que pasan a ser dogmas y pensamientos sectarios y cerrados. Creo que los dogmas son enemigos de la evolución y del aprendizaje.

 

 

 

Sergio Mora, Tiki Ham Sesion, 2016. Esmalte azul sobre azulejo. Cortesía del artista

 

 

 

P. En 2016 fuiste premiado con un Grammy por tu trabajo para la portada del disco El poeta Halley de Love of Lesbian. ¿Qué ha significado para ti este reconocimiento?

R. Un premio es siempre una gran alegría y algo por lo que estar agradecido. De alguna manera “que te pongan galones” muchas veces ayuda a que la gente te mire con buenos ojos.

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, Portada para el álbum de Love of Lesbian, ‘El poeta Halley’, 2016. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. En 2021 también te has atrevido con un NFT en colaboración con la revista Forbes. ¿Ves en este formato el futuro del arte?

R. No lo sé. A mí no me termina de convencer. Por lo que entiendo simplemente es un sistema por el cual poder certificar la autenticidad de una obra creada digitalmente. En ese sentido me parece que eso sí que, necesariamente, va a formar parte del futuro porque hoy en día se hacen muchas cosas digitalmente. El arte digital ha venido para quedarse, pero no sé si en el futuro el arte digital se venderá en formato NFT, o si será otro formato que se llame de otra forma. Supongo que con el tiempo se normalizará y pasará a ser otra posible vía de cambiar cromos, como ahora lo son las cartas de Pokemon o los Superthings.

Sin embargo, el NFT sigue siendo críptico para mí. Nadie me hizo firmar ningún certificado de autenticidad. Lo subieron a una página donde se suben los NFT y ya no he notado nada más. De momento no soy criptomillonario. No me ha dolido el «encriptamiento» ni nada, lo único es que todavía no he cobrado por ese trabajo, pero oye, ¡creo que sigue disponible y a la venta! Nunca se sabe, el día menos pensado me levanto de la cama y estoy nadando en criptomillones y más guapo y musculoso, con una gran mansión y un Ferrari en la puerta.  En fin, yo ya lo he probado. ¡Qué no se diga, oiga! Pero por ahora mi experiencia personal ha sido como como la de comprar un boleto de lotería y que no salga premiado. Sin más.

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, Portada de la revista ‘Forbes’, 2021. Ilustración digital. Cortesía del artista

 

 

 

P. Has trabajado con marcas como Gucci, Helados Bayarri, Guitarras Loud, La Chipotlera, entre muchos otros, creando varios productos, a cada cual más diferente. ¿Cómo es el proceso creativo cuando es una empresa la que te propone un proyecto?

R. Cuando tú pintas un cuadro en tu estudio haces lo que te da la gana y por eso se llama obra personal. Lo pones a la venta, no obligas a nadie a comprarlo y el que lo compra es porque le gusta. Si un trabajo es por encargo lo que hagas tiene que gustar al cliente, lógicamente. A eso lo llamo trabajo comercial, a partir de esa premisa cada caso es un mundo. Me parece que algo puede ser comercial y muy artístico, y muy personal. No va reñido necesariamente. También creo que en las galerías también se puede encontrar “arte» puramente comercial y muy poco artístico, y muy poco personal.

Hay quien te va a buscar porque de verdad le gusta tu trabajo, confía en tu criterio, te deja a hacer y todo fluye. Los hay que te enriquecen con su punto de vista pero siendo muy respetuosos y te permiten fluir, y los hay que son tan pesados e irrespetuosos que terminas sin ganas de volver a colaborar con nadie. A pesar de estos últimos a mí me gusta mucho hacer productos, cuando son productos especiales. No creo que el arte esté solo en la galerías de arte, yo veo arte por todas partes.

 

 

 

Sergio Mora, Cosmic Loud Guitar, 2021. Ilustración digital. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Qué significa para ti la etiqueta «surrealismo pop»?


R. Surrealismo sumado a la cultura popular. Mi pregunta es: ¿Hoy en día que no es cultura popular y que no es surrealismo?

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, ET y el Oto mano, 2011. Óleo sobre lienzo. 80 x 80 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Crees en la utilidad del Arte?

R. Por supuesto, sin ninguna duda: hace la vida muchísimo más agradable e interesante, es muy recomendable como alimento para el alma y es muy bueno para la piel. Y en algunos casos hace palpable lo sublime.

 

 

 

Sergio Mora, Weird Deluxe, 2016. Esmalte azul sobre azulejo. Cortesía del artista

 

 

 

P. Además de en España, donde eres un artista muy apreciado, ¿en qué otros países sientes que valoran mucho tu trabajo?

R. En México, por ejemplo, gusta mucho mi trabajo, yo creo que porque cuando empezaba estaba muy influido por el arte mexicano y chicano. Es un lenguaje que tengo muy interiorizado y hay quien al ver mi trabajo piensa que soy mexicano.

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, Flores de otro mundo, 2016. Óleo sobre lienzo. Cortesía del artista

 

 

 

P. Recientemente has sido padre. ¿esta experiencia te ha hecho pensar en realizar algún proyecto dirigido a los niños?

R. Completamente. Me ha hecho pensar en el que seguramente será el proyecto más importante de mi vida: ser padre. En cuanto a proyectos artísticos relacionados con los niños, no lo sé. He hecho mucho libro infantil durante muchos años, y lo disfruté en su momento, pero ser padre no significa que necesariamente tengas que hacer todo dirigido a los niños. A lo mejor mañana me apetece hacer dibujos animados eróticos, que sé yo. Ya se verá. Pero seguramente cuando mi hijo empieza a hablar algo surgirá, porque por la sonrisa de pillo que tiene, me parece a mí que va a ser una gran fuente de inspiración.

 

 

 

Sergio Mora - artista
Sergio Mora, Supersonic Cosmic Dancers, 2020. Óleo sobre lienzo. 150 x 200 cm. Cortesía del artista

 

 

 

P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el ámbito artístico?

R. El sentido común. El problema con el sentido común es que cada persona tiene uno diferente. Habría que partir de esa base: ponerse de acuerdo en cuatro o cinco cosas básicas a nivel mundial, sobre qué es eso del sentido común y definir unos márgenes a la normalidad. Por ejemplo, hoy en día está asimilado que el esclavismo no mola.  Recuerdo que cuando estudiaba Historia del Arte, que no hace tantos años, a todos (chicos y chicas) nos parecía tan normal que todo los nombres fuesen masculinos hasta hace muy poco. Hoy nos sigue pareciendo normal que todo el mundo sepa quién es Dalí pero que casi nadie sepa quién son, por ejemplo, Maruja Mallo, Remedios Varo o Leonora Carrington. Hasta hace cuatro días en las escuelas de arte se hablaba de Kandinsky como “inventor” de la abstracción pero no se hacía ni siquiera mención a Hilma af Klint.

Por otro lado, hoy quizá haya más personas que sepan quién es Frida Kahlo que personas que sepan quién es Diego Rivera aunque sea por una cuestión de moda. Hoy hay mucha más consciencia, y me parece que está bastante asimilado que el valor artístico de una obra no se debe medir en función si la persona que la ha creado es un hombre, una mujer, un eunuco, etc., o con quién se acuesta o no se acuesta esa persona.  Aún así venimos de siglos de machismo. Seguimos permitiendo que en algunos países y “culturas” se trate a las mujeres como a animales. Y seguimos teniendo conductas automáticas tanto los hombres como las mujeres, consecuencia de la inercia de todos esos siglos cultura machista.

La mejor estrategia creo que sería: poner luz en la zonas oscuras, sumado al sentido común, sumado a las ganas de aprender y mejorar, más tiempo, y no convertir tampoco el feminismo en otra forma de desequilibro sino en una herramienta para definir ese sentido común.

 

‘Welcome to the Paradise’ de Sergio Mora podrá verse hasta el 2 de febrero de 2022 en la galería Siboney de Santander. Puedes ver otras obras del artista en su página web y en su perfil de Instagram.

 

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.