Jimena Kato: “La escultura es una manera de entender el mundo, el espacio que ocupamos a través del cuerpo”

María von Touceda Por María von Touceda
15 Min lectura
La artista peruana nos habla de sus proyectos y de su trayectoria

Jimena Kato (Lima, 1979) es una artista multidisciplinar que trabaja con el texto, la materia y el contexto. Sus obras proyectan una serie de discursos que tienen que ver con lo que ocurre en ese momento y lugar, y también muestran una suerte de cuerpo a cuerpo contra los materiales que, en esencia, es el alma de cualquier escultura que se precie de serlo.

La mirada audaz e incisiva de la artista no deja atrás a la belleza. Sus trabajos destilan la armonía entre el pensamiento y la materia convirtiendo sus obras en algo a lo que admirar.

Su producción va muy ligada a su visión del mundo desde una perspectiva muy abierta fruto de sus viajes y residencias artísticas. Kato es la artista que danza con sus ideas, y con los propios materiales, para deleite de quien ve en sus obras la sutileza de un baile perfectamente acompasado. Hablamos con ella sobre su vida y los porqués de su obra.

 

 

Jimena Kato, Saliva #2, 2019. Cortesía de la artista

 

 

P. En tus trabajos introduces al espectador a través del texto e incluso lo haces protagonista en tu obra Otsefinam (2013) donde lo borras. ¿Qué importancia tiene para ti la palabra?

R. La palabra o el texto es para mí una manera más directa de llegar al espectador. A veces hay cosas que plásticamente las resuelvo mejor utilizando el texto: es una cuestión de pertinencia con respecto a la idea de la pieza en sí, el texto me sirve como una ventana que te da acceso a otro “lugar” (imagen o idea) que te va a permitir ver más allá de la realidad plástica y física de la obra que estás viendo, es un información que completa la obra. En las instalaciones o piezas, más que una explicación o “clave” utilizo el texto como otro material más.

 

 

 

Jimena Kato, Otsefinam, 2013. Cortesía de la artista

 

 

P. El cuerpo a cuerpo con los materiales se refleja en muchas de tus esculturas. ¿De dónde viene esta “lucha” con la materia?

R. Me gusta que hayas escogido la palabra “lucha” pues eso es un poco lo que es, la primera escultura que realicé fue en mi primer año de Bellas Artes, y supe enseguida que sería el medio con el que trabajaría. Esta escultura fue hecha de una estructura de hierro para bases de construcción de 2m de alto, eran dos hierros en espiral que representaban una especie de ADN. Para torcer esos hierros y hacer la escultura me dejé las manos ahí, fue una verdadera “lucha” con el material. El tema era hacer un tótem autorretrato y pensé qué curioso, a veces uno puede ser su peor enemigo.

La escultura es, para mí, una manera de entender el mundo, el espacio que ocupamos a través del cuerpo. Esto viene también de mi formación en danza, desde los 3 hasta los 15 años, la experiencia de la metamorfosis del cuerpo, el movimiento, las medidas, las proporciones, la relación con la gravedad, las posibilidades y las limitaciones del cuerpo.

 

 

 

Jimena Kato, Caterpillar, 2019. Cortesía de la artista

 

 

P. En algunos de tus trabajos como There is no place like home (2009) o La alegría es crucial, la felicidad un arma caliente (2017) denuncias problemas sociales como desahucios o desastres naturales de los lugares en los que te encontrabas en ese momento. ¿Crees que el arte es la mejor herramienta para tratar estos temas?

R. No sé si la mejor manera de tratar esos temas. Creo que cuando el arte toca temas de actualidad no es tanto para informar pues hay medios más eficaces y menos subjetivos para ello. Lo que sucede es que una es atravesada por la coyuntura política y social en la que vive, casi inevitable que esto también transpiren en las obras, hay piezas y piezas pero, a veces, se da esa integración o simbiosis en la que una preocupación plástica coincide con algo relevante también en plano social y político de manera pertinente.

Por eso me gusta cuando te invitan a exponer en un espacio otro que la galería de arte, donde tienes que responder también a un contexto específico y tu obra puede ser contaminada por él.

 

 

 

Jimena Kato, There’s no place like home, 2009. Cortesía de la artista

 

 

P. Las metáforas visuales y lo poético que estas declaman también son un fuerte en tus obras. ¿Es el juego el medio de expresión más potente?

R. Sí, el juego para mí es muy importante, pues lo uso tanto como modus operandi como también a la hora de integrar al espectador en la obra, el juego, el delirio también, hay que delirar más.

 

 

 

Jimena Kato, A “C” is half an “S” #01, 2017. Cortesía de la artista

 

 

P. Has nacido en Perú, estudiado en Francia y en Bélgica y ahora vives en España. ¿Dónde crees que se dignifica más la figura del artista?

R. Estamos viviendo en momentos que gracias a Internet todo se está nivelando, me parece. Cuando estudiaba si veía diferencias más marcadas, en esa época en Perú las cosas todavía estaban letárgicas (el año que terminé la escuela apareció Youtube por ejemplo) y me pareció que en Francia pues si había una cabida para ser artista no solo como actividad profesional sino como parte integrante en la sociedad también. En Francia casi todo ciudadano está sensibilizado con la práctica artística, quiero decir que está reconocido por la sociedad, en España aún falta eso, que se vea al artista como otra profesión más que forma parte y es también una pieza importante en la sociedad. Por otro lado también podemos hablar de las consideraciones de ser artista migrante, y/o ser mujer, pero ese es otro apéndice.

Francia tiene unas políticas culturales envidiables que lamentablemente no se dan en el resto de países de lengua latina, pero esto tiene que ver a la visión de la sociedad en general, y el rol que cada uno cumple en ella. Pero también te diré que puede ser bastante chauvinista a veces. Yo llegué a España justo después de la crisis y la gente andaba de bajón, pero me parece que dentro de todo hay bastantes ayudas en España y si bien no cuentan con unas estructuras como las Frac en Francia, cada región sí se preocupa de promocionar y coleccionar a sus artistas me parece, quizás falta formalización y oficialización, no lo sé. En Perú todavía hay todo por hacer en temas de subvenciones y apoyo de las instituciones y el Estado, pero el sector privado intenta suplir esas carencias.

 

 

 

Jimeta Kato, Honeycomb, 2019. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Qué crees que no te han enseñado en los centros donde estudiaste arte y que sí te hubiese gustado aprender?

R. Yo no estudié en la facultad que es un sistema universitario, en Francia hay lo que se llaman las Grandes Écoles de las que Bellas Artes forma parte, entonces ahí es otro sistema. Aprendí muchísimo allí y estoy agradecida de la experiencia académica y de vida que tuve, lo que pasa es que eran otras épocas y bueno todo era más analógico, por decirlo así. Me pasaba las horas en la biblioteca entre montañas de libros leyendo y “viendo” la biblioteca era mi Internet. No me hubiese gustado pero quizás hubiera sido práctico un curso de Excel…

 

 

 

Jimena Kato, An awkward understanding of the body mechanics, 2019. Vistas de la instalación. Cortesía de la artista

 

 

P. De todas las que has visitado, ¿cuál es la exposición que ha creado en ti mayor impacto?

R. Hay varias pero voy a hablar de tres. Mi madre me llevó a ver la exposición de las tres series de los grabados de Goya, Tauromaquia, Los caprichos y Los desastres de la guerra, que llegaron a Lima no sé qué año exactamente pero yo debía tener 15 o 16 años, yo nunca había visto ni un Goya ni una obra de arte de esa magnitud e importancia histórica en vivo, tuve como se dice un stendhalazo.

La segunda exposición que visité es más bien varias, fue la (lamentablemente anulada) Bienal de Lima, pude ver por primera vez las obras de arte de los artistas contemporáneos de Perú y algunos de América Latina. Me impresionó la instalación de Luis García-Zapatero llamada Virgen de la Leche está compuesta de bloques compactos de casi tres metros de altura formados por 121,600 latas de leche; el olor, nunca había olido una obra de arte. La tercera exposición es una colectiva en el MMK de Frankfurt, ahí descubrí la obra de Bill Viola y Pipilotti Rist, todo esto en el lapso de 2 o 3 años.

 

 

 

Jimena Kato, Solid Color, 2015. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Cómo te preparas para trabajar?

R. Desde que vivo en Madrid he tenido siempre un estudio, antes no y la obra era más instalaciones in situ, donde tienes un tiempo determinado para trabajar y tienes que resolver contando con las características del lugar y con algún tema en concreto. Trabajar en estudio tiene otra dinámica, y es una actividad más ensimismada, pero esto te permite desarrollar piezas jugando con la prueba y error, sin la presión de responder a algo externo. A veces me da por picar todo el rato, puede ser comida basura, es decir snacks, galletas o bollería industrial y jugos o fruta.

 

 

 

Jimena Kato, Lucky Charm #01-Quippus, 2019. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Qué opinión te merecen las exposiciones solo de mujeres?

R. Una exposición que sea de mujeres solo por ser mujeres planteado así me parece a priori un poco limitado, lo que interesan son los temas, las ideas. Si se trata de la mirada del feminismo hacia cierto tema o temas, quizás sí, pero fuera de ese marco específico no me resulta una idea muy atractiva. Lo ideal para mí es integrar las cosas, que todo tenga el mismo nivel de relevancia pero soy consciente de que aún hay visiones muy sesgadas al respecto y la importancia de visibilizar a las artistas mujeres es una tarea por continuar.

 

 

 

Jimena Kato, Joy is crucial, happiness is a warm gun, 2017. Proyección de video. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado del arte?

R. No sabría decirte, esa relación es tan reciente, por mucho tiempo mi obra ha estado “sumergida” o al margen de él, y no me parece algo malo pues me ha permitido realizar obra independientemente de esas dinámicas. Creo que mi relación con el mercado del arte es lo estrictamente necesario y está bien así, creo que lo que atañe al artista es realizar la mejor obra que pueda hacer.

 

 

 

Jimena Kato, Enclenques, 2013. Cortesía de la artista

 

 

P. ¿En qué estás trabajando ahora?

R. Estoy preparando una exposición para apertura en septiembre, será mi primera individual en Madrid gracias a la invitación de las chicas de la Twin Gallery.

 

La exposición mmmm de Jimena Kato puede visitarse del 12 de septiembre al 26 de octubre de 2019 en la Twin Gallery en Madrid.

Puedes ver más obras de la artista en su página web y en su perfil de Instagram.

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Crítica de arte contemporáneo y escritora. Es autora de las novelas 'Crítica del vicio' (2016) y 'Coito Ergo Sum' (2019), ambas publicadas por La Marca Negra Ediciones.